La escultura fantasma: el monumento a Piazzolla, pendiente hace nueve años
Una ley autorizó su emplazamiento en 2003 y el ganador del concurso espera los fondos desde 2009; silencio oficial
“Estamos en la nada misma”, reflexiona el escultor Carlos Martínez desde su taller en el barrio de Barracas. El tono de su voz deja al descubierto la desilusión que siente. Hace nueve años ganó un concurso convocado por el gobierno porteño para homenajear al músico Astor Piazzolla. Entonces, ideó una maqueta del monumento propuesto. Presupuestó el costo de la obra, que fue actualizando cada año. Pero, cuando falta poco para que se cumpla una década de la iniciativa, el artista no encuentra a alguna autoridad que le explique por qué no se asignan los fondos para concretar el trabajo, financiación que por ley le corresponde al Estado.
Martínez está orgulloso de su proyecto. No desperdicia ninguna oportunidad para mostrar la maqueta de la escultura que recordaría a una de las máximas figuras del tango. Una estructura de acero inoxidable, apoyada sobre dos soportes de hormigón, recuerda al bandoneón que utilizaba Piazzolla. Sin embargo, y como hace nueve años, el prototipo a escala es solo una representación de algo que podría ser.
“Quiero entrevistarme con algún funcionario que tenga la posibilidad de tomar decisiones para que me diga por qué no se asigna el dinero correspondiente”, dice Martínez a la nacion. Según el presupuesto que actualizó el escultor a fines del año pasado, el costo de la obra rondaba $1.500.000. Eso sin contar el dinero invertido en distintos trámites, como la confección de los presupuestos, por ejemplo.
De acuerdo con la ley 1132 de 2003, que autorizó la colocación de una estatua conmemorativa al maestro Astor Piazzolla, “el costo total del monumento, incluyendo todas sus etapas hasta el emplazamiento, se imputará a la partida correspondiente”. El artista ganador sería, en tanto, el responsable de la dirección y ejecución de la escultura en sus diferentes etapas. La misma norma ordenó la conformación de una Comisión Honoraria de Homenaje para la organización del proyecto, integrada por la Secretaría de Cultura y tres legisladores porteños. También estaban invitados a participar dos representantes de la Fundación Astor Piazzolla.
En 2008, la Dirección General de Museos hizo el llamado a concurso para elegir un proyecto que le diera vida al monumento. Entonces, a Martínez le sobraba el entusiasmo por la idea. Hoy, ya como ganador, se siente frustrado. Pese al tiempo transcurrido, no hay fondos asignados para erigir la estatua y el hombre duda de dónde será emplazada la escultura de 4,7 metros de altura. El primer lugar mencionado en 2003 cuando la Legislatura sancionó la ley, la intersección de las avenidas Callao y Del Libertador, ya estaba ocupado por otro monumento. Y en el nuevo destino reglamentado en 2015, el pasaje peatonal de Roque Sáenz Peña (entre Cerrito y Libertad), hay actualmente un bicicletero, comenta el escultor.
A cada paso que Martínez da desde que ganó el concurso en 2009 se encuentra con funcionarios de distintas áreas del gobierno porteño. Algunos de ellos, “no tienen ni idea de ese homenaje”, se sorprende el artista; no obstante, hay varios expedientes en curso, que Martínez ya sabe de memoria.
La última reunión ocurrió a fines de mayo último. En esa oportunidad, lo recibió una asesora legal de la Secretaría de Atención Ciudadana, que le prometió un informe sobre el estado de situación del emplazamiento de la escultura. En 2015, cuando se aprobó el cambio de emplazamiento y el nuevo destino del monumento en los alrededores del Obelisco, se determinó también que el tema pasara a manos de la Secretaría de Gestión Comunal y Atención Ciudadana.
la nacion intentó desandar el extenso camino de una ley que ya tiene 15 años de antigüedad y se comunicó con todas las áreas involucradas desde la promulgación de la norma original en 2003, pero ninguna pudo responder qué ocurrió con el dinero que se supone que debería haberse asignado para el desarrollo de la obra. “Fue en otra gestión”, respondieron algunos voceros, aunque desde fines de 2007 hasta hoy el gobierno porteño estuvo en manos del macrismo.
Martínez solo quiere ver cumplido su sueño: “Mi premio es el emplazamiento de la escultura, verla en pie”.