El Mundial de la educación
La Argentina no pasaría la primera ronda.
Francia no solo se convirtió ayer en bicampeón mundial al marcar cuatro goles frente al seleccionado de Croacia. Si en vez de fútbol hubiera jugado una “copa educativa”, también se habría llevado el máximo galardón en relación con Croacia y con la Argentina. Croacia hubiera coincidido en ser subcampeón en ambos torneos, mientras que la Argentina no hubiera pasado de la primera ronda; en Rusia llegó a octavos y fue eliminada justamente por la selección gala.
Medidas la inclusión y la calidad educativa del nivel secundario entre los 32 países que participaron del campeonato mundial de fútbol, si la Argentina fuera un equipo, siete de sus 11 jugadores tendrían niveles de desempeño muy bajos. “La mayor parte de nuestra selección tendría dificultades para resolver los problemas (matemáticos) más sencillos”, explicó Argentinos por la Educación, la ONG que agrupa en su plataforma interactiva casi 70 millones de registros públicos sobre indicadores del sistema educativo.
El panorama educativo de nuestro país, en comparación con Francia, Croacia y los rivales con los que la selección argentina se cruzó hasta octavos de final en Rusia, son sombríos. “Islandia tendría un Messi, pero la Argentina no”, concluye esta ONG considerada “el Indec” educativo.
En este estudio comparativo de “selecciones” se tomaron en cuenta los datos de tasas brutas de escolarización de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) de 2015 y los resultados obtenidos en matemática por los estudiantes de 15 años en las pruebas PISA de 2012.
Ni siquiera pudieron tomarse los resultados alcanzados por la Argentina en 2015 en ese test de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), porque fue “demasiado pequeña” para poder ser comparada con el resto de los países que se sometieron a la evaluación.
En PISA 2012, el 67% de los estudiantes de 15 años obtuvieron niveles de desempeño bajos, y muy pocos, el 0,3%, alcanzaron niveles altos de aprendizaje.
Según el Observatorio Argentinos por la Educación, “Francia vencería a Croacia por 2 a 0 por superarla en inclusión y en calidad educativa. Ambos equipos vencerían a la Argentina, también por 2 a 0. En inclusión, la Argentina superaría a Croacia, pero no lo suficiente como para contabilidad y gol”.
La metodología utilizada para convertir en goles las diferencias estadísticas fue la siguiente: “En inclusión educativa, los países que superan con 10 puntos porcentuales o más al rival convierten un gol. Si la diferencia supera los 50 puntos, se cuenta como dos goles. Mientras que en desempeño en matemática los países que superan por 20 o más puntos al rival marcan un gol; si la diferencia es mayor a 80, computa dos goles, y si supera los 130 puntos, tres goles”.
“En comparación, estos datos educativos son más graves que la crisis que mostró nuestra selección de fútbol en el Mundial. Deberían generar mayor urgencia e indignación, pero no lo hacen. ¿Acaso renunciamos a nuestras aspiraciones para el sistema educativo? Esta es una renuncia que no podemos permitirnos; les debemos un compromiso mayor a las próximas generaciones”, advirtió Ignacio Ibarzábal, director ejecutivo de la ONG.
Si se comparan los niveles educativos de los países con los que la Argentina se enfrentó en primera ronda de fútbol en Rusia, Islandia hubiera calificado primera, Croacia, segunda, y Nigeria, cuarta.
En Islandia, solo dos de cada 10 chicos se encuentran en los niveles más bajos de PISA y el 11% se ubican entre los mejores. Estos resultados permiten determinar que “los estudiantes argentinos de 15 años tienen un nivel de desempeño similar al de los islandeses de 12 años”, indicó la ONG.
Nigeria, en tanto, tiene una tasa de escolarización del 56,2%, es decir que casi la mitad de los adolescentes de ese país están fuera de la escuela. En este sentido, la situación argentina no es mucho mejor si se tiene en cuenta que casi la mitad de los estudiantes no termina en tiempo y forma el nivel secundario.