Por la baja de importaciones, junio tuvo el menor déficit comercial en lo que va del año
Fue de US$382 millones, poco más de la mitad que en 2017; devaluación y caída de la actividad, las principales razones
bien el intercambio comercial de la Argentina con el resto del mundo sigue siendo deficitario, en junio la brecha se acortó por una caída de las importaciones. Según informó ayer el Indec, el mes cerró con un rojo de US$382 millones, poco más de la mitad de los US$750 millones que había alcanzado en junio del año pasado. De este modo, la balanza comercial del país completó un semestre con un déficit de US$5101 millones, casi duplicando los 2616 millones del mismo período de 2017.
Pero vale la aclaración: el mes pasado, el intercambio de bienes con el mundo comenzó a sentir de lleno varios efectos: la sequía en el campo (que redujo las exportaciones del sector), la devaluación del peso (que impulsó las ventas de manufacturas industriales) y la caída en la actividad productiva (que en otros sectores trajo una reducción de las importaciones).
Según el informe sobre el Intercambio Comercial Argentino, difundido ayer por el Indec, las exportaciones alcanzaron en junio US$5076 millones, con una caída interanual del 1,4% frente a los US$5150 millones de junio del año pasado. En tanto, las importaciones, encarecidas tras la corrida cambiaria, totalizaron US$5458 millones, cifra que refleja una merma del 7,5% frente a igual mes de 2017, cuando se importó por US$5900 millones.
De esta manera, junio cerró con el menor déficit comercial en lo que va de 2018. En mayo, el déficit había sido de US$1313 millones.
En junio, las exportaciones de combustibles y energía lideraron el ranking de ventas externas, con un aumento del 96,2%; siguieron las de manufacturas de origen industrial, con un alza del 10,4%, y las de manufacturas de origen agropecuario, que subieron un 3%. Por otro lado, las exportaciones de productos primarios cayeron un 25,7% interanual, al sentir de lleno el efecto de la sequía.
Del lado de las compras al exterior, las importaciones de bienes de capital cayeron un 16,9%; las de vehículos automotores de pasajeros, 15%; las de piezas y accesorios
para bienes de capital, 10,3%; las de bienes de consumo, 8,8%, y las de combustibles y lubricantes, 6,2%. A contramano de esa tendencia, las compras de bienes intermedios aumentaron un 4,1%.
Los principales socios comerciales (sumando exportaciones e importaciones) fueron Brasil, China y Estados Unidos, en ese orden. Las exportaciones a Brasil alcanzaron el mes pasado los US$979 millones y las importaciones desde ese país, US$1372 millones. El saldo comercial fue deficitario para la Argentina en US$393 millones.
Las exportaciones a China sumaron US$404 millones y las importaciones, US$877 millones. El déficit comercial en este caso fue de US$472 millones. Por otra parSi te, las exportaciones a Estados Unidos sumaron US$280 millones y las importaciones desde ese país alcanzaron los US$617 millones. Con lo cual la balanza comercial con ese país arrojó en junio un déficit de US$337 millones.
Estos tres países en conjunto absorbieron el 32,8% de las exportaciones de la Argentina y abastecieron el 52,5% de las importaciones.
Al comentar los resultados del informe oficial, la consultora Ecolatina señaló que “los datos del intercambio comercial del mes ya reflejan el impacto de la crisis cambiaria: las compras al exterior se redujeron –en valores– por primera vez desde diciembre de 2016. Además, no se registraba una contracción de semejante magnitud desde julio de 2016, pleno epicentro de la anterior recesión”.
Y lamenta que “la merma del déficit externo de junio no se dio por buenas razones (boom exportador), sino por aspectos negativos: la crisis cambiaria y el enfriamiento de la actividad, que contrajeron las importaciones”.
Al comentar los resultados del primer semestre del año, el informe de Ecolatina señala que la dinámica del déficit comercial, igual que durante el año pasado, “obedeció al mayor incremento de las importaciones (+13% interanual) en relación con las exportaciones (+5,5% interanual)”.
Y pronostica para el segundo semestre del año que “la caída de las importaciones observada en junio se repetirá, máxime mientras la actividad continúe deprimida”. En el otro plato de la balanza, las exportaciones, dice que “la menor incidencia del sector agropecuario y una mayor competitividad cambiaria ayudarán a que las ventas externas crezcan en la comparación interanual”.
¿Cuál será el resultado de la balanza al final del año? La consultora Abeceb estima que no será muy distinto del de 2017 (déficit de US$8471 millones), debido a “la floja dinámica de las exportaciones”, por “las malas perspectivas del sector automotor y los cereales”.