LA NACION

Eliminan un polémico sistema de contratos estatales

Macri dejó sin efecto los convenios de asistencia técnica con universida­des

- Maia Jastreblan­sky

Mediante un decreto de reducción de gastos, el presidente Mauricio Macri dejó sin efecto ayer el sistema de convenios de asistencia técnica con universida­des, una modalidad extendida especialme­nte durante el período kirchneris­ta y que se mantenía –en forma más acotada– durante la actual gestión.

Ese mecanismo permitió, por ejemplo, sumar hasta 17.000 empleados públicos hacia el final de la gestión de Cristina Kirchner, así como triangular fondos millonario­s para eludir compulsas de precios de las licitacion­es y omitir el radar de los organismos de control.

El Gobierno limitará y modificará los contratos de personal, bienes y servicios para el Estado a través de universida­des públicas, una modalidad hiperexten­dida durante el kirchneris­mo que sobrevivió –aunque más acotada– durante la gestión de Mauricio Macri.

El primer paso lo dio la Casa Rosada ayer, con uno de los artículos de un megadecret­o de reducción de gastos, que determinó que quedarán sin efecto los llamados “convenios de asistencia técnica” con universida­des, una modalidad que permitió sumar hasta a 17.000 empleados públicos hacia el final de la gestión de Cristina Kirchner.

Como segundo paso, la gestión de Cambiemos prepara una nueva normativa para que las universida­des brinden al Estado servicios acordes con su materia, bajo controles más estrictos. Ya no podrán ser proveedora­s de bienes y, mucho menos, de obras públicas.

La triangulac­ión del dinero público a través de las casas de estudios desvirtuó muchas veces el tradiciona­l servicio de investigac­ión y extensión que brindan las universida­des. Y se convirtió en el camino más corto para las contrataci­ones del Estado.

En el mejor de los casos, permitió eludir procedimie­ntos burocrátic­os. Pero también llevó a que miles de empleados sean sumados a la administra­ción pública con contratos precarios, aunque trabajaban como sus colegas de planta permanente.

En el otro extremo, estos convenios permitiero­n triangular fondos millonario­s para eludir las compulsas de precios de las licitacion­es y omitir el radar de los organismos de control. La usina de carbón de Río Turbio, por caso, terminó como un símbolo de corrupción kirchneris­ta y llevó al exministro de Planificac­ión Julio De Vido a la cárcel. En ese caso, la Justicia determinó que existió un desvío de más de $265 millones. El proyecto se financió mediante un acuerdo con la UTN y la Fundación Facultad Regional Santa Cruz. Las obras quedaron inconclusa­s y la central térmica nunca se inauguró.

Hubo otros casos que terminaron como escándalos de corrupción, como el financiami­ento vía la Universida­d Nacional de San Martín (Unsam) para la producción de dos telenovela­s y los contratos triangulad­os con casas de estudios para hacer stands en Tecnópolis, sin licitación.

Nueva normativa

El decreto 632/2018, publicado ayer, en su tercer artículo, determinó que “los convenios de servicios de asistencia técnica celebrados entre el Poder Ejecutivo y las universida­des nacionales, provincial­es o privadas quedarán sin efecto a partir del 1º de enero de 2019”. Y que no se celebrarán nuevos contratos bajo esta modalidad.

Según fuentes oficiales, actualment­e hay unos 60 convenios de asistencia técnica, que se traducen en 5800 empleados públicos contratado­s vía universida­des. ¿Qué pasará con ellos? “La mayoría va a quedar en la función pública, pero con otra modalidad de contrataci­ón, más estable. Cada área determinar­á si correspond­e o no sostener ese puesto”, señalaron ayer en el Ministerio de Modernizac­ión, la cartera encargada de elaborar la letra chica de la nueva normativa. Cuando Cambiemos asumió el gobierno, los trabajador­es del Estado contratado­s vía casas de estudios ascendían a 17.000. A la mayoría no se le renovó el convenio.

En los próximos días, según señalaron en la Casa Rosada a la nacion, se publicará el nuevo régimen de contratos interadmin­istrativos para acotar el rol de universida­des como proveedora­s de servicios. Esta nueva normativa fue largamente debatida en una mesa integrada por el vicejefe de Gabinete Mario Quintana; el secretario de Fortalecim­iento Institucio­nal, Fernando Sánchez, y los ministerio­s de Modernizac­ión y de Educación.

Según pudo conocer la nacion, la reglamenta­ción estipulará que las universida­des deberán limitarse a servicios de “consultorí­a, auditoría, investigac­ión, relevamien­to de políticas públicas y capacitaci­ón y formación”. Ya no podrán proveer otros bienes o servicios ni ser contratada­s para hacer obras públicas.

Las contrataci­ones, en tanto, se harán a través de la plataforma Compr.ar, dispuesta por el Ministerio de Modernizac­ión para que haya una compulsa de precios.

“El nuevo régimen de contrataci­ones devuelve el vínculo virtuoso y de colaboraci­ón que debe tener el Estado con las universida­des, impi-

diendo los abusos que durante el kirchneris­mo permitiero­n vulnerar las leyes de compras y contrataci­ones”, resaltó Sánchez.

La nueva normativa, en tanto, prohibirá la “cesión, tercerizac­ión o subcontrat­ación del objeto del convenio a un tercero”. Ello refiere a la modalidad por la cual las universida­des depositaba­n dinero a nombre de una fundación o asociación civil, una maniobra que permitía evitar los organismos de control.

Se espera, en tanto, que la Sigen supervise la ejecución de los fondos transferid­os, la rendición de cuentas y el cumplimien­to de los objetivos de los convenios. Todo contrato nuevo con universida­des, además, deberá tener el visto bueno de la Jefatura de Gabinete.

 ??  ?? Macri, ayer, al ingresar a una reunión con sus ministros
Macri, ayer, al ingresar a una reunión con sus ministros
 ?? Presidenci­a ??
Presidenci­a

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina