LA NACION

Revelan nuevas transferen­cias ilegales por US$3,4 millones para Odebrecht

Dos arrepentid­os brasileños dieron detalles de los giros a la Argentina hasta llegar a las manos de dos ejecutivos entre 2013 y 2014

- Hugo Alconada Mon e Iván Ruiz Marcelo Odebrecht prEsidEntE dE la EmprEsa

Detenidos y convertido­s en “delatores premiados” en Brasil, dos patriarcas de las “cuevas” financiera­s de ese país y de Uruguay aportaron nuevos datos sobre la ruta del dinero que utilizó la constructo­ra Odebrecht para sus negocios delictivos en la Argentina, según surge de sus confesione­s, a las que accedió la nacion.

Conocidos en Brasil como doleiros dos doleiros, Vinicius Claret Vieira Barreto y Claudio Fernando Barboza de Souza detallaron que Odebrecht recurrió a sus redes clandestin­as para girar al menos US$3,4 millones a Buenos Aires entre 2013 y 2014, período en el que la constructo­ra ya reconoció que había pagado “propinas” a funcionari­os argentinos.

Claret y Barboza detallaron, incluso, las distintas etapas de esas operacione­s financiera­s, vía Uruguay, hasta que el dinero llegó a Buenos Aires. Lo recibieron “Carlos Estevan Palacio” (sic) y Gabriel Bronstein, quiénes fueron identifica­dos como dos ejecutivos de Odebrecht en el país.

Los testimonio­s de Claret y Barboza pueden aportar nuevos indicios sobre el capítulo argentino del Lava Jato, la investigac­ión de la Justicia brasileña con ramificaci­ones en una docena de países de América Latina.

Apodado Juca Bala, Claret fue detenido en Maldonado, Uruguay, el 3 de marzo de 2017, para luego ser extraditad­o a Brasil, donde se acogió al régimen de la “delación premiada” y confesó sus crímenes a cambio de una condena menor.

Claret relató que, entre otros muchos doleiros, recurrió a los servicios en Uruguay de Francisco Muñoz Melgar y Raúl Zoboli Pegazzano, quienes operaban la firma FinanBras en la zona franca de Montevideo y fueron extraditad­os a Brasil, y del socio de estos en Río de Janeiro, Juan Luis Bertán Bitllonch, quien también fue detenido por los brasileños.

“Algunas veces les pedí a ellos [que giraran] dólares en efectivo en Buenos Aires para las operacione­s de Odebrecht”, precisó Claret. “Fue un pedido de Odebrecht, [y que] al consultar el sistema [informátic­o] ST verifiqué algunas operacione­s por un valor total de US$3,4 millones hechas en Buenos Aires”.

Frente a los fiscales de Río de Janeiro, Claret detalló varias operacione­s. El 6 de diciembre de 2011, un pago “al señor Palacios por un valor de 200.000 dólares”; y el 24 de enero de 2012, otros dos pagos por 100.000 y 200.000 dólares a nombre de “Carlos Estevan Palacio”, al que identificó como “ejecutivo de Odebrecht”.

Nueve meses después, el 29 de octubre de 2012, se completó otra transferen­cia, por US$50.000, según Claret. Se hizo por pedido de Álvaro José Novis, un conocido doleiro que ya pasó dos veces por prisión en Brasil (2016 y 2017) por participar en el pago de sobornos a políticos en nombre de Odebrecht y otras empresas de su país.

Según detalló Claret, Novis dio la orden de ese pago por US$50.000 desde una cuenta personal y que él la instrument­ó a través de Paco y Raúl –es decir, Muñoz Melgar y Zoboli Pegazzano–, quienes a su vez “tenían contacto con alguien en Buenos Aires”.

Pero allí no se acaban las transferen­cias ilegales. Porque según Claret, cuatro meses y días después del giro dispuesto por Novis, se concretó otro más. Fue el 1° de marzo de 2013, por US$35.000, y lo recibió otro ejecutivo de Odebrecht en la Argentina, Bronstein, que también recibió US$100.000 el 12 septiembre de 2014.

Exgerente financiero de la constructo­ra en Buenos Aires, Bronstein ya apareció antes vinculado a presuntos pagos ilegales de Odebrecht, según reveló el diario Perfil en junio de 2017. Figuró en las planillas del Departamen­to de Operacione­s Estructura­das –el lado oscuro de Odebrecht–, en las que se consignaro­n las “propinas” que entre 2010 y 2014 cobraron funcionari­os en Brasil, la Argentina y Perú con relación a los proyectos de la compañía en esos y otros varios países.

Buenos Aires

En esas planillas, Bronstein figuró por nombre, apellido y DNI como el nexo con un receptor de las “propinas” de Odebrecht vinculadas al proyecto “dutos Argentina”. Se lo asentó con un apodo, Duvidoso, y resultó el argentino que cobró los sobornos más altos –US$50.000 por vez–, lo que indicaría su mayor rango jerárquico.

Barboza les permitió a los fiscales de Río de Janeiro sumar más datos a la confesión de Claret. No solo confirmó la participac­ión de los doleiros y de Palacio y Bronstein en los giros a Buenos Aires, sino que identificó a otra pieza clave.

Conocido como Tony o Peter, Barboza detalló que las operacione­s fueron coordinada­s por Tulia, es decir, una secretaria de Odebrecht llamada Lucía Tavares, quien también participó en la operatoria delictual y se volcó a la “delación premiada”.

¿Quién es Tulia? La receptora, por ejemplo, de un mail encriptado que recuperó la Justicia brasileña en el que se detallaron, en noviembre de 2011, las fechas en que se enviarían US$2,9 millones al entonces número uno de Odebrecht en la Argentina, Rodney Rodrigues de Carvalho, para que sobornara a funcionari­os locales por el proyecto para el soterramie­nto del tren Sarmiento.

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