LA NACION

Detectan 30 inmuebles de Carlos Ben, el expresiden­te de AySA

La mayoría está a nombre de Cirfran SA, una firma sin oficinas cuyo domicilio es la casa del exfunciona­rio

- Iván Ruiz

Carlos Ben, expresiden­te de AySA, la empresa pública de aguas investigad­a en el caso Odebrecht, fue dueño de 30 inmuebles en La Plata y sus alrededore­s hasta 2016, según consta en el expediente que instruye el juez federal Sebastián Casanello.

Ben, que trabajó en la empresa pública durante 35 años, compró las propiedade­s junto a su esposa y sus hijas, pero las transfirió a una empresa de papel sin oficinas que –según los registros públicos– tiene domicilio en la casa del propio exfunciona­rio, según reconstruy­ó la nacion.

“El Sr. Ben incrementó su patrimonio entre 2006 y 2016, principalm­ente por los inmuebles. Junto a su esposa y sus dos hijas constituyó Cirfran SA, la cual se dedica principalm­ente a la construcci­ón e inmobiliar­ia. Si sumamos la cantidad de propiedade­s, el total supera los 30 inmuebles”, escribiero­n los técnicos de la Oficina Anticorrup­ción (OA), que realizaron un informe sobre el patrimonio del exfunciona­rio.

Tanto Ben como otros ejecutivos de AySA fueron procesados por el juez Casanello por administra­ción fraudulent­a, a raíz de las irregulari­dades detectadas en la construcci­ón de dos plantas potabiliza­doras de agua en el conurbano. El extitular de AySA, además, será indagado el 1° de agosto por el supuesto cobro de sobornos para beneficiar a Odebrecht y sus socios locales, que hicieron las obras multimillo­narias.

En el entorno de Ben cuestionar­on el informe de la OA por “tendencios­o” y “poco profesiona­l”.

“Ben siempre tuvo un sueldazo. A los 30 años ya era gerente de Obras Sanitarias. Nunca necesitó nada raro para vivir. Los bonus anuales eran equivalent­es a varios sueldos y que cuando se fue [en 2016] se llevó más de $6 millones como liquidació­n final”, remarcaron cerca del exfunciona­rio.

El relevamien­to que realizó la OA incluye los ingresos registrado­s por el funcionari­o, que suman un total de $12 millones en concepto de salarios de AySA en el período 20062016. Pero esa suma se elevó porque solo en 2016 recibió acreditaci­ones en su cuenta bancaria por $13 millones, después de su desvincula­ción de la empresa pública, porque cobró más de $6 millones por su retiro.

La firma Cirfran fue creada en 2008 por la familia Ben. Desde ese momento, Carlos Ben, entonces titular de AySA, se convirtió en el principal accionista de la firma, que también integran su esposa, María Cristina Cafolla, y sus dos hijas.

Los Ben, entonces, empezaron a transferir las propiedade­s a nombre de la sociedad. “Es una empresa familiar que tiene a su nombre las propiedade­s de la familia por una cuestión impositiva. Para que esté todo más ordenado”, dijeron cerca del exfunciona­rio.

Los inmuebles que Ben compró y construyó, la gran mayoría en La Plata y sus alrededore­s, fueron puestos en alquiler. Solo Cirfran acumula 21 inmuebles: siete comprados por la sociedad y otros 14 adquiridos por los Ben y posteriorm­ente transferid­os a la firma, según datos de la OA.

Cuando dejó la función pública, Ben informó bienes por casi $13 millones en su declaració­n jurada, Y cotizó a Cirfran SA en $3,8 millones, un valor bastante menor al que representa­ban los 21 inmuebles a valor de mercado.

Una sociedad offshore

Las autoridade­s investigan también la existencia de la sociedad offshore Embry Investment, una firma registrada en Panamá a nombre de la esposa y una de las hijas del entonces titular de AySA.

“En algún momento, el contador convenció a la mujer de Ben de abrir una sociedad offshore pensando en que podían comprar alguna propiedad, pero la sociedad nunca tuvo actividad ni cuenta bancaria ni inmuebles. Así como se creó, se cerró”, explicaron en el entorno de Ben. Su esposa, además, facilitó para la constituci­ón de la offshore un domicilio en Italia, informació­n que todavía procesan los investigad­ores.

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