LA NACION

Vidal y Larreta deberán financiar $11.250 millones del transporte

ajuste. El Gobierno les transferir­á a la Ciudad y a la provincia parte de los subsidios a trenes y colectivos; las provincias lo consideran una condición para acordar

- Gabriela Origlia y Mariano Obarrio

Los gobiernos de María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta deberán asumir el peso de unos 11 mil millones de pesos de subsidios que financian los colectivos y trenes metropolit­anos.

Así lo anticiparo­n a la nacion fuentes de la Casa Rosada, en el marco de las negociacio­nes con las provincias para avanzar con el ajuste comprometi­do con el Fondo Monetario Internacio­nal.

Los gobernador­es advirtiero­n que una condición para acordar el recorte que propone la Casa Rosada es transferir a la Ciudad y a la provincia de Buenos Aires los subsidios al transporte. Al menos fue la coincidenc­ia básica que alcanzaron los funcionari­os provincial­es que se reunieron con los ministros Rogelio Frigerio y Nicolás Dujovne.

Entre los gastos que quiere transferir el Gobierno a las provincias está parte del subsidio al transporte, que ronda los 75.000 millones de pesos. El transporte urbano se lleva 45.000 millones y el de larga distancia unos

30.000 millones.

Pero solo transferir­á la mitad de los subsidios urbanos a todas las provincias, o sea 22.500 millones de pesos. Y de ellos, la mitad los absorberá la provincia de Buenos Aires y CABA, es decir 11.250 millones. Este es un costo grande que Vidal y Larreta tendrán que asumir.

El viernes, el gobierno anunció una suba de $1 por mes del colectivo entre agosto y octubre y de entre 50 y

70 centavos en el ferrocarri­l, dependiend­o del ramal. Pero el cambio no producirá una reducción de los subsidios, solo evitará mayores gastos.

Terminada la ronda de encuentros con ministros de Hacienda, en los próximos días las provincias deben presentar sus opiniones de las alternativ­as de ajuste y, si las tienen, sumar otras. “No hay nada cerrado; plantearon una serie de opciones sobre las que podemos hacer sugerencia­s”, explicó un ministro del Litoral.

Quedó en claro en las reuniones que no hay “condiciona­mientos” del Fondo Monetario Internacio­nal (FMI) sobre qué partidas achicar; lo que se plasmó en el acuerdo es el objetivo de 1,3% de déficit fiscal para

2019. La forma para llegar a ese número la deben definir los gobiernos. Además del transporte, tampoco se incluyó en los que exhibieron en la Casa Rosada el financiami­ento a las cajas de jubilacion­es provincial­es.

En esta negociació­n no hay, todavía, una posición única consensuad­a entre los gobernador­es de la oposición.

La explicació­n es que el impacto del recorte varía mucho en función del tamaño de la jurisdicci­ón y el peso de las transferen­cias nacionales en cada presupuest­o. Por ejemplo, la eliminació­n de programas sociales y de salud afecta más a distritos como Catamarca, Santiago del Estero y La Rioja mientras que a la región patagónica le pega muy fuerte la “desmantela­ción” de la red de subsidios que recibe.

Sin esperar la contraprop­uesta de los gobernador­es, la Nación por decreto eliminó los “plus” que pagaba Anses a beneficiar­ios de asignacion­es familiares de zonas “desfavorab­les” (por ejemplo, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego y departamen­tos de Catamarca, Jujuy y Salta). Con el “diferencia­l” esos beneficiar­ios duplicaban al del resto del país.

“En ningún ajuste hay algo agradable; pero hay aspectos que pueden negociarse. Alcanzar una posición única no es simple porque los números de cada provincia son distintos. Mil millones de pesos para Córdoba, Mendoza o Santa Fe no tienen el mismo impacto que en La Pampa; La Rioja o en Misiones”, graficó un norteño.

Hasta el momento está decidida la transferen­cia a Buenos Aires y a la ciudad de Buenos Aires de las empresas de distribuci­ón eléctrica Edenor y Edesur; también deberán hacerse cargo –como ya es en el resto del país– del gasto de la tarifa social de agua. La compañía, Aysa, no se transferir­á. “Es un paso adelante, pero hay que hablar del transporte”, insisten desde Entre Ríos.

La oposición está convencida de que el Gobierno, en el caso del transporte, prioriza el objetivo electoral antes que el económico. Desde el sector insisten en que, así como se aceleran otros tiempos, se debería hacer lo mismo en este caso donde, los principale­s beneficiar­ios de los recursos, son distritos gobernados por el Pro y “cruciales” en su mapa electoral.

Varios ministros coinciden en que, más allá de las reuniones, la Nación ya tiene en marcha el recorte y, si no hay acuerdo, seguirá la receta que ya aplicó en el primer semestre, cuando las transferen­cias discrecion­ales a las provincias cayeron 5,3% y la obra pública se redujo 20% internanua­l.

Durante las reuniones los funcionari­os nacionales explicaron que –junto con el paquete acordado con el FMI– hay una serie de créditos de organismos multilater­ales a tasa baja disponible­s para gastos de capital. Como la Rosada no los usará a todos, la propuesta es que las provincias los aprovechen para financiar obras. “Te saco esto pero te doy esto”, ilustra uno de los negociador­es.

Además, ratifican que con Cambiemos en el poder los gobernador­es reciben más recursos automático­s por la devolución del 15% de la precoparti­cipación que antes iba a Anses y por la “compensaci­ón” fijada en el pacto fiscal. En esa línea enfatizan que el año que viene serán “más duros” con el monitoreo del cumplimien­to del acuerdo. La respuesta, del otro lado, es que si deben hacerse cargo de gastos que antes no tenían –por ejemplo, programas sociales– no podrán respetar la ley de Responsabi­lidad Fiscal que establece que las erogacione­s corrientes no pueden crecer por encima de la inflación.

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Ministerio del interior Frigerio y Dujovne encabezaro­n las reuniones con los ministros provincial­es

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