Universidades
Es de gran importancia la firma por parte del Presidente del decreto sobre designaciones y contrataciones que apunta a la reducción de gastos en la gestión pública. En el ámbito universitario deja sin efecto, a partir del 1 º de enero de 2019, los convenios de asistencia técnica, mediante servicios personales, entre diferentes universidades y entidades del PEN ( art. 3). Sin duda es un claro freno a los actos de corrupción que tienen a las universidades nacionales como medio para el desvío de fondos públicos a destinos espurios. Esto viene dándose desde el comienzo del gobierno de néstor Kirchner, quien con un decreto facilitó que el Estado contratara en forma directa con universidades nacionales, las cuales, con rectores, decanos y profesionales, profesores o no, afines al peronismo kirchnerista, distraían centenares de millones de pesos provenientes del erario público ante la confianza que da la “marca” de la universidad y de la facultad elegida insertadas en un dictamen. Tan solo en la Facultad de Derecho de la UBA en el ejercicio 2017 ingresaron por estos convenios 271.568.747 pesos. no se conocen las aperturas de partidas correspondientes a estos ingresos. con base en la autarquía y la autonomía que defienden a rajatabla, las universidades se vienen excusando de rendir cuentas a la ciudadanía. Por otra parte, poco se sabe qué porcentaje de esos importes ingresaron efectivamente a las arcas de la facultad para cubrir sus gastos anuales. Pero el alcance de la norma del art. 3 queda a mitad de camino ya que regula “hacia adelante” y no se detiene en investigar “hacia atrás” todo el mecanismo de corrupción montado por el gobierno peronista. Tampoco prevé conocer e investigar a los que, como operadores universitarios, se involucraron en la maniobra. Hayan sido profesionales externos, profesores o autoridades de las facultades involucradas, deberán ser identificados e investigados y a quienes hayan colaborado, activa o pasivamente, en actos de corrupción deberá caerles todo el rigor de la ley y deberán retornar a las exhaustas arcas de nuestras facultades el dinero que han saqueado.
Guillermo J. H. Mizraji Profesor titular gmizraji@ estudiomd. com