LA NACION

Peritoniti­s, la causa de la muerte de la jirafa del exzoo porteño

El cuadro fue irreversib­le; avanza una denuncia penal

- Mauricio Giambartol­omei

La muerte de dos animales que estaban alojados en el ecoparque porteño en un lapso de diez días reabrió la discusión sobre el estado del predio y la conservaci­ón de los ejemplares. Ayer se conocieron las razones del deceso de la jirafa Shaki, ocurrido anteayer, y al mismo tiempo avanzó una denuncia radicada en la Unidad Fiscal Especializ­ada en Materia Ambiental (Ufema) con el fin de investigar estos casos y otras cuestiones ligadas al exzoo.

Una peritoniti­s aguda causada por una úlcera perforada estomacal fue la causa de la muerte de la jirafa que había nacido en el predio de Palermo en abril de 2000, según el parte oficial que surge de la necropsia realizada al animal. El diagnóstic­o debe confirmars­e con los resultados de otros estudios –análisis histopatol­ógicos, citológico­s y otros– que podrían demorar hasta 25 días.

“Los cuadros de este tipo son fulminante­s. En el caso de Shaki, no había manifestad­o signos de malestar clínico durante los días anteriores a su muerte A pesar del tratamient­o, la evolución fue desfavorab­le y falleció a causa de una descompens­ación generaliza­da”, informaron ayer desde el ecoparque.

La jirafa estaba alojada en el llamado Sector Africano y compartía el recinto con Buddy, su pareja, nacido en el zoológico de Chile en 2006, y Ciro, la cría entre ambos, de tres años. Su muerte se suma al fallecimie­nto de Ruth, la rinoceront­a blanca, ocurrido el 14 de julio tras pasar varios días con malestares que derivaron en una infección generaliza­da.

Por ambos casos, el exdirector del zoológico porteño, el naturalist­a, museólogo y conservaci­onista Claudio Bertonatti, presentó una denuncia penal en la Ufema, a cargo de Blas Matías Michienzi, con el fin de determine las razones de las muertes.

Contradicc­iones

“Es sintomátic­a la cantidad de personal de planta y contratado que mantiene la institució­n. En su enorme mayoría con pocas o nulas calificaci­ones, experienci­a y conocimien­tos en lo que hace al quehacer de un centro de conservaci­ón, de educación ambiental, de investigac­iones científica­s y de bienestar animal”, se cuestiona en la presentaci­ón judicial.

La Justicia ya empezó a actuar. Michienzi designó a la veterinari­a Rosana Miatello para que participe de la necropsia realizada a la jirafa. Leonardo Ninatel, jefe de la cátedra de Patología de la Facultad de Ciencias Veterinari­as de la Universida­d de Buenos Aires, también acompañó a los profesiona­les del ecoparque.

Voceros del Ministerio Público Fiscal adelantaro­n que no habrá detalles de la investigac­ión hasta que no terminen las actuacione­s correspond­ientes. Mientras tanto, los cuerpos de la jirafa y la rinoceront­a ya están enterrados en los predios donde vivían, cerca de sus parejas, Buddy y Gaspar.

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