Polémica
Se pronunció enérgicamente en contra del uso del preservativo para combatir el sida; una senadora le replicó y una especialista se retiró de la audiencia
“Los preservativos no sirven contra el sida”. La frase del médico pediatra Abel Albino, creador de la Fundación Conin, desató una fuerte polémica en el plenario de comisiones del Senado, que debate sobre el aborto.
La exposición en contra del aborto del médico Abel Albino, quien afirmó que el virus del SIDA atraviesa la porcelana y que había que educar “para el amor y no para el sexo animal”, se convirtió en la nota destacada y polémica de la cuarta jornada de exposiciones en el Senado sobre el proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo.
Ayer pasaron 22 expositores ante el plenario de las comisiones de Salud, de Justicia y Asuntos Penales y de Asuntos Constitucionales, que retomarán la discusión de la iniciativa el próximo martes. Será la última jornada con invitados. Al día siguiente se conocerá cuántos dictámenes se someterán a debate en la sesión del 8 de agosto.
Las palabras de Albino –un pediatra reconocido por sus aportes para combatir la desnutrición infantil– provocaron un pequeño revuelo en la audiencia. Tanto, que su colega Mabel Bianco, que había expuesto unos minutos antes a favor de la legalización del aborto, se levantó y se retiró indignada del Salón Illia.
“No puedo creer que tenga que venir al Senado a pedir por favor que no maten a los chicos”, aseguró Albino, quien consideró que “una mujer embarazada es un tesoro para el país y su hijo es una joya”.
En su pasaje más controvertido, el septuagenario facultativo abogó en contra del uso de métodos anticonceptivos, al extremo de pedirles a los jóvenes que entiendan que “el profiláctico no protege de nada, porque el virus del SIDA atraviesa la porcelana, porque es 500 veces más chico que el espermatozoide”.
Fuertes reacciones
No solo Bianco se enojó con la intervención de Albino. La senadora María de los Ángeles Sacnun (FPVSanta Fe) le salió al cruce advirtiéndole que, con su prédica, estaba abogando en contra de la educación sexual y reproductiva.
“Está desvalorizando un programa de educación sexual integral que tenga que ver con distribución gratuita de anticonceptivos, necesaria no solamente para que no se produzcan embarazos no deseados y evitar la interrupción del embarazo, sino que además está generando una posibilidad de un contagio de una enfermedad como el VIH”, lo acusó.
En declaraciones periodísticas, al retirarse de la reunión, la doctora Bianco acusó al facultativo de recibir fondos públicos. “A Albino lo financian el Estado y el Opus Dei; qué pena que no se lo preguntaron los senadores”, se quejó.
También a favor de la legalización se manifestó Laura Casas, representante del Comité Latinoamericano para la Defensa de los Derechos de la Mujer, quien sostuvo que la penalización “no es efectiva porque las mujeres abortan independientemente de que haya una ley”.
Por su parte, el exministro de Salud Daniel Gollán reiteró las cifras dadas por el actual titular de la cartera, Adolfo Rubinstein, al afirmar que “hay 37 casos de aborto cada 1000 mujeres” y si bien reconoció el derecho de los médicos a apelar a la objeción de conciencia, aseguró que “después deberán reconocer que se equivocaron, porque dejaron morir a miles de mujeres o las condenaron a tener secuelas graves”.
Por último, la médica Silvana Fernández, infectóloga del Hospital Julio Perrando, de Resistencia, dijo que “el aborto es un mal en sí mismo” y aseguró que el debate sobre la legalización “no es una demanda genuina de la sociedad, mucho menos del país más profundo”.