Un gesto de Bolsonaro desata la polémica en la campaña brasileña
En un acto, el candidato le enseñó a una menor a simular un arma con la mano
BRASILIA ( ANSA).– La campaña electoral en Brasil tuvo su campanada de largada y ya tiene su primer escándalo, protagonizado por el candidato Jair Bolsonaro, que marcha primero en las encuestas que no contemplan a Luiz Inacio Lula da Silva como aspirante del Partido de los Trabajadores ( PT) para las elecciones de octubre próximo.
Un video que muestra a Bolsonaro con una chica en brazos a quien le enseñaba cómo poner los dedos en forma de arma generó revuelo en Brasil. Justamente el ícono del Partido Social Liberal ( PSL), que ya se transformó en su marca registrada, es colocar el dedo índice y el pulgar imitando un arma, como acompaña- miento visual de una de sus consignas (“No hay mejor delincuente que el delincuente muerto”).
El jueves pasado, durante un evento en el estado de Goiás, Bolsonaro, que suele hacer bromas en público, alzó a una chica de entre tres y cuatro años y agarró sus dedos para que reprodujera el arma imaginaria.
La imagen de Bolsonaro con la chica en brazos generó la indignación de la candidata Marina Silva, del partido Red Sustentabilidad. “Como madre y profesora, estoy escandalizada al ver al candidato enseñando a una niña a hacer el gesto del revólver. Las manos de un niño deben ser entrenadas para utilizar un lápiz y un cuaderno, jamás para usar armas”, dijo.
“Yo como padre siento asco y lamento que una persona así esté suelta destilando odio. Bolsonaro no es un adversario electoral, es un adversario de Brasil”, dijo, por su parte, el precandidato presidencial Guilherme Boulus, del Partido Socialismo y Libertad ( PSOL).
El diputado Comisario Waldir, del PSL, que acompañó a Bolsonaro durante el acto proselitista en Goiás, refutó las críticas de la Red y el PSOL por el gesto junto a la chica, aclaró: “Los dedos son una marca registrada, son un símbolo de ser cristiano y patriota, no de una incitación a la violencia”.
Bolsonaro es capitán retirado y el diputado más votado de Río de Janeiro. Tiene como banderas distintivas su reivindicación de la violencia de Estado, las críticas a los políticos tradicionales y la defensa de la dictadura militar que gobernó entre 1964 y 1985.
Todos los pronósticos lo ubican como un serio aspirante en los comicios del próximo 7 de octubre. Se encuentra segundo en todas las encuestas, con entre el 15 y el 17% de la intención de voto, detrás de Lula, que suma entre el 30 y el 33%, aunque parece improbable que recupere la libertad para hacer campaña.