El superviernes Sudamericanos y europeos chocan en cuartos, con los duelos Uruguay-Francia y Brasil-Bélgica
Lesionado, el delantero se encuentra en duda; el sólido equipo celeste está convencido de que será un rival más fuerte que la argentina
MOSCÚ.– Uruguay, ese país que parece tener casi tantos futbolistas como habitantes, llega al esperado duelo de cuartos de final con Francia con una certeza y una duda: tiene claro que no será la Argentina, pero no sabe –o sí, pero prefiere ocultarlo– si contará con Edinson Cavani en el ataque junto a Luis Suárez.
“Lo de Cavani lo dejo ahí, porque ya la información se dio”, dijo, enigmático, Oscar Tabárez, el técnico de la selección uruguaya, durante la conferencia de prensa previa al partido que se jugará en Nizhny Nóvgorod. Cavani sufrió un edema en el gemelo izquierdo durante el triunfo por 2-1 ante Portugal, en el que anotó los dos goles.
Aunque el delantero de Paris Saint-Germain se entrenó ayer en soledad y dio señales de haberse recuperado antes de lo previsto, nadie en Uruguay confirmó ni confirmará, hasta instantes antes del partido, si podrá jugar. Si no lo hace, su reemplazante será Christian Stuani, atacante de Girona, pequeño club de Cataluña.
Esa es la incertidumbre: Cavani. La certeza, en cambio, pasa por el dato de que Francia es bien consciente de que se enfrentará con un rival muy distinto a la Argentina, a la que superó por 4-3 en un eléctrico partido el sábado pasado en Kazán. Uruguay juega diferente a la selección que dirigió Jorge Sampaoli.
“El perfil del equipo uruguayo es muy diferente al de Argentina”, destacó Didier Deschamps, entrenador de Francia. “Están muy bien organizados en la defensa, pero también en lo ofensivo. Son fantásticos en las transiciones. Pasan de defensa a ataque con un estilo vertical de juego. Y hay que tener mucho cuidado en las jugadas de pelota parada, porque han marcado cuatro o cinco goles así. Son un adversario de mucha calidad”, resumió el francés.
Bien organizados en defensa, verticales en la transición a la ofensiva y muy eficientes en las jugadas de pelota parada: está claro que Uruguay es distinto a la Argentina.
Al igual que Tabárez, Deschamps no quiso profundizar en el asunto Cavani. “Yo preparo a mi equipo para el caso de que esté o no esté, porque hasta mañana [por hoy], una hora y media antes, no sabré si está o no. Si no está, hay otros jugadores excepcionales. Stuani, por ejemplo; Rodríguez también es una opción diferente, con un perfil distinto. Está claro que Cavani es Cavani, un jugador de los mejores del mundo. Ha hecho un comienzo de campeonato buenísimo, pero si no está, tampoco va a cambiar totalmente la cara del equipo uruguayo”.
A Tabárez se lo consultó por Néstor Pitana, el juez misionero. “Nunca me preguntaron por el árbitro en partidos anteriores y ahora lo hacen por el solo hecho de que es argentino. La verdad, no quiero entrar en esos jueguitos. Solo digo que nunca ganamos con ese referí. Simplemente le doy el dato para que vea que no tiene nada que ver que sea argentino o de otra nacionalidad. Es un buen árbitro, con experiencia”, respondió el DT de Uruguay.
El partido en Nizhny Nóvgorod será un duelo de viejos conocidos. Si Cavani juega, tendrá del otro lado a Kylian Mbappé, que es su aliado en el ataque de PSG. Los franceses Antoine Griezmann y Lucas Hernández, por su parte, se encontrarán con Diego Godín y José María Giménez, compañeros en Atlético de Madrid. “Antoine [Griezmann] conoce muy bien a Giménez y a Godín, sabe dónde están sus puntos débiles”, aguijonéo Deschamps.
Francia y Uruguay llegan invictos al choque entre campeones del mundo que abre la ronda de cuartos de final. Es más: los charrúas ganaron sus cuatro partidos y recibieron solamente un gol. Los franceses prefieren mirar otro dato: llevan nueve partidos mundialistas sin perder frente a sudamericanos.
Con el “Maestro” Tabárez celebrando un gol apoyado en el bastón, Uruguay ofreció bien en el inicio del torneo una de las imágenes indelebles del Mundial de Rusia. Lleva Tabárez 12 años al frente de la selección, y se nota. Contra Francia combinará una delantera experimentada, de veteranos –juegue Cavani o Stuani–, alimentada por un medio campo de jóvenes: Torreira (20 años), Bentancur (21), Vecino (25) y Nández (22). Ahí, donde tantas cosas se deciden en un partido, Uruguay tiene garantizado presente y futuro, aunque lo que hoy le importa es el presente: derrotar a Francia y regresar ocho años después a las semifinales para encontrarse, ya en la antesala de la final, con Bélgica o Brasil.