Infierno en Grecia
La ola de calor y los vientos fueron una combinación letal para decenas de familias que fueron sorprendidas por el fuego cuando intentaban huir de un balneario turístico, a 40 km de Atenas
ATENAS (AP).– La inusual temporada de calor que afecta a todo el hemisferio norte se convirtió en un infierno para Grecia, que sufre desde anteayer uno de los peores incendios del siglo en Europa. En total, 74 personas murieron por las llamas, que se extendieron en zonas turísticas cercanas a Atenas, como Mati (foto). Los rescatistas encontraron escenas dramáticas, como la de 26 personas que murieron abrazadas en un intento de protegerse.
ATENAS.– En el segundo incendio entre los más letales del siglo en Europa, 74 personas murieron y más de 500 resultaron heridas cerca de Atenas debido a que la sequía y los fuertes vientos resultaron en cuestión de horas una trampa mortal para familias enteras que intentaron huir de las llamas.
“Hoy, Grecia está de duelo”, dijo el primer ministro, Alexis Tsipras, al anunciar en un mensaje televisivo tres días de duelo para todo el país. La presidencia de la república anuló los actos previstos ayer para conmemorar el restablecimiento de la democracia, en julio de 1974.
Se trata por lejos del peor incendio sufrido por Grecia desde que el fuego devastó la península del Peloponeso en agosto de 2007 y provocó la muerte de 77 personas.
Un centenar de bomberos continuaban buscando posibles víctimas al este de Atenas, presa de las llamas desde anteanoche, y seguían recibiendo “decenas de llamadas” de personas que buscaban a sus familiares, afirmó la vocera de los bomberos, Stavroula Maliri. En el
balneario de Mati, unos 40 kilómetros al este de Atenas, 26 cadáveres carbonizados fueron encontrados abrazados en grupos “en un último intento de protegerse” (ver aparte), contó un rescatista, Vassilis Andriopulos. Y son incontables los esqueletos de automóviles y animales calcinados que se hallaron en esa pequeña localidad.
“Mati ya no existe”, lanzó el alcalde de Rafina, Evangelos Burnus, al precisar que “más de mil edificaciones y 300 vehículos” sufrieron daños.
Guardacostas y otros barcos rescataron a casi 700 personas que huyeron hacia el mar y sacaron del agua a otros 19 supervivientes y cuatro cadáveres, dijo la Guardia Costera. Un fotógrafo de la agencia Reuters vio al menos cuatro cadáveres en un estrecho camino bloqueado con automóviles que se dirigían a una playa.
“Vecinos y turistas de la zona no escaparon a tiempo a pesar de que estaban a pocos metros del mar o en sus casas”, dijo la vocera de bomberos.
No estaba claro cuántas personas seguían desaparecidas, mientras los guardacostas peinaban las playas para encontrar a posibles supervivientes.
Fueron varios los factores que se combinaron para que estos incendios se convirtieran rápidamente en una trampa mortal.
Como gran parte de Europa, Grecia vive desde hace semanas una ola de calor con temperaturas de hasta 40 grados. Además, después de que se desató el fuego, los vientos de más de 100 kilómetros por hora cambiaban rápidamente de dirección y envolvían a los automovilistas que trataban de escapar. Por eso hubo tantas víctimas en las rutas.
Por otra parte, al tratarse de una zona turística, la mayoría de las viviendas están rodeadas de pinos de fácil combustión, y cuando muchos eligieron escaparse hacia el mar las llamas y el humo los encerraron en el agua.
Los incendios son comunes en Grecia, pero la causa del brote actual no quedó clara de manera inmediata y un fiscal de Atenas ordenó una investigación.
El gobierno griego sospecha fuertemente que los incendios fueron intencionales. Tsipras habló de un extraño “fuego asimétrico”, es decir, con orígenes en distintos puntos.
Chipre, España, Italia, Croacia y Portugal ofrecieron ayuda después de que Grecia dijo que necesitaba efectivos por aire y tierra de sus aliados europeos.
“Nuestros pensamientos están con Grecia y las víctimas de estos terribles incendios”, dijo el presidente francés, Emmanuel Macron, en unos tuits publicados en francés y en griego.
El papa Francisco expresó en un telegrama que sentía “profunda tristeza” por la tragedia y que rezaba por las víctimas y sus familias.