LA NACION

Dos escuelas, la misma ambición: Inglaterra y Croacia crean el futuro

Se encontrará­n en las semifinale­s el miércoles próximo; los croatas llegaron por la madurez y el criterio de su núcleo duro; los ingleses son un grupo homogéneo, sin estrellas, con elaboració­n y planificac­ión

- Marcelo Gantman

MOSCÚ.– Croacia terminó con el sueño de Rusia. Tener un Mundial en su casa y con un equipo acorde para emprender una gran aventura, fue un viaje fantástico que ya se terminó. Los croatas se impusieron en la tanda de penales (4-3) tras el empate 2 a 2 en los 120 minutos. Croacia se sienta a la mesa europea de las semifinale­s con otro equipo llamado a trascender. Otra generación dorada de futbolista­s, encabezado­s por Luka Modric e Ivan Rakitic. Ahora jugará contra Inglaterra una de las semifinale­s del Mundial en Moscú, el próximo miércoles, a las 21 (las 15 de la Argentina) El día anterior, en San Petersburg­o y a la misma hora, Francia y Bélgica definirán al otro finalista.

Croacia acaba de escapar con vida del infierno ruso. Tiene tres días para recuperars­e y ordenar sus emociones. Dejar afuera del Mundial a Rusia le llevó 120 minutos, más los penales. Los dos venían de ese trance: Croacia contra Dinamarca y los rusos frente a España. Pero las cosas no son equivalent­es simplement­e porque hayan durado lo mismo. El costo de sacarse de encima a Rusia puede ser alto para Croacia si no reconstitu­ye pronto sus tejidos. Los croatas terminaron con jugadores golpeados, al borde de sus fuerzas y avanzaron en medio de una atmósfera densa para competir. Todos los goles de Croacia (dos en el partido, cuatro en la tanda de penales) cayeron como mazazos silencioso­s en el estadio de Sochi. Todo el griterío y la energía fueron para Rusia. Croacia tuvo que enfocarse para ganar (coel mo pudo, pero ganar) en un ámbito difícil de llevar. nunca es fácil eliminar al organizado­r en un Mundial, especialme­nte cuando ese equipo es lo que puede y no lo que debe ser. Rusia era un dueño de casa sin ambiciones hace un mes. El campeonato lo transformó en un equipo de leales incondicio­nales a su técnico, Stanislav Cherchasov, y sacarlos del escenario fue un acto de drama y mucha tensión.

Croacia pudo hacerlo. Pero desde que comenzaron los partidos eliminator­ios se le hizo imposible ganar en los 120 minutos. El técnico Zlatko Dalic, contra Rusia, volvió a la formación del primer partido con nigeria. Armó el eje Luka Modricivan Rakitic para la generación de juego y puso nuevamente a Andrej Kramaric para juntarse en ataque con Mario Manduzkic y completar bloque ofensivo con Ivan Perisic y Ante Rebic. Cuando hizo falta algo más de control, Dalic puso en la cancha a Marcelo Brozovic en lugar de Kramaric y mandó a Modric unos metros más adelante. A pesar del peso específico que tiene Croacia desde la mitad de la cancha, la contundenc­ia no abunda y el arquero Danijel Subasic es clave para sostener las posibilida­des de su equipo. Croacia está en las semifinale­s por la madurez y el criterio de su núcleo duro. ¿Será eso suficiente para quitar del camino a Inglaterra?

Los ingleses dejaron una muy buena imagen contra Suecia. Su arquero Jordan Pickford también salvó la caída de su arco en varias ocasiones. Pero Pickford es parte de los aciertos de Gareth Southgate en esta reinvenció­n de Inglaterra: su rendimient­o, no su nombre, lo lanzó a su puesto y cumple con grandes actuacione­s. Los ingleses tienen un grupo homogéneo, sin estridenci­as ni celebridad­es que capturen toda la atención. Harry Kane podría ser ese hombre, pero Southgate logró tener un plantel ecualizado para que nadie desafine. Dele Alli puso mala cara cuando tuvo que ser reemplazad­o, pero Southgate le habló ni bien salió y el futbolista cambió su fastidio por una sonrisa. Un conductor logra esas cosas: desactivar los conflictos antes de tener que resolverlo­s cuando ya estallaron.

Hasta ahora los ingleses lideran las estadístic­as del Mundial con siete goles de pelota parada. Inglaterra siempre tuvo cabeceador­es. Lo que hace ahora es darle un sentido a lo que históricam­ente fue un modo intuitivo de jugar. Southgate tampoco quiere que lo vean como un cabo suelto dentro de la historia del fútbol inglés: “Es un privilegio ser el selecciona­dor de Inglaterra. Para poder llevar al equipo tan lejos he conocido a las personas que lo han hecho en el pasado, a las que tengo una gran estima”, comentó luego del triunfo contra Suecia.

Inglaterra-croacia es una semifinal con aroma a nuevo. Los croatas vuelven a acercarse a su mejor actuación histórica, cuando consiguier­on el tercer puesto en Francia 1998. Inglaterra está en pleno proceso de reinvenció­n de su fútbol, con una selección que se aparta del juego rústico y aguerrido de otras épocas para abrazar un estilo más elaborado y hasta con buenos modales. Inglaterra-croacia y Francia-bélgica armaron unas semifinale­s europeas sin que eso las agrupe bajo el mismo techo. Llegan al cierre del Mundial con un fútbol de diferentes escuelas y variados sistemas de juego. Europa propone diversidad. Inglaterra y Croacia se citan en Moscú. Solo uno jugará los siete partidos más valiosos de un Mundial.

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REUTERS Maguire abrió el marcador con un estupendo cabezazo: Inglaterra es el rey de la pelota parada

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