Cuentos norcoreanos clandestinos
La acusación. Cuentos prohibidos de Corea del Norte consiste en siete relatos escritos entre 1989 y 1995 por el autor disidente apodado “Bandi” ( 1950). Tal como señalan sus traductores, editores y publicistas en los dos apéndices incluidos al final del libro, el objetivo es contar la vida cotidiana tal como esta se ha desarrollado bajo la dictadura instaurada en la República Popular Democrática de Corea desde 1948.
La información sobre Bandi, por otro lado, es tan escasa como ambigua ( aunque, como señala con precisión el periodista Kim Seong- dong, no cabe duda de que “es difícil alcanzar el equilibrio entre calidad literaria y la denuncia de los hechos”). Insertado en la estructura oficial con la que el estado norcoreano controla a sus artistas – la Federación de Autores de Choseon, bajo la órbita del Departamento de Propaganda y de Agitación del Partido de los Trabajadores–, al parecer las hambrunas de los años noventa hicieron que Bandi decidiera hacer llegar sus “cuentos prohibidos” a Corea del Sur, y desde ahí al resto del mundo.
La paradoja, sin embargo, es que el país narrado por Bandi, donde los chicos tienen pesadillas con Karl Marx, “desviarse de las actividades del grupo” es sospechoso y la atmósfera se concentra en “censurar cualquier atisbo de infidelidad a la ideología del Partido”, casi no cede milímetro alguno a repetir lo que ya se sabe acerca de la vida bajo la dinastía inaugurada por Kim Il- sung. Eficaz, redundante y “no animado por el talento sino por la pura indignación”, como aclara Bandi, La acusación no ofrece más de lo que parece.