Más allá del pañuelo
La promoción y prevención de la salud son los pilares en los que se debe fundamentar la salud pública. Y esas acciones dependen del Estado, en primer lugar, de las organizaciones sociales y de los individuos. cuando la sociedad pide por el aborto bajo el nombre de salud pública cae en una enorme contradicción. Y, peor aún, cuando el Estado acompaña legalizando esta práctica que nada tiene que ver con la medicina, sino más bien con intentar resolver un conflicto emocional y social de manera brutal. En el caso en que la ley se apruebe me pregunto, como médica: ¿cómo trataremos a los pacientes que sienten que la vida no tiene sentido en sí misma y dependen de la mirada del ajeno? ¿cómo sostendremos que la vida vale cuando se sienten solos, inútiles y rechazados y optan por el suicidio? ¿cómo transmitiremos que somos valiosos y dignos a pesar de la mirada del otro si la vida es según la circunstancia? ¿cómo le enseñaremos a una mujer a identificar sus sentimientos y a elegir en relación con ellos cuando se niega el valor de la vida, de la muerte y de la pérdida? ¿Cómo acompañaremos al paciente que padece una patología física o mental y sufre el estigma de esta sociedad cuando desde el Estado se legaliza y se promueve la muerte del diferente o de aquel que fue concebido en el conflicto? ¿Cómo acompañaremos a los individuos en los diversos procesos de la existencia cuando no se respeta el desarrollo de aquellos que esperan nacer? Y finalmente: ¿qué tiene de humano, de constitucional y de saludable ejercer la ley del más fuerte? Es muy sencillo colgarse el pañuelo verde, poner like y salir a marchar cuando la vida que está en juego es la de aquel que jamás podrá defenderse.
Somos responsables de las batallas que elegimos, somos responsables también de nuestra ignorancia aunque esté plagada de buenas intenciones y lleve el color de la esperanza.
María Inés Sinopoli
Dni 29.480.751