Gallardo se excluye y la sucesión es un rompecabezas
El entrenador de River se apartó de la chance de reemplazar a Sampaoli, al asegurar que seguirá en su club, algo similar a lo que piensan Pochettino y Simeone; otros referentes millonarios, Almeyda y Ramón Díaz, se postulan, algo que no le gusta al Muñeco
La eliminación del seleccionado argentino en los octavos de final del Mundial de Rusia abrió una caja de Pandora que dejó al descubierto los males que estaban bajo contraseña, a la espera de que Lionel Messi salvara al equipo en lo futbolístico, más allá de las desavenencias y los planteos a Jorge Sampaoli que iban trascendiendo. Esa pronta despedida frente a Francia desembocó en el acuerdo de salida que sellaron un entrenador que ya había perdido autoridad incluso en su propio equipo de trabajo, y Claudio Tapia, el presidente de la AFA.
Automáticamente nació otro capítulo de una saga de más episodios que La guerra de las galaxias: el de encontrar quien tomara las riendas y se convirtiera en el décimo entrenador nacional en los últimos 20 años. Y ahora, como cuando asumió Edgardo Bauza en la etapa anterior, todo indica que aquellos que están en la primera fila de protagonismo para esta película miran a otro lado. El panorama, de pronto, lleva a pensar si, entre negativas, ciclos cumplidos y audaces postulaciones, para llegar al próximo DT no habrá que idear un software como el que se utilizó para armar la Superliga 2018/2019.
Ayer se excluyó Marcelo Gallardo. “Me llena de orgullo el reconocimiento cada vez que se nombra mi persona para ser una de las candidatas, pero no he recibido ningún llamado, y mi cabeza y mi proyecto están en River”, sostuvo en una rueda de prensa. Sonaba convencido, en una actitud antagónica a la que transmitía el paso de Sampaoli por la selección, pese a ser el casildense aquella primera opción que manejaba la AFA al asumir en 2017 Tapia, que decidió que no siguiera Bauza.
“Tengo un contrato firmado [hasta 2021] y lo respetaré hasta que las energías me digan «basta» o se desgaste la situación, y ese día daré un paso al costado. No voy a desviarme de eso. Mientras siga alineado con las autoridades de River, voy a seguir”, fundamentó Gallardo, de 42 años, sin dejar de reconocer que lo “ilusiona dirigir alguna vez al seleccionado”.
En ese sentido, se puso en la misma vereda que Mauricio Pochettino, otro entrenador cuya actualidad lo promociona. “Estoy bien aquí, en Tottenham. A mi edad [46 años] me agrada estar envuelto en el día por día. Lo tomo solamente como otro rumor del fútbol, entre los muchos que hay. No está en mi corto plazo tener aspiraciones de entrenar a la Argentina”, aseguró antes de Rusia 2018, tras renovar su contrato con el club inglés hasta 2023.
Diego Simeone no ha sido últimamente tan explícito como se ha instalado en cuanto a que se niega a tomar el timón. Lo último que se supo al respecto es por un audio que se viralizó durante el Mundial en el que establecía sus diferencias con el sistema de juego dispuesto por Sampaoli ante Islandia y Croacia, en los dos primeros partidos. Aquella charla con Germán Burgos, su ayudante en Atlético de Madrid, pasó de privada a pública en unas horas, pero meses antes Simeone había manifestado: “Me gusta estar todo el día en el campo, trabajando, compitiendo, y la selección no da eso. Hoy no veo esa situación”.
Pochettino y el Cholo, de 48 años, tienen consenso en la dirigencia y los aficionados y tienen pergaminos. “Son los candidatos más importantes”, sostiene Jorge Almirón, otro de los hombres en la vidriera. “Me siento preparado, pero de ahí a tomar la selección... Sería un privilegio, pero dependerá de la visión de todos y de que se pueda sostener un proceso”, explica el actual DT de Atlético Nacional, de Medellín.
A los 68 años, a José Pekerman se lo postula para regresar al cargo de director técnico hasta la Copa América Brasil 2019 y luego quedar como manager. Pero la federación de Colombia, a cuyo seleccionado acaba de dirigir por segunda Copa del Mundo seguida, desea retenerlo. Con menos espalda internacional pero adorado en Perú, al que llevó a su primer Mundial en 36 años, aparece Ricardo Gareca, que dejó abierta la puerta ante las versiones que lo vinculan con la Argentina. “Soy un técnico libre. Que me nombren siempre es gratificante. Es lo único que puedo decir”, señaló.
También asoman los que se autopostulan, como sucedió en las últimas horas con Matías Almeyda, que a los 44 años dejó Chivas, de Guadalajara, club en el que ganó cinco títulos, y aseguró que “iría nadando a la selección”. Y Ramón Díaz, con apenas dos meses al mando de Al-ittihad, de Arabia Saudita, a quien decirse “listo para dirigir a la Argentina” le costó que dos millones de hinchas reclamaran ayer su renuncia, según el sitio Arriyadiyah.com.
“Soy respetuoso de las formas; los que me conocen, lo saben. Para cualquier entrenador argentino debe ser el máximo orgullo dirigir a su seleccionado, pero de ahí a que me postule... No va conmigo”, se diferenció Gallardo, que en el Mundial vio un equipo en el que la cuestión “era prenderle velas a Messi, en función de todas las desprolijidades que se veían”.
Desde la casa madre del fútbol argentino se comunicó que hasta el 31 del actual, cuando se reúna el comité ejecutivo, no habrá gestiones ni diálogos con nadie. La selección espera por ese alguien que la encamine hacia el rumbo que ha perdido.