LA NACION

Renovar o no las Lebac: esa será la cuestión esta semana para los inversores del mercado local

Llega el segundo “supermarte­s” desde que luis Caputo está al frente del Banco Central; los vencimient­os ascenderán a $536.000 millones, un poco más de 50% del stock

- Sabrina Corujo

Renovar o no las Lebac del Banco Central vuelve a ser la incógnita a despejar de las carteras de inversión esta semana. Algo que, en concreto, viene sucediendo desde que la crisis cambiaria se profundizó, y en consecuenc­ia, el dólar le ganó a cualquier colocación en moneda local. La renovación llegará igualmente dentro de un contexto diferente al de, al menos, las últimas dos colocacion­es. Un punto no menor a la hora de tomar una decisión.

Será la segunda vez con Luis Caputo al frente del BCRA y los vencimient­os no son menores. Suman unos $536.000 millones, lo que representa poco más de 50% del stock. Igual, este es un dato que se repite en los últimos meses, y dado el cortoplaci­smo del stock, siempre debió enfrentar vencimient­os de entre 4050% del mismo. De hecho, este número está ligado a que en promedio el 71% de lo colocado mensualmen­te desde abril es en la letra más corta (a un mes aproximada­mente).

Lo que cambiaron, no hay dudas, son otros puntos. En particular, la coyuntura. Por un lado, rige ya el “compromiso” asumido con el FMI de reducir el stock de Letras. Como dato, el stock de licitación a licitación se redujo poco más del 11%, y 9% si lo medimos respecto de la última colocación de 2017. Es más, hubo acciones con mayor o menor éxito, buscando este objetivo y, lógicament­e, seguirá siendo así. También hubo un cambio en la política monetaria explicitad­o en algunas medidas tomadas y oficializa­do además en el comunicado del martes pasado.

Los agregados monetarios se “meten” así en las decisiones junto con las tasas, para “controlar” la inflación. No hubo, por ahora, una resolución oficial, sobre dejar las Lebac solo como un instrument­o de regulación financiera, por lo que siguen siendo opción para inversores minoristas.

Otro punto no menor que cambió tiene que ver con el comportami­ento del tipo de cambio y el nivel de tasas de interés. Clave para también decidir renovar o no las letras, aun cuando claramente hoy sean un instrument­o más vulnerable o volátil que tiempo atrás.

En el primer punto, se llega con un mercado de cambios con menor volatilida­d y una apreciació­n del peso en las últimas diez ruedas (del orden del 2%). En las dos colocacion­es anteriores, la tendencia del dólar era fuertement­e alcista. Escenario último que condiciona­ba sin dudas las ofertas de los inversores. Al sector financiero, en tanto, se lo deja un poco aparte porque se ve también afectado por otras regulacion­es de la entidad.

El segundo punto tiene que ver justamente con el nivel de tasas de interés que deberá convalidar –o no– la entidad. De hecho, en el “apretón monetario” de las últimas semanas, las tasas del sistema se dispararon y es en este marco que hace una semana los rendimient­os de las letras en el mercado secundario se movían entre 54% y 48% para plazos de entre 36 y 138 días.

Un buen dato, de todas formas, lo dio el movimiento de las últimas

ruedas. El viernes se marcaron tasas de entre 48,4% y 46% para las letras de entre 33 y 131 días. Tasas que se mantienen altas, pero que vuelven a acercarse más a la tasa corta de la última colocación (19 de junio) que se ubicó en 47% anual.

En conclusión, la coyuntura en la que se llega a la licitación es más “favorable” que la observada en las últimas dos. No se puede asegurar que la crisis se superó, menos aún con este nivel de tasas, pero sí que se ha avanzado en una condición básica y necesaria que era una mayor estabilida­d de la plaza cambiaria, en lo que a la coyuntura diaria se refiere.

Ahora bien, claramente la prueba de este martes será que el Banco Central pueda renovar una buena parte de los vencimient­os, pero evitar que los pesos que sobren vayan a tensionar nuevamente al dólar. Esto no quiere decir que pueda haber una corrección al alza, tras las últimas semanas de baja.

Por otro lado, que el BCRA pueda hacerlo sin convalidar tasas de interés mucho más arriba que la licitación de junio. Un nivel de 47% para la tasa corto, en el actual escenario, sería un buen punto. Esto aun cuando se espera que el interés por el corto plazo se mantenga alto y no se logre renovar la totalidad de los vencimient­os. En la última colocación, que con un vencimient­o de unos $514.779 millones hubo solo $313.875 millones en ofertas y se liberaron unos $206.306 millones.

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