Con la conducción de norma aleandro y Diego Peretti, un gran show en el colón celebrará a la gran María Elena Walsh
Por una iniciativa del productor Lino Patalano y de La nacion cultura, el lunes 6 de agosto se le rendirá honores a la cantautora en Varieté Walsh, un evento inolvidable
Se abre el telón. El tiempo no importa. Ella está ahí. Aunque no sea su voz de trovadora la que suene, su magia y sus ojos azules están vivos en el hilván de su dialéctica para que su espíritu esté, por fin, en el Teatro Colón. María Elena Walsh (19302011), gran compositora, detractora de la solemnidad en sus textos y letras, está tan presente en el imaginario y el corazón de un país entero que merecía un gran homenaje, con su espíritu intacto. Varieté Walsh, irreverente María Elena más que un show es un evento que se llevará a cabo el lunes 6 de agosto, a las 20, una nueva idea genial del productor Lino Patalano, realizada para el ciclo que LA NACioN Cultura realiza cada año en el Colón.
Dirigido por Valeria Ambrosio, los textos, canciones y cuadros musicales van a capturar un universo tan vasto como original, en un evento concebido con un formato dinámico y divertido. Y, sobre todo, pensado como una yuxtaposición de los géneros que abarcó con talento: poesía, cuentos, canción, teatro, sátira, artículos periodísticos, literatura infantil, music hall.
“Quisimos encarar esto como una gran varieté, lejos del protocolo de un homenaje –explica Ambrosio entusiasmada–. El lugar más interesante para abarcarla es su irreverencia, no solo en sus canciones infantiles, sino en toda su producción. En este salpicado que fuimos reuniendo con ese norte, su desfachatez, quedó una varieté y de ahí el nombre, como durante su exilio en Europa, donde cantaba con Leda Valladares en los cabarets”. La fiesta inspirada en la necesidad de renombrar el mundo de la genial artista y su amor por el disparate incluirá también su faceta de vanguardia, que se cristaliza en su batalla contra el machismo instalado como militante de los derechos de la mujer, entre otras luchas.
Una mujer imprescindible
El Teatro Colón, tan emblemático como Walsh para los nacidos en suelo argentino, fue elegido como el marco perfecto para una gala que promete emocionar. “Aunque seguramente debe ser una de las personalidades más homenajeadas, este intenta no ser casi un homenaje, sino un espectáculo con su sello, con su obra viva”, remarca la directora. Sin embargo, el espacio de telones imponentes y acústica única en el mundo será también un modo que su nombre esté donde merece. “Su obra es casi inabarcable, transversal, deliciosa y tan denunciante, porque no se callaba nada, como sencilla, cotidiana, cercana. Me sumergí en su mundo intelectual y ahondé en sus textos con la ayuda de su gran amor, la fotógrafa Sara Facio, a quien visité varias veces. Ella me facilitó un material inédito para acercarme mejor a ese desparpajo maravilloso. Creo que eso es lo que la hace imprescindible”, subraya Ambrosio.
Detalles y maestros “anticeremonia”
Diego Peretti y Norma Aleandro compartirán escenario como dos personajes más “pero harán de ellos mismos, serán Norma y Diego”, explicita la directora. “Van a dialogar entre sí, prestando voz e interpretación a sus textos y oficiando de conectores de un paseo por diferentes momentos de la obra de María Elena. No los veremos detrás de una tarima anunciando lo que vendrá, sino que formarán parte del show desde adentro”. Poemas, reflexiones, artículos de los diarios de la época, todo irá concatenando lo que ocurre sin dejar afuera la literatura infantil. También habrá dos ensambles de artistas para retratar dos momentos diferentes: el dirigido a los niños (con temas como “Osías, el osito” y fragmentos de Zooloco, Dailan Ki- fki y Tutú Marambá) y aquel otro que se corresponde con melodías plenas de subtexto como Juguemos en el mundo, un cancionero de 1968 vinculado a su exitosa presentación en vivo en el Regina por primera vez con El show de los ejecutivos, dirigida por María Herminia Avellaneda.
Como poetiza precoz que fue (a los 17 años María Elena había publicado ya su Otoño imperdonable, 1947), también estará presente esta faceta de extrema belleza y potencia. “Cuando fui a casa de Sara Facio vi enmarcada en la pared la letra de ‘La cigarra’, eso me confirmó la esencia de todo esto –cuenta Ambrosio–: Esa letra escrita en computadora no nos diría la cantidad de cosas que dice desde el grafismo, las curvas hechas a mano de su autora. Entonces hay algo de lo artesanal que nos arma su mundo y no la tecnología, la megapantalla de led gigante. De eso no hay. El corazón de lo que se verá lo arma la teatralidad, la danza, el arte y no el artificio, los fuegos artificiales que hacen lo vistoso”.
Figuras, sorpresas e invitados
Las voces de las inolvidables canciones estarán a cargo de Ángela Torres, Elena Roger y Mariano Chiesa, con participación de Florencia Torrente. El invitado especial será Palito Ortega. quien además de componer junto a María Elena “La canción del jacarandá”, compartió con ella “Cuidado con las alturas”, un tema al que le puso música y ella letra pero permanecía inédito. Será la ocasión perfecta para compartirlo con el público. Florencia Torrente, Florencia Benítez, Carolina Gold, Juan José Marco, Esteban Masturini, Nadia Migale, Ignacio Pérez Cortés, Emmanuel Robredo Ortiz y Mariana Zourarakis, todos de excelente nivel profesional formarán parte del color de este espectáculo irrepetible. Las coreografías son creadas por Elizabeth de Chapeaurogue y la dirección musical es de Matías Chapiro, al frente de 11 músicos, 4 coreutas y un guitarrista. El vestuario estará bajo la mirada de la reconocida Renata Schussheim y los audiovisuales serán de Hernán Rego.
Patria, ese territorio del alma
El paño del que está hecha su creación está colmado de amor a esta tierra, a sus plazas, a su gente y a sus rituales. Esto también estará presente en diversos aspectos de la presentación en su honor. “Pobre de mí, que en esta tierra nací y en otra no sé vivir“, había escrito la amante del Larousse ilustrado (“Vals del diccionario”) y las tardes al abrigo de un “escándalo de sol” (de “Serenata para la tierra de uno”). María Elena abrazó las diversas texturas de la que está hecha la cultura y el arte de esta nación, amó el folclore y supo fusionarlo con la alegría del vals, la delicia de la habanera y el ritmo del rock. Descarada, nuestra, lúdica, disparatada y valiente metió la cuchara para siempre en lo que serán las alas, las entrañas y las raíces de muchas generaciones, de grandes y chicos. Por todo esto, Varieté Walsh será, sin dudas, una gala para celebrarla y vivirla en su inmensa vigencia.