La línea San Martín será eléctrica para 2023: hasta 22 minutos menos de viaje
El ramal sumará nueva tecnología y coches 0 kilómetro; participan de la licitación siete firmas extranjeras
El tren San Martín, que une Retiro con Pilar, será electrificado y se modernizará en forma integral, con una inversión de US$500 millones. Ayer se conocieron las cinco ofertas a la licitación internacional, presentadas por un total de 15 empresas, de las cuales ocho son locales y siete son extranjeras. Participan firmas de China, España, Italia, Francia y Alemania.
Para 2023, la línea ferroviaria –que hoy es diésel– no solo será eléctrica, sino que contará con coches 0 kilómetro con aire acondicionado, frenado automático, vías 100% renovadas, nueva señalización y comunicaciones entre Retiro y Pilar, además de un nuevo taller para la reparación de los trenes. Con la obra, que demandará cuatro años de ejecución, se generarán 10.000 empleos.
Finalizados los trabajos, los pasajeros que se trasladen entre las estaciones cabecera del San Martín se ahorrarán 22 minutos de viaje. Hoy, el tren tarda alrededor de una hora y media entre Pilar y Retiro; luego, el trayecto llevará 68 minutos. Mejorarán también las frecuencias, que hoy rondan los 18 minutos y bajarán a nueve. El ramal transporta 170.000 pasajeros diarios.
“Esta obra representa un salto tecnológico para el San Martín, pero además es una muestra de la apuesta que estamos haciendo al transporte público de calidad, con obras planificadas y a largo plazo. En el área metropolitana estamos modernizando la totalidad del sistema porque queremos que todos los trenes funcionen en forma integrada, como nunca en más de 100 años de historia, a través de la Red de Expresos Regionales (RER)”, dijo Guillermo Dietrich, ministro de Transporte de la Nación.
Y agregó: “Hablamos de un nivel de conectividad inédito y de un impacto enorme en la economía y en la vida de más de 10 millones de personas, que van a poder viajar más rápido y cómodo, o conseguir un nuevo empleo en lugares a los que antes no podían llegar”.
La electrificación de la línea requiere la modernización de la flota, mediante el reemplazo de los trenes diésel –que funcionan desde los años 60– por trenes eléctricos, que son más confortables para los usuarios y además menos contaminantes para el medio ambiente. El Gobierno lanzó ya una compra para 1500 coches con esta tecnología; se trata de la mayor adquisición en la historia argentina de material rodante para el área metropolitana de Buenos Aires, con una inversión superior a los US$2000 millones. Un 20% de los componentes se fabricará en el país.
Estos nuevos trenes eléctricos de trocha ancha tendrán wifi, aire acondicionado, puertas y frenos automáticos, y cámaras de seguridad, entre otras mejoras.
Las obras en el ramal también incluyen la construcción de un nuevo taller de trenes en Santos Lugares, más una nueva subestación eléctrica en William C. Morris y la renovación de la estación cabecera de Pilar.
Luego de la apertura de sobres de ayer, está prevista la adjudicación de la obra en 2019 y el inicio de la ejecución para el segundo semestre del año que viene. Este proyecto cuenta con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Actualmente, en el tren San Martín se está desarrollando el viaducto entre Palermo y Paternal, que beneficiará a 680.000 personas entre pasajeros del tren, usuarios de transporte público, automovilistas y vecinos. Por la elevación de las vías en ese tramo, se eliminarán 11 barreras y se abrirán nueve calles con cruces seguros en la ciudad de Buenos Aires.
La línea San Martín funcionó impulsada a vapor desde sus orígenes, a fines del siglo XIX. El último salto tecnológico se produjo entre fines de los 50 y principios de los 60, con la incorporación de las primeras locomotoras diésel. Seis décadas después será electrificada.