Vidal refuerza la ayuda
Entregarán una tarjeta magnética para realizar compras; también se reasignarán fondos presupuestados para obras públicas
Reasigna fondos presupuestados para obras públicas.
LA PLATA.– La gobernadora María Eugenia Vidal anunciará hoy una batería de medidas para atemperar el impacto de la inflación en los sectores más vulnerables: enviará recursos en forma directa a mil comedores barriales, y transferirá 318 millones de pesos presupuestados por obras públicas a refuerzos para los programas alimentarios.
Los fondos irán a los programas Más Vida y a la distribución de la copa de leche en los municipios.
Las medidas son una muestra de cómo afrontará Vidal el ajuste que se viene: no tomará más deuda ni subirá impuestos. Pero cancelará obras (aún no iniciadas) y ahorrará en burocracia, mientras atiende a los sectores más pobres.
“Parte de las obras que estaban programadas para este año no se van a iniciar”, reconoció Vidal a su equipo reunido ayer en la Casa de la Provincia de Buenos Aires. “No queremos llegar tarde a atender la demanda de los más vulnerables”, ordenó de manera contundente.
Tras resolver la reasignación de recursos destinados a infraestructura para atender las demandas sociales más apremiantes, Vidal tomó una decisión sin antecedentes: repartirá tarjetas magnéticas para la compra de alimentos frescos, garrafas o pagos de servicios en los comedores sociales.
Las tarjetas llegarán a unos mil comedores y beneficiarán a unas 50.000 familias.
Se trata de comedores que hasta ahora estaban fuera del sistema de ayuda oficial y que, en gran medida, dependen de organizaciones barriales.
De este modo, la gobernadora evita el fortalecimiento de los punteros y de las organizaciones piqueteras, y se asegura que el dinero llegue directamente a quienes administran los comedores barriales.
El programa de “fortalecimiento de redes de espacios comunitarios” funcionará para potenciar a las organizaciones barriales con trabajo territorial, que hasta ahora estaban excluidas de la ayuda oficial o que solo reciben cajas de alimentos secos.
La idea es que el referente de cada comedor o merendero reciba una tarjeta magnética cada mes con un saldo de 5000 pesos, que se recargará tras las rendiciones mensuales de gastos.
Los mil comedores que serán asistidos están mayoritariamente en el Gran Buenos Aires, donde el índice de niños pobres está en torno del 45% de la población, según los últimos datos oficiales.
Esta iniciativa, que no tiene antecedentes, según dijo Vidal, demandará una inversión inicial de 25 millones en el segundo semestre del año.
Por cuerda separada se fortalecerán otros programas en curso: se sumarán a los beneficiarios de la copa de leche que ahora se distribuye en 42 municipios con 360 mil beneficiarios y llegará a 60 distritos con 394 mil beneficiarios a partir de agosto.
Este es un plan que provee envases de medio kilo de leche en polvo a las comunas para que se entreguen en merenderos por fuera de los 1,7 millones de raciones de alimentos que se entregan en los comedores escolares.
La copa de leche llegará en la segunda mitad del año a los municipios de Azul, Balcarce, Baradero, Brandsen, Chascomús, Exaltación de la Cruz, General Las Heras, General Lavalle, General Madariaga, Lobos, Magdalena, Mercedes, Navarro, Olavarría, Patagones, San Pedro, Villa Gesell y Villarino, hasta ahora excluidos del servicio. Demandará una inversión de 53 millones de pesos.
Además, la gobernadora dispuso un aumento del 15% en el programa Más Vida, de modo que desde agosto cada jefe de familia que hoy recibe 390 pesos recibirá 448 pesos, y la ayuda por cada hijo aumentará de 273 pesos a 314 pesos mensuales.
A estos jefes de familia se le entregará un bono de invierno de 700 pesos, por única vez. Esta medida alcanza a 600 mil beneficiarios e implica una inversión de 240 millones de pesos.
Las medidas se complementan con otras anunciadas en las últimas semanas: el aumento de las jubilaciones mínimas y las asignaciones familiares; el regreso de los descuentos en cadenas de supermercados para los clientes del Banco Provincia, y los créditos blandos para las pymes.
Vidal sabe que la gente que se queda sin empleo por efecto de la recesión sale a la calle: la semana pasada, sin ir más lejos, unos 800 empleados de cooperativas cortaron todos los accesos a la ciudad de La Plata.