La davis, con tres capitanes
Gaudio, Cañas y Coria reemplazan a Orsanic
La nueva dirigencia de la entidad despidió al guía del equipo que se coronó en Croacia en 2016, algo que era esperado para después del repechaje con Colombia, que será en septiembre; “la situación era insostenible”, justificó el presidente Calleri, ocho días luego de que el vocal Acasuso descartara novedades al respecto
Desde el momento en el que Daniel Orsanic participó activamente durante la campaña electoral de mayo pasado en la Asociación Argentina de Tenis (AAT) apoyando a la lista encabezada por José Luis Clerc, quedó claro que, ante el triunfo del espacio presidido por Agustín Calleri, la figura del capitán campeón de la Copa Davis 2016 quedaría debilitada.
Quitarle el cargo de director de Desarrollo, función que cumplía desde mayo de 2014, fue una de las primeras señales que la nueva conducción le dio al exdoblista. La relación estaba dañada y resultaba claro que, tarde o temprano, terminaría de romperse, aunque pocos sospechaban que la AAT despediría abruptamente a Orsanic antes de la serie de repechaje frente a Colombia (en San Juan, del 14 al 16 de septiembre), sobre todo porque se había aceptado que continuara en la Davis independientemente de su inclinación política. Al menos eso declararon los nuevos directivos.
Orsanic y el resto del cuerpo técnico (Mariano Hood y Sebastián Gutiérrez) preveían que el viaje iniciado en la primera rueda de 2015 llegaría al final luego de Colombia. Pero durante la mañana del viernes, Mariano Zabaleta y José Acasuso, vicepresidente primero y vocal, le comunicaron a Orsanic que habían decidido deshacer el vínculo porque no tenían “una buena relación” y que asumirían Gastón Gaudio, Guillermo Coria (también tiene funciones en Desarrollo y como secretario de Interior) y Guillermo Cañas, con la colaboración de Gustavo Marcaccio.
“La situación era insostenible”, comentó Calleri a la nacion. Según el cordobés, él no encontraba buena predisposición en Orsanic en el proceso de transición en Desarrollo, ahora conducido por Franco Squillari. La actual dirigencia, además, se molestó por que Orsanic le reclamara una indemnización por ser echado del cargo que había tenido en los últimos cuatro años (nunca amenazó con llevar la situación a una acción judicial).
Llama la atención la desprolijidad en el cambio de discurso, ya que el jueves 19 de este mes, en una rueda de prensa en la que se informó sobre el delicado presente financiero de la AAT, Acasuso –en algún momento entrenado por Orsanic– manifestó que ese pedido no iba a alterar los planes con miras al choque con Colombia. “Trabajamos en el tema. Esperamos llegar a buen puerto. ¿Si va a ser el capitán ante Colombia? Una cosa no tiene nada que ver con la otra. Es capitán. No hay ninguna novedad. Está reclamando por su trabajo en Desarrollo. ¿Si es incómodo? No tiene nada que ver una cosa con la otra”, declaró Acasuso, pero el cortocircuito sí terminó en explosión. La AAT comunicó ayer que la decisión fue tomada “en base a las diferencias de proyecto deportivo entre ambas partes y con la intención de garantizar un clima de armonía de cara a la trascendental serie frente a Colombia”.
Orsanic se sorprendió. No se la veía venir. Es más: pensó que había sido citado a las oficinas de la AAT para hablar sobre la logística de la serie en San Juan (hace unos días, Martín Jaite y Martín Vassallo Argüello, integrantes de la comisión directiva, estuvieron recorriendo el estadio Aldo Cantoni). Incluso, Orsanic tenía previsto viajar al Abierto de Estados Unidos (comenzará el 27 de agosto) para terminar de observar a los jugadores que convocaría y hablar con ellos (con algunos ya se había comunicado). Estaba entusiasmado con soltar la capitanía habiendo dejado al equipo en el Grupo Mundial. Pues no podrá hacerlo. Al salir de la reunión en la AAT, encendió el celular y escribió la novedad en el grupo de Whatsapp que tiene con todos los integrantes del cuerpo técnico.
La noticia fue tomada con sorpresa por los tenistas, que en su mayoría están compitiendo en Europa. Por la tarde, el propio Calleri se encargó de enviarles mensajes (inclusive a Juan Martín del Potro, que estaba en México) para comunicarles las razones. Tras masticar la noticia, algunos optaron por el silencio; otros saludaron al cuerpo técnico por las redes sociales. El primero fue Guido Pella, y lo hizo con contundencia: “No merecían este final. Nunca voy a olvidar todo lo que consiguieron. Mucha suerte en el futuro, los quiero. Hood y Orsanic”. Federico Delbonis publicó: “Gracias por el camino que recorrimos juntos. Solo tengo palabras de agradecimiento y guardaré para siempre los momentos vividos. #Graciascapitán”.
No es casual que Pella y Delbonis hayan sido los primeros en reaccionar. El bahiense debutó en la Davis citado por Orsanic, fue el único presente en las cuatro series que derivaron en el título, desde ese momento
no faltó a ningún choque y siempre dice lo que piensa. Delbonis encontró en la Davis la mejor actuación de su vida: la victoria sobre Ivo Karlovic en el quinto punto de la final contra Croacia, en Zagreb.
Orsanic se marcha de la capitanía habiendo conseguido algo que ninguno de los 28 conductores anteriores (algunos, en dos períodos) logró: ganar la Ensaladera. Debutó en 2015 ante Brasil, en Tecnópolis: la Argentina se impuso por 3-2 (fue la serie del partido de casi siete horas entre Leo Mayer y João Souza) y fue el impulso para una nueva conducción, no solamente deportiva sino también dirigencial. Tras vencer a Serbia como local, el equipo perdió por 3-una semifinal frente a Bélgica en Bruselas. En 2016 logró el trofeo, con cuatro éxitos como visitante: 3-2 vs. Polonia, 3-1 vs. Italia, 3-2 vs. Gran Bretaña y 3-2 vs. Croacia.
En la primera ronda de 2017 no se armó el mejor equipo y la Argentina perdió por 3-2 contra Italia en Parque Sarmiento, desaprovechando una oportunidad de celebración grupal. En septiembre sufrió un gran golpe: descendió a la Zona Americana al perder por 3-2 ante Kazakhstán en Astana. En abril pasado, la Argentina derrotó por 3-2 a Chile en San Juan y se ganó la chance de, en el playoff de septiembre, volver a la elite.
Durante su conducción, Orsanic tuvo la capacidad de unir polos opuestos (Del Potro-juan Mónaco, por ejemplo) y potenciar una camada de jugadores mucho más austera en nivel que la de la Legión. Les dio lugar a los equipos de trabajo de los jugadores, que hasta participaron en las cenas en las concentraciones, una situación inusual. Pacificador, no le tembló el pulso para dejar fuera a tenistas que en su momento le habían rendido. Tuvo pocos cortocircuitos y bajo su gestión se dejó de hablar de conflictos, algo que históricamente sufrió la Argentina. Aprovechó las ganas y la confianza de Del Potro. Supo surfear algunos cuestionamientos. Y le bajó una línea de comportamiento a su cuerpo técnico. El encordador Luis Pianelli, presente en cuatro finales de Copa Davis, lo ilustra con una anécdota: “Después de ganarle a Gran Bretaña en Glasgow hicimos en el vestuario una guerra de agua, shampoo, toallas, jabón, tachos de basura. Un desastre. Pero después de festejar nos dedicamos una hora y media a dejar impecable el lugar. Hasta Del Potro limpió. Antes de volver al hotel vino la gente de la federación británica a felicitarnos por cómo habíamos limpiado todo y a decirnos que era la primera vez que un equipo lo hacía. Esa actitud simboliza el mensaje de Orsanic”.
Se terminó una etapa. Una nueva conducción gobierna desde mayo en la AAT. Otro camino comienza en la Copa Davis.