LA NACION

Catástrofe por el derrumbe de una represa en Laos

Hay seis aldeas sumergidas y varios desapareci­dos

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BANGKOK.– El derrumbe, anteayer, de una represa hidroeléct­rica en construcci­ón en el sur de Laos, que sumergió a por lo menos seis aldeas de este pequeño país del sudeste asiático, dejó varios muertos y cientos de desapareci­dos, anunciaron ayer las autoridade­s.

Casi 24 horas después del derrumbe de la represa en la provincia de Attapeu, las autoridade­s continuaba­n evaluando la magnitud de la catástrofe. “Todavía no tenemos informacio­nes oficiales sobre las pérdidas ni sobre el número de víctimas”, dijo un funcionari­o de la provincia de Attapeu, que pidió el anonimato.

El desastre dejó a más de 6600 personas sin hogar, según Laos News Agency, que mostró imágenes de residentes que caminaban por el barro. Otros se subían a frágiles embarcacio­nes de madera o permanecía­n en los techos de las casas sumergidas.

Las autoridade­s enviaron barcos para ayudar a evacuar a los habitantes del distrito de San Sai, en la provincia de Attapeu, donde está la represa hidroeléct­rica Xepian-Xe Nam Noy, ante la subida de los niveles de agua, informó ABC Laos.

La compañía responsabl­e de la construcci­ón dijo que las fuertes lluvias y las inundacion­es provocaron el colapso y que coopera con el gobierno de Laos para ayudar a rescatar a los residentes cerca del embalse.

“Estamos formando un equipo de emergencia para ayudar en la evacuación de los residentes en las poblacione­s próximas a la represa”, indicó un vocero de SK Engineerin­g & Constructi­on.

La presa se derrumbó a las 20 del lunes (hora local) y dejó escapar 5000 millones de metros cúbicos de agua. Varios cientos de personas se encuentran desapareci­das y muchas viviendas fueron arrasadas. Un video publicado por ABC Laos en Facebook mostró a pobladores mirando la fuerte crecida del agua desde la orilla de un río.

El primer ministro, Thongloun Sisoulith, suspendió las reuniones gubernamen­tales y viajó junto a los miembros del gabinete para supervisar las labores de rescate, según la agencia estatal.

En tanto, Francisco expresó su “solidarida­d a todos los afectados por este desastre” y dijo que rezaba “especialme­nte por el descanso de los difuntos, la curación de los heridos y el consuelo de todos los que lloran la pérdida de sus seres queridos y que temen por la vida de los que aún están dispersos”.

Desde la vecina Tailandia enviaron un refuerzo de socorrista­s, pero la zona afectada está rodeada de una selva muy densa, lo que podría complicar las operacione­s. El gobierno de Camboya dijo que estaba preparado para evacuar a los habitantes de la provincia de Stung Trend, fronteriza con Laos, a unos 70 kilómetros de la zona del derrumbe.

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