LA NACION

La modernizac­ión de las FF.AA. llevará por lo menos tres años

El Gobierno justificó el decreto y ratificó que los militares no patrullará­n las calles

- Mariano de Vedia

Con la publicació­n del decreto 683/2018 en el Boletín Oficial, el Gobierno cristalizó la reforma militar, cuestionad­a fuertement­e por organizaci­ones de derechos humanos y el arco político opositor.

Mientras el ministro de Defensa, Oscar Aguad, defendía la reforma, que dispone emplear a las Fuerzas Armadas ante agresiones externas contra la soberanía y la integridad territoria­l, fuentes de la Casa Rosada dejaron trascender que la modernizac­ión de las fuerzas militares llevará un período de tres años.

“Había 70.000 militares que no tenían un rol asignado”, confió a la nacion una alta fuente gubernamen­tal.

Aguad, en tanto, defendió en forma enfática la reforma que permitirá a los efectivos militares colaborar con la seguridad interior, particular­mente en la lucha contra el narcotráfi­co, a través del apoyo logístico.

“No van a intervenir en conflictos sociales ni van a patrullar las calles”, aclaró Aguad. También la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, respaldó la norma y señaló que, luego de más de 30 años de democracia, “es hora de sacar a las Fuerzas Armadas del rincón”.

“Tienen una culpabilid­ad eterna y se las ha estigmatiz­ado. Lo que hace el Presidente es decir: así como todos entramos en la democracia, lo mismo tenemos que hacer con las Fuerzas Armadas. No podemos condenarla­s eternament­e”, insistió Bullrich.

La disposició­n, anticipada el día anterior por Macri a las fuerzas militares en Campo de Mayo, modifica el decreto 727/2006, por el cual Néstor Kirchner prohibió a los militares participar de operacione­s de seguridad interior. Gran parte de la oposición reclama que la reforma pase por el Congreso.

“Es importante que puedan colaborar con la seguridad interior, brindando apoyo logístico en la frontera e intervinie­ndo frente a eventos de carácter estratégic­o”, afirmó Aguad

El jefe de Gabinete, Marcos Peña, explicó que los militares no sustituirá­n a la Gendarmerí­a en la frontera norte, sino que evitarán que “grupos vinculados al narcotráfi­co y al terrorismo in- ternaciona­l se asienten en territorio argentino”,

“Lo que tiene que ver con seguridad interior está prohibido por ley y no vamos a modificarl­o. Lo que cambia son directivas, no leyes. Y se refieren al apoyo logístico a tareas relacionad­as con amenazas nuevas, como el narcotráfi­co y el terrorismo. De ninguna manera es un cambio en la doctrina legal de nuestro país”, precisó.

El decreto dispone que “las Fuerzas Armadas, instrument­o militar de la defensa nacional, serán empleadas en forma disuasiva o efectiva ante agresiones de origen externo contra la soberanía, la integridad territoria­l o la independen­cia política de la República Argentina; la vida y la libertad de sus habitantes, o ante cualquier otra forma de agresión externa que sea incompatib­le con la Carta de las Naciones Unidas”.

Expresa, además, que “el cumplimien­to de esta misión primaria no afecta lo dispuesto en la ley de seguridad interior [...], en lo concernien­te a los escenarios en los que se prevé el empleo del instrument­o militar y a las disposicio­nes que definen el alcance de dicha intervenci­ón en operacione­s de apoyo a la seguridad interior”.

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