Facilitan el acceso al test de VIH en los barrios
Se hacen pruebas rápidas en un tráiler sanitario
En las 41 jornadas de testeo gratuito realizadas en 18 plazas y esquinas de la ciudad en casi cuatro años, más de 5700 personas se acercaron a un tráiler sanitario espontáneamente para hacerse la prueba rápida para detectar el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
En algo más de 15 minutos, la mayoría supo que no había contraído el virus y siguió su camino con más información sobre cómo reducir riesgos. Pero 78 recibieron un resultado positivo y la derivación necesaria a los servicios de infectología de los hospitales de referencia, como el Muñiz, el Ramos Mejía, el Tornú o el Argerich, entre otros.
La última jornada fue hace casi dos semanas en el barrio de Liniers. En la esquina de Rivadavia y Barragán, técnicos de los centros de testeo rápido que funcionan en la jurisdicción atendieron 80 consultas, brindaron información sobre otras infecciones de transmisión sexual (ITS) y ofrecieron preservativos.
La campaña por los barrios de la Coordinación Salud Sexual, Sida e ITS del Ministerio de Salud porteño empezó en 2015, luego del interés que había generado en diciembre del año anterior la oferta del test rápido de VIH en la Plaza San Martín por el Día Mundial del VIH/sida. Desde entonces, equipos de técnicos desarrollaron jornadas en Pompeya, Chacarita, Belgrano, Villa Lugano, La Boca, Villa Soldati, Palermo, Balvanera, el Barrio Mitre en Saavedra, Caballito y el Bajo Flores, entre otros puntos.
Con esto se facilita el acceso a la prueba de VIH, pero también al diagnóstico oportuno. Más de la mitad (53,9%) de las personas testeadas dijo que se acercó “porque pasaba y vio el tráiler”; el resto se había enterado por las redes sociales o por comentarios.
“Es una prueba de tamizaje, por lo que requiere de un diagnóstico confirmatorio en los casos con resultados positivos. Pero es un test con alta sensibilidad y especificidad: un falso positivo es raro, mientras que el falso negativo está en menos del 1% de los casos”, explicó Adriana Durán, médica epidemióloga a cargo del área de VIH de la Coordinación Salud Sexual, Sida e ITS.
En las 41 salidas del tráiler sanitario a los barrios, durante las que se testearon 5762 personas desde 2014, concurrieron más hombres que mujeres a hacerse el test, al revés de lo que sucede en los hospitales. El promedio de edad fue de 33 años para los hombres y las mujeres, y 28 para las personas trans. El 1,35% recibieron un resultado positivo, con una prevalencia mayor en los hombres que tienen sexo con hombres.
“La prevalencia [de la infección] durante la campaña está por encima de lo estimado para el país e incluye a las poblaciones vulnerables, que es lo interesante de esta estrategia. Por eso es esperable un aumento de número de casos: estamos diagnosticando personas que no sabían que estaban infectadas. Son nuevos diagnósticos. No sabemos si son nuevas infecciones”, aclaró Durán.
En el país, el 0,3% de la población vive con el virus, según el último Boletín sobre VIH, Sida e ITS en la Argentina de la Dirección de Sida y Enfermedades de Transmisión Sexual del Ministerio de Salud de la Nación. El año pasado se infectaron 5500 personas (0,13/1000 habitantes), según estimó Onusida sobre las estadísticas sanitarias que informa el país.
En 2013, la cartera sanitaria nacional publicó una resolución que promueve el uso del test rápido de VIH. En la Capital, la prueba se aplica desde un año antes: entre 2012 y 2015, su uso creció un 125% en la jurisdicción, según el boletín epidemiológico de la Coordinación Salud Sexual, Sida e ITS del Ministerio de Salud porteño. De 15.700 tests pasaron a hacerse más de 35.000 en la ciudad.
Transmisión
El VIH se transmite al tener relaciones sexuales sin protección (preservativo en la penetración vaginal, oral u anal y campo de látex durante el sexo oral a las mujeres), compartir elementos cortopunzantes que no sean descartables o estériles, incluidas las prácticas médicas, y durante el embarazo, el parto y la lactancia sin el tratamiento adecuado para prevenir la transmisión madre-hijo.
El test detecta en la sangre los anticuerpos que el virus produce en el organismo cuando lo infecta. Esto no es inmediato; puede demorar hasta un mes. El cuestionario que los profesionales hacen al momento de la prueba indaga sobre posibles exposiciones de riesgo y ese “período de ventana”.
En la ciudad hay 35 centros de salud en los barrios, hospitales y ONG que cuentan con un Centro de Prevención Asesoramiento y Diagnóstico del VIH/sida (Cepad) donde se ofrece el test rápido, que consiste en colocar una gota de sangre en una tira reactiva. El resultado, que demora unos 15 minutos, puede ser negativo (fuera del período ventana, indica que no hay infección) o positivo. En este caso hay que hacer una prueba convencional, más completa, en el hospital para confirmar el resultado e iniciar el tratamiento adecuado lo antes posible.
“Si hoy una persona tiene dudas sobre la exposición, mañana se hace el test rápido y el resultado es negativo, se le indicará que lo repita en un mes por el período de ventana. Por eso es importante el asesoramiento, que se le explique esto a la gente”, agregó Durán.
Los resultados en la vía pública aportan, para la especialista, dos indicadores relevantes. “El test rápido mejora el acceso de la población masculina a la prueba de VIH y salir a la calle podría servir como estrategia para otros controles de salud”, resumió.
Según los registros a 2016, la incorporación en 2012 del test rápido de VIH en el primer nivel de atención del sistema sanitario porteño permitió que un 48% más de personas conocieran su diagnóstico. También redujo un 7% los diagnósticos tardíos, cuando la infección ya provoca síntomas.