El agua saborizada, un invento exitoso
El producto, creado en el país, creció 8,46% en los últimos 10 años; también se exporta
Transcurrían días de crisis en la Argentina de 2002 cuando irrumpió en el mercado un invento 100% nacional, promocionado como saludable, sin gas y con bajas cantidades de azúcar. Pronto se convirtió en un éxito y alcanzó una interesante porción dentro del mercado de las bebidas: se trata de las aguas saborizadas, que tienen un consumo per cápita en el país de 24,9 litros al año, según datos de Aguas Danone, la firma que creó esta categoría en la Argentina y luego la exportó al resto del mundo.
En sus inicios, el consumo per cápita era de solo 0,8 litros, pero el crecimiento luego fue a un ritmo de hasta 20% anual. “Es un incremento espectacular logrado en gran medida a expensas del sector de las bebidas gaseosas, debido a los cambios de hábitos de los consumidores, que procuran mejores precios y costumbres más saludables”, se explica en la página de la Subsecretaría de Alimentos y Bebidas de la Nación.
Las principales marcas del mercado son Levité y Ser, de Danone, que captan 48% del share. A estas se les suman Nestlé, con su Awafrut y Glaciar; Coca-cola, con Aquarius; Pepsi, con H2O!; Ivess; Sierra de los Padres; Baggio, con Vida; Pretty, con Magna y Livra, y marcas propias de supermercados. Según la Cámara Argentina de Bebidas sin Alcohol, hay más de 200 marcas en el país.
En los últimos 10 años (hasta 2017), la categoría creció 8,46%. Es la segunda en el ranking de mayor crecimiento en bebidas sin alcohol y es la tercera en el ranking de consumo de bebidas sin alcohol. “Esto responde a una necesidad de los consumidores de buscar bebidas con sabor más livianas y saludables”, dice Agustín Mostany, director de Marketing de Aguas Danone.
Si bien el 80% de la producción nacional se consume en el mercado interno, las aguas saborizadas también se exportan. Los principales destinos son Uruguay y Chile, y en menor medida, Paraguay, Brasil y Estados Unidos.