Alumni: la tercera fue la vencida
Se rearmó tras algunas bajas y venció al SIC, que le había ganado dos veces en el Nacional
Esta vez la tercera fue la vencida para Alumni. Por la 8ª fecha del Top 12 de la URBA, los de Tortuguitas debían enfrentarse al SIC, que lo venció con marcadores abultados en el Nacional de Clubes. Pero dio una muestra de carácter y, liderado por sus forwards, ganó como local por 24-14. Atrás quedaron las dudas de una primera mitad de año con altibajos y sus hinchas se ilusionan con repetir la gesta del torneo pasado.
Alumni llegaba con tres victorias seguidas, incluida la agónica en el clásico contra Belgrano, pero debió ir amoldando el equipo por diversas bajas. Franco Sábato y Máximo Provenzano están con los Pumas 7, Santiago Montagner se lesionó en Argentina XV y no jugará hasta el año que viene y ahora perdió por dos meses a Lucas Frana, el goleador de la temporada pasada, por una lesión en la mano derecha.
Saber reponerse a estas adversidades hacen a la mística de un equipo y el SIC suponía una prueba de fuego ya que en los últimos años ejerció una clara superioridad en el duelo entre ambos.
Beneficiado por el viento a favor, el SIC exhibió desde el inicio el control y explotó las pocas situaciones que tuvo. Primero fue Carlos Pirán el que apoyó en la bandera tras una habilitación de Gastón Arias. Sobre el final, después de insistir con el scrum, el árbitro Pablo De Luca le otorgó un try-penal al vistante.
Pero una buena jugada colectiva, cuando el tiempo estaba cumplido, le permitió a Rafael Desanto marcar los primeros puntos de Alumni. “El viento nos complicó, no podíamos salir de nuestro campo, así que nos propusimos que nos marquen lo menos posible para darlo vuelta en el segundo tiempo”, explicó Joaquín Díaz Luzzi, reemplazante de Frana.
Precisamente eso fue lo que hizo. El segundo tiempo fue un monólo- go de Alumni y el SIC solo atinó a defenderse, sin no tuvo chances claras de marcar. Luca Sábato descontó a los 2 minutos y Tobías Moyano puso al frente a su equipo a los 17. Sobre el final, Díaz Luzzi decretó el 24-14 definitivo. Alumni se fortaleció a través de dos pilares como la defensa y el oportunismo. La defensa sostuvo el resultado cuando el rival y el clima lo tuvieron contra las cuerdas, liderada por forwards como Guido Cambareri. El oportunismo fue clave para aprovechar las pocas oportunidades que el trámite del partido le dio.
El Nacional de Clubes de 2002 es el último trofeo en el historial de Alumni. El año pasado estuvo cerca y partidos como este demuestran que tiene un equipo cada vez más consolidado que puede aspirar a quebrar esa racha. El sábado que viene tendrá la oportunidad de dar un nuevo paso cuando visite al campeón Hindú, en Don Torcuato.