Se frena el consumo entre los pobres
La leve mejora del consumo masivo en el segmento más pobre de la sociedad registrada en 2017 y a comienzos de este año se congeló abruptamente entre abril y mayo, como consecuencia del significativo aumento de los precios y la falta de actualización salarial.
Así concluye un relevamiento de la consultora especializada Kantar Worldpanel, que precisó que el nivel bajo inferior de la sociedad –que concentra el 17% de los hogares– había recuperado un 3% del volumen de consumo a lo largo de 2017 y otro 1% durante el primer trimestre de este año, y que. sin embargo, en abril y mayo mostró retrocesos de un 2 por ciento.
“Las mejoras del cierre de 2017 y principios de 2018 se licuaron”, afirmó Federico Filipponi, director comercial de la consultora especializada. “Para los hogares de bajos recursos, el consumo masivo es el principal gasto, ya que le destinan el 57% de sus ingresos. De esta manera, el comportamiento de los precios es central para entender la evolución: cuando estos se aceleran muy rápido, tienen que ajustar”, explicó Filipponi.
Según estimaron en Kantar Worldpanel, la aceleración de la inflación de los últimos meses, con la consecuente pérdida de salario real –los precios de la canasta de consumo masivo de la consultora privada pasaron de una variación interanual del 17% al cierre de 2017 a una del 21% en mayo pasado–, fue determinante para la caída del consumo en los hogares.
Según los especialistas de la firma, para afrontar las condiciones adversas, los hogares del nivel bajo inferior achicaron el tamaño de sus compras, dejaron de visitar grandes superficies como hipermercados o mayoristas y volvieron al punto comercial más cercano a su barrio: almacenes y, en menor medida, autoservicios. En promedio, en cada visita al punto de venta compraron un 4% menos de cada categoría. El mayor ajuste fue en bebidas sin alcohol.