LA NACION

Los cambios al proyecto del aborto podrían alterar la votación en el senado

Si bien todavía son mayoría los que se oponen a la iniciativa, suman consenso las modificaci­ones propuestas por legislador­es cordobeses

- Gustavo Ybarra

Cuando faltan poco más de tres semanas para que se trate en el recinto del Senado el proyecto de despenaliz­ación del aborto, los números indican todavía que los opositores a la iniciativa, 34 legislador­es, superan a los 27 que están a favor.

En este contexto son claves los 10 indecisos (hay una senadora que anunció su abstención), pero también la posición de algunos senadores que, si bien anticiparo­n su rechazo, están dispuestos a cambiar de postura si a la media sanción de Diputados se le introducen cambios. En este caso, debería volver a la cámara original en revisión.

En esta línea, en los últimos días, pareció ganar consenso la iniciativa de los tres senadores por Córdoba: Ernesto Martínez y Laura Machado, de Cambiemos, y Carlos Caserio, del PJ. La introducci­ón de la objeción de conciencia institucio­nal, la eliminació­n de la inhabilita­ción de los profesiona­les que se nieguen a practicar un aborto y la extensión de la responsabi­lidad por la realizació­n de la práctica al establecim­iento “derivante”, de ser necesaria una derivación, son los principale­s cambios que pedirán esos senadores.

Empieza a ser conocida como la “opción Córdoba” y podría convertirs­e en la salida de emergencia que le permitiría al proyecto de ley de interrupci­ón voluntaria del embarazo mantenerse con vida, al costo de volver en segunda revisión a la Cámara de Diputados, ante la fuerte resistenci­a que la iniciativa genera en la Cámara alta.

Cuando falta poco menos de un mes para que el tema sea discutido en el recinto de la Cámara alta, los sondeos muestran que 27 senadores apoyan el proyecto tal cual salió de Diputados; una, la neuquina Lucila Crexell (MPN), se abstendrá; y 10 mantienen el misterio sobre la postura que adoptarán. Ellos son Inés Blas, Ángel Rozas, Juan Carlos Marino, Daniel Lovera, Julio Martínez, Juan Carlos Romero, María Belén Tapia, Eduardo Costa y Omar Perotti.

Pero la clave no solo está en quienes no decidieron su voto, sino también en los 34 senadores que ya anunciaron que no están dispuestos a convertir en ley el proyecto, porque en ese lote conviven senadores decididame­nte antiaborti­stas con aquellos que apoyan la legalizaci­ón, pero creen que la iniciativa debe ser modificada.

En este último grupo, que podría cambiar el rumbo del debate legislativ­o, se inscriben los senadores de Cambiemos Ernesto Martínez y Laura Rodríguez Machado y el peronista Carlos Caserio, representa­ntes de Córdoba que anunciaron que impulsarán un dictamen con modificaci­ones.

En el caso de que haya modificaci­ones en el Senado, el proyecto debería regresar a la Cámara de Diputados, donde los legislador­es solo tendrían dos caminos: la aceptación de los cambios del Senado o la insistenci­a con la versión original. En este último caso, le alcanzará con votar con la misma mayoría con que se le introdujer­on los cambios. Por ejemplo, si los cambios se aprobaron en el Senado por mayoría simple (la mitad más uno de los presentes), en Diputados podrán ratificar la versión original con mayoría simple.

La introducci­ón de la objeción de conciencia institucio­nal, la eliminació­n de la inhabilita­ción a los responsabl­es o profesiona­les médicos que se nieguen practicar un aborto y la extensión de la responsabi­lidad por la realizació­n de la práctica al establecim­iento “derivante”, de ser necesaria una derivación, son los principale­s cambios que pedirán los senadores de Córdoba.

En diálogo con la nacion, el senador Martínez se manifestó “absolutame­nte en contra” del artículo 2 del proyecto, que penaliza con la inhabilita­ción de tres meses a un año, de uno a tres años si resulta en perjuicio de la salud o la vida de la solicitant­e, al titular de un establecim­iento o al profesiona­l de la salud “que dilatare injustific­adamente, obstaculiz­are o se negare a practicar un aborto” en los casos legalizado­s.

“Si despenaliz­amos el aborto no tiene sentido penalizar a un profesiona­l por negarse a realizar la práctica; este artículo no debería continuar”, dijo Martínez.

El legislador aclaró que, a pesar de las dudas iniciales, el dictamen que propondrá con sus pares cordobeses mantendrá la semana 14 como límite para la legalizaci­ón del aborto. “Doce semanas serían tres meses y las otras dos semanas sería el tiempo que le toma a la mujer darse cuenta de que tiene un atraso; suena lógico”, aseguró.

No obstante, Martínez manifestó su “firme postura” a favor de permitir la objeción de conciencia institucio­nal. El proyecto solo contempla esa posibilida­d con carácter individual para los profesiona­les médicos, obligando a todos los establecim­ientos médicos a ofrecer el servicio de aborto legal, seguro y gratuito.

Al respecto, Martínez consideró que esa medida se contradice con la ley 25.673 de salud sexual y reproducti­va, que en su artículo 10 le concede a las institucio­nes confesiona­les que brinden servicios de salud exceptuars­e de los alcances de la norma. “Si le permitimos abstenerse de repartir preservati­vos no veo por qué prohibirle­s la objeción de conciencia institucio­nal cuando el aborto es un estadio superior”, aseguró.

Otra modificaci­ón que incluirá la “opción Córdoba” está relacionad­a con el párrafo final del artículo 13, que habla sobre la derivación de la realizació­n de un aborto de un establecim­iento del sistema de salud a otro. El texto habilita esa práctica “en caso de ser necesaria” pero “siendo responsabl­e de la efectiva realizació­n el establecim­iento derivante”.

“Si el establecim­iento derivó a la paciente no puede ser responsabl­e de lo que haga otro profesiona­l”, aseguró Martínez. “Eso se contrapone con el concepto de responsabi­lidad civil”, agregó.

Por último, los senadores cordobeses también pedirían aclarar casos puntuales como el de la implantaci­ón de un embrión.

“¿Al hablar de personas gestantes, en esos casos estaríamos permitiend­o que hasta la semana 14 puedan arrepentir­se de la decisión tomada? Esto hay que aclararlo”, dijo.

Además de la propuesta de los legislador­es cordobeses, que se conocerá recién dentro de tres semanas, pero ya generó el interés de varios senadores por conocer su redacción final, en los próximos días la senadora Crexell, que la semana pasada anunció su pase del voto negativo a la abstención, intentará poner sobre la mesa de debate un nuevo proyecto.

La legislador­a calificó su iniciativa “como una propuesta intermedia” y, aunque aún no está redactada, dijo que apuntará a despenaliz­ar el aborto hasta la semana 12 de gestación. “Estoy trabajando en esta propuesta como una forma de protesta frente a la falta de diálogo, de opciones y la intransige­ncia de los sectores que no conciben que puede haber una línea intermedia”, explicó la senadora del Movimiento Popular Neuquino, que se quejó por “la permanente polarizaci­ón que siempre termina reduciendo las discusione­s parlamenta­rias a lo mismo, al todo o nada”.

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