Con mejor clima, el Presidente va a la cena de las FF.AA.
Será el martes, tras el decreto que reformó las funciones de los militares
En medio de los fuertes reclamos de la oposición y organizaciones de derechos humanos por la reciente reforma militar, el presidente Mauricio Macri encabezará pasado mañana, a las 20, la comida de camaradería de las Fuerzas Armadas, en el edificio Libertador.
Es el encuentro anual que reúne al Presidente con los jefes de las fuerzas, que recibieron de muy buen grado las directivas para comenzar un proceso de modernización y reforzar la participación militar en los operativos de la frontera norte para combatir el narcotráfico.
Además del ministro de Defensa, oscar Aguad, compartirán la mesa principal el jefe del Estado Mayor Conjunto de las FF.AA., teniente general Bari del Valle Sosa; y los jefes del Ejército, general de división Claudio Pasqualini; de la Armada, vicealmirante José Luis Villán, y de la Fuerza Aérea, brigadier general Enrique Amrein.
El encuentro se desarrollará en un clima distendido, muy lejos del malestar que había generado hace un mes el magro incremento salarial al personal militar, que luego se corrigió y se llevó al 20%.
La buena sintonía se percibió el lunes último, cuando Macri presentó en Campo de Mayo la reforma militar, que modificó el decreto 727 dictado en 2006 por Néstor Kirchner, que reglamentó la ley de defensa nacional y limitó la actuación de los militares a los casos de agresiones de origen externo perpetradas por fuerzas armadas pertenecientes a otro Estado.
La reforma comprende la creación de un comando conjunto de fuerzas especiales, que dependerá del Estado Mayor Conjunto y estará a cargo del general Javier Pérez Aquino, que fue jefe de observadores de la Misión de las Naciones Unidas en el proceso de paz entre el gobierno de Colombia y las FARC.
El nuevo decreto 683/2018 define a las Fuerzas Armadas como el instrumento militar de la defensa nacional y establece que “serán empleadas en forma disuasiva o efectiva ante agresiones de origen externo contra la soberanía, la integridad territorial o la independencia política de la República Argentina; la vida y la libertad de sus habitantes, o ante cualquier otra forma de agresión externa que sea incompatible con la Carta de las Naciones Unidas”.