Alerta por dos casos de sarampión detectados en hospitales porteños
Se trata de un bebé de cinco meses y otro de seis, que no habían viajado y que no estaban vacunados porque la primera dosis es al año; investigan la fuente de infección
Europa está viendo un aumento sostenido de casos (crecieron un 400% en 2017) y ya superan los 20.000. Hay varios países con brotes de sarampión activos; entre ellos, Francia, Italia, Rusia, Irlanda e Inglaterra. “Esto ocurre por déficit de vacunación vinculado con grupos antivacunas y padres así llamados ‘naturistas’”, explica López.
En la Argentina, el último caso de sarampión endémico se registró en 2000. Desde entonces, solo hubo 32 casos importados. Los últimos tres ocurrieron en la ciudad: dos fueron importados y otro, relacionado con una persona que había viajado al exterior. Se calcula que el 90% de la población infantil del país está vacunada, pero hay unos 80.000 chicos que no completan el esquema en tiempo y forma.
“En el contexto de una circulación persistente en todo el mundo, el riesgo de que pase esto es muy alto –destaca la doctora Carla Vizzotti, presidenta de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE)–. Que haya casos importados y detectados precozmente es algo esperable, no es lo mismo que el sarampión endémico. Lo que preocupa es que sabemos que hay una cohorte de ‘susceptibles’ [personas en riesgo]”.
Con el objetivo de reforzar la cobertura se está preparando una campaña para vacunar a los chicos de entre uno y cuatro años para octubre y noviembre.
En América, los últimos casos endémicos se registraron en 2002. Hace dos años, la Organización Panamericana de la Salud declaró el continente como la primera región libre de la circulación del virus, pero desde entonces se registraron casos en once países. Desde 2017, en Venezuela hay un brote en curso y también hubo casos importados en Colombia, Estados Unidos, Perú, Antigua y Barbuda, Guatemala, Canadá y México.
El virus del sarampión es altamente contagioso y muy transmisible. Puede permanecer dos horas en el aire en ámbitos cerrados. Nueve de cada 10 personas susceptibles, si están en contacto con un portador o entran en contacto con aire o superficies contaminadas, lo adquieren.
Los primeros síntomas son fiebre, manchas rojas en la piel y lo que se conoce como “triple catarro” (conjuntivitis, rinitis y bronquitis). Puede tener complicaciones graves, como neumonía viral, sobreinfección bacteriana y encefalitis.
Si se entra en contacto con alguien que viajó a países con casos de sarampión o si aparecen síntomas en personas de cualquier edad, es importante hacer la consulta con el médico. “El equipo de salud debe notificar los casos sospechosos de inmediato, aunque no estén confirmados –subraya Vizzotti–, porque, si no, vamos siempre un pasito detrás del virus. En Brasil hubo más de 600 casos y cuatro fallecidos. No hay que bajar los brazos”.
Para López, el mayor problema lo presentan las personas que viajan a zonas donde hay actividad viral. “Tienen que estar seguros de que están bien vacunados –afirma–. Si no, conviene hacer lo que se llama una ‘vacunación sucia’; es decir, aplicar una dosis sin esperar la serología [el estudio de los sueros biológicos]”.
Los bebés evolucionan favorablemente. En particular, la atendida en el Hospital Gutiérrez, que está pronta a ser dada de alta. “Por ahora, no preveo un brote. La clave es hacer rápido el bloqueo vacunando a los convivientes –afirma López–. Si se presentaran más casos, por ahí hay que bajar la edad de vacunación, pero por ahora no es necesario”.
Para el especialista también es importante subrayar que cuando es necesario enviar a un paciente con sarampión a un centro de mayor complejidad, hay que hacerlo en un móvil sanitario. “Porque antes de brotarse estas personas ya contagian”, destaca.