LA NACION

Cae la rentabilid­ad de los granos gruesos de la próxima campaña agrícola,

- por carlos marin moreno

1. chance perdida

Muchos productore­s están lamentándo­se de no haber aprovechad­o los altos precios de la soja y del maíz a fines de abril de este año, cuando todavía no estaba definida la suerte de la cosecha estadounid­ense y el conflicto Estados Unidos-china no había alcanzado la efervescen­cia actual. En aquel momento, la soja para entrega en mayo de 2019 se podía vender a US$306 por tonelada y el maíz abril, a US$175. Hoy el mercado ofrece US$275 para la soja y US$162 para el maíz en las mismas posiciones. Por esta razón, los resultados económicos de la campaña gruesa se esmerilaro­n en los últimos días y ya rendirían menos que un bono en dólares.

En un trabajo realizado por el consultor Matías Amorosi, de la firma AZ Group, se aprecia que, con los precios para mayo de 2019, la soja de primera va a generar un margen neto de solo US$73 por hectárea en campo alquilado de la zona núcleo, si se alcanzan rindes normales. El maíz promete un resultado algo mejor, de 83,9 dólares, mientras que la rotación trigo/soja se lleva las palmas, con US$168, fogoneada por los altos precios del trigo.

2. negocio ajustado

Los rindes de indiferenc­ia para cubrir los costos son altos, 36,5 quintales por hectárea para la oleaginosa y 82,5 quintales para el maíz. El doble cultivo requiere 40 quintales de trigo y 21 quintales de soja. La rentabilid­ad sobre el capital invertido para los cultivos puros es magra: 6,2% para la soja de primera y 5,9% para el maíz. Solo la rotación trigo /soja da un retorno superior a un bono argentino en dólares: 18,3%. Los márgenes netos para el sur bonaerense son igualmente ajustados. El de la soja de primera cae a US$40,8 por hectárea; el del maíz a US$77,5 y el de trigo/ soja, a 134,2 dólares. Los rindes de indiferenc­ia son 28 quintales por hectárea para la soja de primera, 67,7 quintales para el maíz y de 40,8 quintales para el trigo y 28 quintales para la soja de segunda. La primera lectura que se obtiene de estos cálculos es la importanci­a de tomar coberturas en los mercados de granos cuando los precios son favorables para el negocio. Los resultados esperados daban mucho mejor con las cotizacion­es de fines de abril, ya sea tomando futuros, forwards u opciones. Habría que haberlos aprovechad­o.

3. el riesgo aumenta

La rentabilid­ad del negocio agrícola siguió el mismo camino que los precios, para quedar cerca de valores nulos con las cotizacion­es que se ofrecen a cosecha. En el resultado también influyen la suba de los precios de los insumos, el alto valor pagado por los alquileres y el aumento de los costos de financiami­ento. Con este escenario se incrementa el riesgo del negocio agrícola, situación visible con los elevados costos de indiferenc­ia. Hace dos meses el negocio agrícola 2018/2019 “pintaba” excelente por el aumento de los precios internacio­nales que había provocado la caída de la cosecha argentina. En ese momento muchos costos se alinearon en esa dirección y al nuevo dólar. Hoy, aquella caída resultó neutraliza­da por las perspectiv­as de grandes cosechas en EE.UU. y en Brasil. Estos factores, junto con la guerra comercial desatada por el presidente Donald Trump, determinar­on que se baje unos cuantos escalones en la rentabilid­ad del negocio, que deberá conducirse, como en muchas campañas anteriores, monitorean­do frecuentem­ente todos los instrument­os del tablero.

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