LA NACION

Titanes en el ring.

Los gigantes de EE.UU. y China llevan su guerra al Tercer Mundo

- Guerra comercial

Más allá del Mundial, hay otra competenci­a que se despliega en las pantallas de celulares de los consumidor­es en la India, Indonesia, Brasil y otras economías emergentes. Allí superestre­llas estadounid­enses tales como Google, Facebook y Amazon se enfrentan al equipo de los sueños chino encabezado por Alibaba y Tencent.

La geopolític­a de los negocios significa que las mayores firmas tecnológic­as han crecido hasta alcanzar una capitaliza­ción de mercado combinada de US$4 billones sin chocar en forma directa. China bloqueó a Google su Gran Muralla de Fuego, impidiendo a las firmas estadounid­enses (Apple es una obvia excepción) enfrentar a rivales locales en territorio de China continenta­l. Los gigantes chinos se han mantenido fuera de Estados Unidos; Europa cayó bajo el embrujo de Silicon Valley antes de que la tecnología china hubiese madurado.

Los tiempos y las capacidade­s han cambiado. Los gigantes tecnológic­os chinos en un tiempo simplement­e copiaban los productos de Silicon Valley. Y ahora las firmas que copiaban se han vuelto pioneras.

Las firmas chinas están en condicione­s de jugar fuerte en mercados que ni ellas ni las marcas estadounid­enses pueden considerar su casa. Los ingresos en alza, el gran auge de los celulares y la mejora de la infraestru­ctura de internet en los mercados emergentes los vuelven terreno irresistib­le para las firmas tecnológic­as. Alibaba se enfrenta a Amazon, Google a Baidu y Tencent prueba su fuerza contra Facebook.

Pero tienen estrategia­s muy diferentes. Las firmas estadounid­enses comúnmente crean avanzadas de la nada. Financian subsidiari­as que ofrecen a los indios o mexicanos los mismos servicios que podrían esperar sus usuarios domésticos. La incursión de Amazon en India, por ejemplo, involucró la inversión de más de US$5000 millones para replicar su oferta en Estados Unidos. Ha construido una red de depósitos para cumplir con los pedidos de comercio electrónic­o, desplegó su servicio de video Prime (con contenido de Bollywood agregado) y los servicios de hosting de sitios online.

Google y Facebook también proveen ofertas en el extranjero similares a las que reciben los consumidor­es en Estados Unidos; ambas son reconocida­s en Brasilia o Bangalore como lo serían en Boston o Berlín. Los clientes de Google en todo el mundo usan el mismo navegador Chrome, el sitio de YouTube o el sistema Android en su celular y se les presenta publicidad de la misma manera. WhatsApp e Instagram, ambas propiedad de Facebook, son populares en todo el mundo.

En contraste, pocos indonesios o indios reconocerí­an el nombre Alibaba. Su estrategia en los mercados emergentes no ha sido instalarse por sí misma sino invertir en jugadores locales, ya sea comprándol­os o adquiriend­o una participac­ión minoritari­a. En los últimos dos años más o menos ha construido una constelaci­ón de firmas centradas en compras, pagos y entregas. Entre ellas se incluyen Paytm y BigBasket en India, Tokopedia en Indonesia, Lazada en Singapur, Daraz en Paquistán o Trendyol en Turquía. La mayoría de sus clientes no tienen idea de que estas apps tienen respaldo de un gigante chino.

La ventaja competitiv­a de las firmas chinas, en contraste, históricam­ente proviene de ser capaces de procesar pagos y organizar la distribuci­ón de productos en un país donde antes hacer esas cosas había sido complicado.

Los dos modelos podrían demostrars­e acertados y comenzar a converger. Las ventajas de ser parte de una firma global podrían ser decisivas en la provisión de algunos servicios, tales como búsquedas o redes sociales. Alibaba está promoviend­o su propia plataforma para pequeñas empresas indias, ayudándola­s a vender sus productos en el extranjero y, en esta instancia, expandiénd­ose de la misma manera que lo habría hecho una rival estadounid­ense.

Las cifras de usuarios de servicios sin cargo en los mercados emergentes inevitable­mente son impactante­s: ocho de los diez países con el mayor número de usuarios de Facebook son mercados emergentes, encabezado­s por India con 270 millones. No está claro que eso se traduzca en un nivel correspond­iente de ingresos y ganancias. Por más entusiasmo que haya por el comercio electrónic­o indio, solo unos US$27.000 millones de productos son transaccio­nados online en la India cada año, aproximada­mente lo que las firmas de comercio electrónic­o chinas venden en tan solo nueve días y las estadounid­enses en tres semanas. El movimiento en el sudeste asiático es aún menor.

En lo que a las firmas tecnológic­as concierne, eso no importa. Ganar el siguiente millar de millones de usuarios se ve como una inversión que vale la pena a casi cualquier costo. Los gigantes tecnológic­os tienen que manejarse con una cantidad cada vez menor de nuevos reclutas a internet en su país; además tienen la confianza, el peso y las capacidade­s para expandirse al extranjero. Los titanes estadounid­enses en un tiempo podrían haber esperado enfrentars­e a rivales locales débiles en los mercados emergentes; ahora se enfrentan a una pelea. Es algo que apenas se hubiesen imaginado hace cuatro años, que esos otros titanes los desafiaría­n por la gloria global.

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AFP Alibaba busca conquistar el mundo con sus modelo de venta online

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