LA NACION

Asesinan a una niña de 5 años en un ataque narco

Un proyectil le dio en la cara cuando dormía en su casa, que fue acribillad­a.

- Germán de los Santos

ROSARIO.– Una niña de cinco años fue asesinada en un ataque realizado por grupos narco en la zona norte de Rosario, donde dos hombres en moto dispararon contra el frente de la casa donde vivía la niña. Fueron 15 disparos y uno de esos balazos entró por el pómulo de la menor y salió por su nuca.

La muerte de la nena se produjo en medio de una disputa narco en la zona norte de Rosario, donde tres bandas pelean por el territorio para la venta de drogas. Uno de estos grupos está liderado, según los investigad­ores, por Emanuel Sandoval, alias Ema Pimpi, quien confesó en un juicio abreviado en 2015 que dos años antes disparó 21 balazos contra la casa del entonces gobernador Antonio Bonfatti.

Sandoval fue beneficiad­o en ese juicio abreviado y condenado a tres años y medio de prisión. Bonfatti desistió de acusarlo por el atentado, por falta de pruebas. Sandoval quedó en libertad y pasó de ser un soldadito narco a convertirs­e en un hombre fuerte en la zona norte, donde luego se alió con la banda de los Romero para desplazar a una histórica vendedora de drogas de la zona: Olga Medina, alias Tata, a quien la proveía Delfín Zacarías, condenado ayer a 16 años de prisión por manejar una de las cocinas de cocaína más grandes del país.

En medio de esa pelea para monopoliza­r la venta de cocaína, con tiroteos casi todas las noches en los barrios La Cerámica, Alberdi y Cristalerí­a, se produjo la muerte de Maite Ponce, la niña de cinco años, que dormía junto con sus dos hermanos en un sillón en la casa de su madre.

Desde la medianoche, los disparos comenzaron resonar en ese barrio, según advirtiero­n los vecinos. A una cuadra de allí, jóvenes en moto balearon una casa y una de las balas se incrustó en una camioneta.

Unos minutos después, la casa donde vivía la niña fue blanco de otro ataque. Fueron unos 15 disparos. La mayoría de las balas se incrustaro­n en la fachada. Pero uno de los disparos provocó serias heridas en el cráneo y cerebro de la menor. Sus hermanitos, que dormían acurrucado­s junto a ella, resultaron ilesos.

Los familiares llevaron a la niña herida al Hospital Alberdi, el más cercano a la casa, pero desde allí, dada la gravedad de la situación, fue trasladada al Hospital de Niños Víctor Vilela, donde falleció.

Durante la mañana, la cuadra en Ávalos al 1800 se llenó de gente. En la calle deambulaba­n vecinos que querían saber lo que había ocurrido, pasaban grupos de jóvenes en moto, con miradas punzantes, mientras trabajaban en el lugar los medios de prensa. Al mediodía, cuando salía en vivo para Canal 5 de Rosario, el periodista Maximilian­o Raimondi fue amenazado por grupo de jóvenes en moto. Uno de ellos le gritó: “Te vamos a pegar un corchazo”.

Los familiares de la niña contaron que desde hace tiempo, los tiroteos son incesantes en esa zona. Damaris Tabares, madre de la víctima, lanzó duras críticas contra la policía, que –según expresó a los gritos– “libera la zona”.

La instalació­n de búnkeres

La mujer deslizó que el ataque contra su casa tenía como objetivo que la familia deje el lugar para que la vivienda sea usurpada y destinada a la venta de estupefaci­entes. El plan, según ella, era transforma­rla en un búnker de drogas.

Es una de las modalidade­s que usan los grupos narco para expandir sus bocas de expendio en un barrio. No compran ni alquilan una casa, la usurpan. Y la forma de sacar a la familia de su domicilio es amedrentar­la a balazos.

Los investigad­ores no desconfían del relato de la mamá de Maite, pero planteaban sus dudas sobre la relación de esa familia con una de las bandas que operan en la zona, liderada por Tata Medina, quien fue detenida en 2014 por narcotráfi­co.

Tata es una histórica narco de la zona norte, que tras caer presa y luego de que asesinaran a dos de sus hijos, su territorio empezó a estar en disputa. Otras dos bandas, los Romero y la que lidera Ema Pimpi, pretenden copar todo ese territorio liberado.

Es un barrio codiciado para la venta de drogas, donde se provee a los dealers que venden cocaína en toda la zona de bares y boliches que en el verano tienen mucha actividad.

La madre de Maite describió que antes de la muerte de su hija “se habían tiroteo a la vuelta de la casa”, y agregó que anteayer “se habían disparado en la esquina de Cavia y Larrechea”. “La policía arregla todo. Cuando se tirotean las bandas, la zona está liberada”, afirmó.

En esa misma cuadra donde murió la nena de cinco años fue asesinado de un disparo en la cabeza Mariano Rodríguez, de 44, en un hecho que los investigad­ores relacionab­an con la venta de drogas en la zona. El ataque ocurrió frente a un histórico búnker atribuido a Medina.

 ?? Marcelo Manera ?? La niña descansaba en uno de esos sillones cuando fue alcanzada por un disparo; su madre (sentada) no tiene consuelo
Marcelo Manera La niña descansaba en uno de esos sillones cuando fue alcanzada por un disparo; su madre (sentada) no tiene consuelo

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