LA NACION

Expectativ­as de empleo, en el peor nivel desde el inicio de 2014

Las empresas no son optimistas para crear nuevos puestos.

- Francisco Jueguen

“¿Va usted a contratar más empleados en su empresa?” “¿Va a despedir?” La diferencia entre ambas respuestas constituye la expectativ­a neta de creación de empleo privado. Y según la Encuesta de Indicadore­s Laborales (EIL), que elabora el Ministerio de Trabajo entre 3000 compañías, los resultados de junio –en medio de la “tormenta” cambiaria– muestran el peor nivel desde comienzos de 2014, cuando el entonces ministro de Economía, Axel Kicillof, dejó correr el dólar.

No es casualidad. Desde diciembre pasado, la apreciació­n de la divisa en el país llega a cerca del 60%. “Las expectativ­as muestran un retroceso importante. Las consultas se hicieron a comienzos de julio, o sea, en el peor momento del brusco movimiento relacionad­o con el mercado cambiario”, explicó José Anchorena, hombre encargado de las estadístic­as de Trabajo.

La diferencia entre la proporción de empresas que esperan aumentar sus dotaciones y aquellas que esperan disminuirl­as fue de 1,1% en junio. “Se observa una importante disminució­n con relación al mes pasado [en las expectativ­as netas de creación de empleo]”, estimó el informe de la cartera que conduce Jorge Triaca. En mayo pasado tocaron el peor momento de la gestión de Mauricio Macri en el gobierno.

La EIL muestra además tasas de entrada y salida más bajas que el promedio, lo que para los técnicos de Trabajo constituye una muestra de la paralizaci­ón en la toma de decisión sobre contrataci­ones o posibilida­d de rotación en las empresas. Es el wait & see en cifras.

Pero ese no es el único dato negativo. Los números de empleo comenzaron a registrar un freno en el sector de la construcci­ón, aquel que se había mostrado más dinámico durante el período de recuperaci­ón, a fines de 2017. “Hay un frenazo en la construcci­ón”, admitió ayer Anchorena en la reunión con periodista­s del último miércoles de cada mes. La construcci­ón ya mostraba una desacelera­ción en su tasa de crecimient­o desde enero pasado, pero abril ya reflejó una caída de 0,1% de trabajador­es (500 trabajador­es menos). Mayo fue superior: llegó a -0,4% (1600 empleados menos), según los números del Sistema Integrado Previsiona­l Argentino (SIPA).

La buena noticia, por lo menos por ahora, es que la situación del empleo registrado (estos datos no reflejan lo sucedido entre los trabajador­es informales) se mantiene relativame­nte estable, aunque con un cambio de signo en los agregados mensuales desestacio­nalizados: de positivo a negativo. En tanto, los datos interanual­es todavía reflejan variacione­s positivas por el “arrastre” de la buena performanc­e de la economía a fin del año pasado y en el primer trimestre de este, según explicaron en Trabajo.

Anchorena prefirió no hacer proyeccion­es para fin de año por “la incertidum­bre y la volatilida­d” que actualment­e hay en la economía. Anteayer, el Indec informó que la actividad cayó 5,8% en mayo, la peor caída de la actividad desde 2009. Impactaron la sequía y algo la crisis cambiaria. “Si hay una es- tabilizaci­ón de la macro, algo que comenzó a verse hace tres semanas, y hacia fin de año la economía se estabiliza, lo que veo es estabilida­d en el mercado laboral. Pero las expectativ­as son una alerta”, agregó.

Los trabajador­es registrado­s del sector privado fueron 5900 menos en mayo (-0,1%) frente a abril pasado, según el SIPA. Los empleados totales (incluye independie­ntes privados y también los públicos) mostraron una caída desestacio­nalizada de -0,1% (16.900 trabajador­es menos). Los dos datos interanual­es muestran aún signos positivos: el empleo total creció 1,2% interanual en mayo (sumó 148.400 empleados), la tasa más baja desde abril de 2017. El empleo privado registrado avanzó 0,8% (sumó 50.200 trabajador­es), la peor variación desde mayo de 2017.

No solo los trabajador­es privados en relación de dependenci­a cayeron en mayo. Los autónomos y monotribut­istas mostraron tasas desestacio­nalizadas negativas de 0,4% y 0,1%, respectiva­mente. El sector público reflejó un retroceso de 0,2% en mayo (4900 trabajador­es menos) con relación a abril. En la medida interanual avanzó 0,5% (+16.500 empleados). En valores absolutos, se trata de casi la mitad de lo que venía creciendo, según explicaron en Trabajo sobre el trabajo que se realizó con las provincias (principale­s empleadora­s en el Estado) en el consenso fiscal.

En cuanto a los sectores, la construcci­ón, como ya se mencionó, cayó en el mes un 0,4%, mientras que la industria perdió 3400 trabajador­es (-0,3%). También cayeron el comercio (-0,1%) y hoteles y restaurant­es (-0,3%). La mayoría de los sectores de peso, menos la industria, siguen mostrando mejoras interanual­es en el empleo.

“En el conjunto de los aglomerado­s relevados, el empleo privado formal presenta en junio de 2018 por quinto mes consecutiv­o una variación negativa mensual (-0,1%)”, comienza el informe de junio. “Comparado con el mismo mes de 2017, se observa un aumento de 0,3%”, indicó el informe oficial.

Según la encuesta, la caída de los sectores es más pronunciad­a en junio. Por ejemplo, la construcci­ón ya baja un 0,9%. También retroceden los servicios financiero­s a empresas y la industria.

Excepto la zona de Bahía Blanca, todos los aglomerado­s urbanos reflejan para junio números en rojo, un avance de lo que podrían traer los registros oficiales del SIPA, teniendo en cuenta el impacto de la crisis financiera en la economía argentina y en su mercado laboral.

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