Bajo la mirada de Mandela
Apunto de cumplirse el centenario del nacimiento de Nelson Mandela, el indiscutido líder sudafricano tiene su merecido homenaje en la ciudad de Buenos Aires: un retrato de quien transformó el diálogo, la concordia y la paz en tres de las mejores armas para enfrentar las divisiones e incluso las guerras fue inaugurado en la sede principal del gobierno porteño, en Parque Patricios.
En un cuadro, el rostro de Mandela –destacada obra del artista Javier de Aubeyzon– aparece plasmado en un lienzo de dos metros por dos. Su semblante transmite paz, calma, paciencia y la sensación de que la Tierra puede dejar de girar por un instante para invitarnos a pensar, a reflexionar antes de actuar, a perdonar en vez de acusar, a procurar el bien común antes que el individual.
La obra corona un viejo anhelo de la sociedad editora de la nacion: homenajearlo en el centenario de su nacimiento, que se producirá pasado mañana, sumando a la ciudad de Buenos aires a la red de metrópolis que lo honran en buena parte del mundo. Con la inestimable colaboración del gobierno porteño y de la Fundación del Banco Ciudad, la obra se exhibe desde el miércoles último, de forma provisoria, en el hall central de la sede de gobierno local. La idea es que más adelante la obra, si es posible ampliada, quede expuesta en varios lugares de libre acceso y tránsito público, para que la mayor cantidad de gente posible pueda disfrutar del maravilloso hiperrealismo expresivo surgido de las manos del pintor.
Decía Mandela: “He andado ese largo camino hacia la libertad. He intentado no flaquear; he dado pasos en falso a lo largo del camino. Pero he descubierto el secreto de que, después de escalar una gran colina, uno solo descubre que quedan muchas más por escalar. Me tomé un momento para descansar, para robar una mirada de la maravillosa vista que me rodea, para mirar atrás la distancia que he recorrido. Pero solo puedo descansar un momento, pues con la libertad vienen las responsabilidades y no me atrevo a detenerme, pues mi largo camino no ha terminado aún”.
Palabras sabias de un hombre que ha dejado una profunda huella. Celebramos poder sumarnos al concierto de ciudades que merecidamente lo honran. Su ejemplo debe hoy más que nunca iluminarnos. Como argentinos, debemos dejar atrás los desencuentros y las divisiones para hacer de esta tierra común un mejor lugar para vivir. Solo así seremos capaces de construir los consensos que el presente y el futuro nos demandan.