Un mensaje de Trabajo para desalentar una escalada de protestas
El ministerio busca que la multa a Moyano disuada a otros gremios de endurecer sus posturas
La multa de 810 millones de pesos al sindicato de los camioneros, que lidera Hugo Moyano, por haber violado una conciliación obligatoria dictada a fines del año pasado podría no ser la única. El Ministerio de Trabajo ya decretó que el gremio incurrió en la misma falta el mes pasado y podría fijar una sanción aún mayor. Por otro lado, analiza la última protesta de los gremios aeronáuticos para decidir si corresponde o no avanzar en el mismo sentido.
Más allá de los casos puntuales, el Gobierno pretende que la multa a Moyano tenga efecto sobre el resto de los gremios díscolos. Ayer, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, expuso esa intención oficial en público. “Acá no hay espacio para la impunidad ni para que ninguno se pueda llevar las cosas por delante”, advirtió en declaraciones a Radio Mitre.
El Gobierno tiene claro, y no oculta, que volver a subir a Moyano al ring y tenerlo como enemigo principal, a él y a los sindicatos duros en general, es estratégicamente muy conveniente. Es el antídoto ideal para hacer frente al descontento social creciente por la situación económica y la caída de la imagen de Macri, razonan. “Tener a Moyano enfrente es pura ganancia. La multa es un mensaje claro de que la lucha contra las mafias sigue estando presente”, sintetizaron ante la nacion fuentes de la Casa Rosada.
En la misma línea, el Gobierno analiza el avance contra Moyano, y el endurecimiento con el gremialismo duro en general, como un guiño al electorado macrista desencantado. “Vamos a empezar a hacer cumplir la ley. Y de acá en adelante se va a aplicar para todos, sin privilegios para nadie”, avisan cerca del Presidente.
La segunda sanción contra Camioneros es casi un hecho. El Ministerio de Trabajo ya dictaminó que el último paro del gremio, el 14 de junio, violó la conciliación obligatoria que la cartera había dictado el 5 de ese mes. Todavía hay audiencias pendientes en las que el sindicato prevé hacer su descargo. Sin embargo, tanto en el ministerio como cerca de Moyano dan por descontado que el proceso terminará con otra multa, y por un monto superior a la primera, por reiteración de los incumplimientos.
El otro procedimiento que Triaca tiene en sus manos se inició por una denuncia de Aerolíneas Argentinas contra la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) por la supuesta presión sobre un comandante para que leyera un mensaje contra las low cost en pleno vuelo. También el gremio de aeronavegantes quedó en la mira del Ministerio de Trabajo por haber organizado asambleas que retrasaron vuelos.
En el caso de la supuesta intimidación al piloto, el ministerio todavía debe determinar si esa conducta constituye una acción gremial, respaldada por el sindicato y, por lo tanto, una violación de la conciliación obligatoria que la cartera había dictado 10 días atrás.
Ayer, referentes de los siete gremios aeronáuticos, autoridades de Trabajo y de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) se reunieron en la cartera laboral. El encuentro transcurrió en buenos términos y sirvió para bajar la tensión. Los jefes sindicales se comprometieron a no promover nuevas protestas y el Gobierno y la ANAC, a hacer un seguimiento de las condiciones de seguridad en los vuelos low cost, uno de los principales reclamos de los aeronáuticos. Volverán a encontrarse dentro de una semana.