Capturan en Mar del Plata a un excoronel chileno
Jara Arancibia asesinó a dos opositores de Pinochet
El chileno Sergio Francisco Jara Arancibia, excoronel de la dictadura militar de Augusto Pinochet y uno de los prófugos más buscados por la Justicia de Chile por distintos homicidios cometidos en 1973, fue detenido ayer en Mar del Plata y será extraditado para ser puesto a disposición de la Justicia de su país.
El Ministerio de Seguridad argentino informó que Jara Arancibia fue capturado por efectivos de la Policía Federal luego de un proceso de investigación.
Jara Arancibia, prófugo de la Justicia chilena desde hace un año, fue capturado en la intersección de las calles San Juan y 25 de Mayo, en Mar del Plata, según informó la cartera que dirige Patricia Bullrich en un comunicado.
“La información recolectada permitió identificar a su hijo y hacer un seguimiento controlado sobre sus movimientos desde la ciudad de Buenos Aires hacia Salta y Jujuy y nuevamente hacia la Capital Federal para luego trasladarse hacia Mar del Plata, donde culminó la investigación con la captura de Jara Arancibia”, sostiene el comunicado del Ministerio de Seguridad.
La Corte Suprema de Chile confirmó el año pasado la condena del excoronel a diez años de prisión por el asesinato, en diciembre 1973, de un médico (Absalón Wegner Millar) y un funcionario público (Rigoberto Achú Liendo), opositores a la dictadura de Augusto Pinochet (19731990).
El caso
Las víctimas habían sido detenidas en la ciudad de San Felipe, en Valparaíso, por una patrulla de gendarmería por tratarse de dirigentes de los partidos Socialista y Comunista.
Ambos fueron acusados de mantener armas escondidas y luego fueron encarcelados. Pero en la mitad de la noche, según el fallo, “una patrulla los sacó de la cárcel y los acribilló”.
“Los rastros de sangre fueron lavados con la ayuda de gendarmería de esta ciudad”, sostiene el fallo.
El exmilitar, que fue acusado con otros cuatro jerarcas chilenos, justificó el crimen en que hubo un intento de fuga.
Durante el régimen de Pinochet, según datos oficiales, unos 3200 chilenos murieron a manos de agentes del Estado, de los que 1192 figuran aún como detenidos desaparecidos, mientras otros 33.000 fueron torturados y encarcelados por causas políticas.