A once días de jugar por la Copa, Boca vive horas de inquietud
El dilema del arco, la incertidumbre de Gago y la lesión de Benedetto se llevan la atención
Desde su clasificación para los octavos de final por la Copa Libertadores, de mediados de mayo, Boca aguarda por este último semestre de 2018 con mucha ansiedad y esperanza. Ni que hablar cuando incorporó a Sebastián Villa, un colombiano que en los amistosos dejó en claro por qué lo habían buscado, y se dieron las importantes contrataciones a Carlos Izquierdoz y Mauro Zárate. Sin embargo, la euforia de un equipo súper favorito pasó a un cuarto intermedio a raíz de la incertidumbre por Fernando Gago y Darío Benedetto, más el contratiempo del arquero. En un momento bien inoportuno, a once días del encuentro de ida con Libertad, de Paraguay, en La Bombonera.
La situación de Gago mantiene en vilo a todos. El de ayer parecía ser el día en que el presidente Daniel Angelici y el capitán, con el DT Guillermo Barros Schelotto también en la mesa, se verían las caras. Pues en los pasillos del club algunos aseguraban que la reunión existiría por la tarde, otros informaban que se había postergado y hasta hubo gente que no estaba enterada del supuesto encuentro. Rumores, eso es lo que por ahora manejan en la Ribera respecto a Gago, que finalmente no se vio con Angelici.
No hay certezas de lo que ocurrirá con el capitán y la inquietud se hace sentir, en un panorama que aparece desalentador. “Está muy mal Fernando, tan caído anímicamente como el día en que se lesionó. Es un tema delicado y muy sensible”, aseguraron desde el entorno del presidente. Aquello también es un golpe para el director técnico, que aprecia al mediocampista y lo considera fundamental. A Barros Schelotto le duele que el número 5 atraviese esto, y más por el profesionalismo con que se desempeña. La semana próxima sí puede haber más novedades acerca de Gago, que pidió permiso para no ir al Complejo Pompilio y, por ende, no empezó la recuperación del desgarro en el isquiotibial derecho.
Otro tema que Boca no logra cerrar es el del refuerzo en el arco. Los dirigentes parecen no encontrar el camino y se lamentan cada vez más por el exceso de confianza que los llevó a no contratar un arquero importante, de experiencia y de selección, antes del Mundial. La única posibilidad parece estar en la Argentina, pero algunos directivos creen que la chance de Esteban Andrada, de Lanús, puede caerse: “No sabemos qué va a pasar, pero creemos que si Villarreal lo compra, no va a cederlo”, cuentan. Y si Boca quiere adquirir la totalidad del pase, tendrá que pagar unos 8.000.000 de dólares, una cifra cercana a lo que tal vez habría gastado antes por un guardavalla de mucha más aceptación.
Y por último, la lesión de Darío Benedetto, una tendinitis aquileana en la pierna izquierda, sin plazos de recuperación. Otro retroceso inesperado. De todos modos, Barros Schelotto está tranquilo porque Ramón Ábila ya mostró estar a la altura.
Aunque dentro de once días aparecerá Libertad, la mente xeneize no puede centrarse en el objetivo principal: tres situaciones desvían la atención y mantienen en alerta a todos en Boca.