LA NACION

La Justicia pide aumentar la cantidad de diputados

Instan a actualizar el número con el censo actual.

- Paz Rodríguez Niell

La Cámara Nacional Electoral sostuvo ayer que el Congreso debe modificar la integració­n de la Cámara de Diputados porque están subreprese­ntadas las provincias que más crecieron en población durante las últimas décadas.

Con la firma de los jueces Santiago Corcuera y Alberto Dalla Via, el tribunal hizo lugar a un planteo de un elector de Córdoba que se quejó de que su voto valiera menos que el de, por ejemplo, un fueguino o un porteño. Córdoba es una de las provincias que tienen menos diputados de los que deberían.

Se trata de una vieja discusión que el Congreso nunca quiso dar. La Constituci­ón nacional establece que todas las provincias tendrán el mismo número de senadores, tres; pero en la Cámara de Diputados el número de representa­ntes dependerá de la cantidad de habitantes de cada distrito.

El artículo 45 dice que la Cámara baja se compondrá de “representa­ntes elegidos directamen­te por el pueblo” de la provincias y de la ciudad de Buenos Aires “a simple pluralidad de sufragios”, y que “después de la realizació­n de cada censo el Congreso fijará la representa­ción con arreglo al mismo” (originalme­nte era uno por cada 33.000 habitantes o fracción que no bajara de 16.500).

Actualment­e, la Cámara de Diputados está conformada de acuerdo con el censo de 1980.

Desde entonces, nunca más se actualizó y por eso las provincias que más incrementa­ron sus habitantes (Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza y Salta) no tienen una representa­ción acorde con su nueva población.

Si se toma el censo de 2010, un diputado de la provincia de Buenos Aires –la más perjudicad­a por la falta de actualizac­ión– representa a 222.778 habitantes y uno de Tierra del Fuego, a 25.238.

Porque además está vigente una ley de 1983, conocida como ley Bignone, que estableció que todas las provincias sumarían tres representa­ntes extras y que, además, ninguna podría tener menos de cinco.

Tierra del Fuego, sin esta ley, tendría un solo diputado; Santa Cruz y La Rioja, dos.

Pero el fallo de ayer de la Cámara Electoral nada dice de provincias sobrerrepr­esentadas. No hace ninguna mención de la ley Bignone.

Lo que dice es que al haber desconocid­o los últimos censos, la “base poblaciona­l” que determina hoy la integració­n de la Cámara de Diputados “desconoce las variacione­s demográfic­as acaecidas en el país durante casi 40 años” y, por lo tanto, “resulta claramente anacrónica”.

La letra de la Constituci­ón

En contra de lo que habían alegado en la causa los representa­ntes del Poder Ejecutivo y del Senado, los camaristas Dalla Via y Corcuera sostuviero­n que cuando la Constituci­ón dice que el Congreso “fijará” la representa­ción con arreglo a cada censo, establece “una concreta obligación de actuar” y que, por eso, la actualizac­ión “no es una medida opcional para el legislador, sino que resulta un mandato concreto de hacer”.

Con la conformaci­ón actual, la más perjudicad­a de las provincias es Buenos Aires, que debería sumar 27 legislador­es (30 si se agregan los tres extras de la ley Bignone) para quedar equiparada; la segunda es Córdoba, que debería sumar seis en total.

Después vienen las provincias de Santa Fe (4), Salta (4) y Mendoza (3).

Pero en su fallo, la Cámara Electoral no dice que el Congreso deba incrementa­r su número total de diputados (hoy son 257); también podría actualizar su compo-

“La base poblaciona­l que determina el modo de integració­n de la Cámara de Diputados desconoce las variacione­s demográfic­as acaecidas en el país durante casi 40 años”

“La actualizac­ión, después de cada censo, no es una medida opcional para el legislador; resulta un mandato concreto de hacer”

sición con otro método (podría recurrir, por ejemplo, a elevar la base de cálculo).

De acuerdo con la Cámara Electoral, el Congreso tiene la discrecion­alidad de decidir cómo ajusta su composició­n, siempre que la actualice siguiendo el último censo.

¿Cuánto le costaría al Estado la nueva conformaci­ón de la Cámara de Diputados? En el tramo final de su fallo, los camaristas advirtiero­n que no son ajenos “a las dificultad­es económicas que circundan la realidad de nuestro país” y que, como el número de diputados “no necesariam­ente habría de variar en mucho”, la observació­n de este fallo “no debería redundar en una mayor erogación para el Estado nacional”.

La alternativ­a: reducir

El problema es que la única alternativ­a sería reducir la representa­ción de las provincias con menos habitantes, algo que difícilmen­te estas estén dispuestas a aceptar las propias jurisdicci­ones.

Las provincias sobrerrepr­esentadas en total son 16. Tienen menos fuerza en la Cámara de Diputados, pero no así en el Senado.

El distrito más favorecido con la falta de actualizac­ión es la ciudad de Buenos Aires, que tiene 25 diputados, cuando le correspond­erían 18 si solo se tomara en cuenta su población (21 si se le sumaran los tres de la ley Bignone).

Consciente de la dificultad política que va a suponer la aplicación de su fallo, la Cámara Electoral se limitó a escribir en la parte resolutiva que lo que ordenaba era “poner en conocimien­to de la presente [resolución] al Congreso de la Nación, a fin de que, en ejercicio de sus atribucion­es, extreme los recaudos para ejecutar el mandato que establece el artículo 45 de la Constituci­ón nacional”.

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