Macri lanzó el nuevo plan militar y el envío de efectivos al norte
Presentó en Campo de Mayo los lineamientos de la reestructuración de las Fuerzas Armadas
En el amplio hangar de la Agrupación Aviación Ejército 601, con la exhibición de varias unidades de transporte aéreo, el presidente Mauricio Macri presentó ayer la reforma militar orientada a modernizar las Fuerzas Armadas y reforzar con un papel más activo su participación en el combate contra el narcotráfico.
Fue un breve acto en el aeródromo de Campo de Mayo, sin presentaciones ni grandes formalidades –ni siquiera se cantó el Himno Nacional– y con un discurso contundente, en el que Macri llamó a “construir las Fuerzas Armadas profesionales y equipadas que la Argentina necesita”.
Flanqueado por el ministro de Defensa, Oscar Aguad, y el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, teniente general Bari del Valle Sosa, el Presidente ratificó que los militares colaborarán con la seguridad interior, principalmente a través del apoyo logístico en la frontera norte. El primer aporte será el envío de 500 efectivos, a partir del 1º de agosto, a poblaciones vulnerables de la zona, y el número crecerá a 5000 en un año y podría llegar después a 10.000 militares, anticipó Aguad.
En el Gobierno esperan que Macri firme entre mañana y el jueves dos decretos para concretar la reforma. Por un lado, modificará el
decreto 727/2006, reglamentario de la ley de defensa, que hoy impide a las Fuerzas Armadas intervenir ante agresiones de origen externo que no sean perpetradas por Estados convencionales. La otra norma promulgará directivas presidenciales de defensa nacional.
La decisión de involucrar a las fuerzas militares en la lucha contra el narcotráfico provocó fuertes reacciones en la oposición. Los diputados del Frente para la Victoria (FPV) advirtieron que se trata de “una medida ilegal” que “ya fracasó en México, Colombia y Brasil” (ver aparte).
Custodia de objetivos
Entre otras misiones, los efectivos militares tendrán a su cargo la custodia y la protección de objetivos estratégicos, además de asumir “el desafío de resguardar el ciberespacio y garantizar los activos e infraestructura informáticos críticos del sistema de defensa nacional”, describió el Presidente.
Al explicar las nuevas directivas de la política castrense, Macri llamó a poner en marcha “una reforma del sistema de defensa nacional que permita enfrentar los desafíos del siglo XXI”.
Dijo que el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea seguirán cumpliendo “la misión principal de proteger la soberanía e integridad territorial del país” y advirtió que el Gobierno se fijó la misión de “saldar la deuda que tenemos con las Fuerzas Armadas de la democracia”.
Lo escuchaban, atentos, los jefes del Ejército, general Claudio Pasqualini; de la Fuerza Aérea, brigadier general Enrique Amrein, y de la Armada, vicealmirante José Luis Villán. Además, se encontraba el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, entre otros.
“Los argentinos vivimos en una zona de paz y estabilidad, pero somos parte de ese mundo complejo en el que las amenazas, los riesgos y desafíos que afectan a los Estados requieren una organización y una articulación eficientes”, afirmó el mandatario.
Macri contrastó esos desafíos con un diagnóstico crítico de las actuales capacidades militares.
“La Argentina tiene un sistema de defensa desactualizado, producto de años de desinversión y de la ausencia de una política de largo plazo. Seguimos conservando un despliegue territorial para amenazas antiguas”, precisó. Esa percepción es la que anima al Gobierno a pensar en la relocalización y posible fusión de las bases militares, lo que llevará al Ejército y a la Fuerza Aérea a compartir unidades.
El Presidente anticipó que trabaja en “un instrumento militar basado en el accionar conjunto, que nos permitirá avanzar hacia la eficacia de las Fuerzas Armadas”. Destacó, así, la necesidad de “actualizar la doctrina y los planes de carrera militar, en particular para el uso de las nuevas tecnologías” y fortalecer la Fábrica Argentina de Aviones (Fadea) y el complejo Tandanor.
También estimó imperioso que las Fuerzas Armadas “puedan apoyar la política exterior, contribuyendo a la integración del país al mundo, con mayor presencia en operaciones de paz en las Naciones Unidas, promoviendo la cooperación y sosteniendo la presencia argentina en la Antártida”.
Prometió, además, reactivar la figura de los reservistas y producir cambios en la ley del personal militar, lo que podría ser el primer paso para la incorporación de civiles en puestos militares estratégicos que no constituyen funciones de comando.