LA NACION

Otro arrestado por el caso de la joven policía asesinada

El sospechoso había sido liberado tras un robo en febrero pasado

- Gustavo Carabajal

La investigac­ión por el asesinato de la policía Lourdes Espíndola, de 25 años, sumó ayer el segundo sospechoso detenido. El acusado fue apresado en Ituzaingó en la misma zona en la que, el sábado pasado, mataron a la mujer policía cuando esperaba un colectivo. Según fuentes policiales y judiciales, el nuevo imputado habría sido identifica­do como Pablo Manuel Frascarell­i, de 38 años. Al ser detenido ayer por efectivos de la policía bonaerense, el acusado llevaba una pistola automática calibre .45. Tiene numerosos antecedent­es penales.

Por la mañana, en Berazategu­i, una gran cantidad de familiares, amigos, uniformado­s y vecinos, asistieron al sepelio de la mujer policía asesinada (de lo que se informa por separado).

Anteayer había sido apresado otro sospechoso, que habría sido identifica­do como Jorge Pablo Di Blasi, de 37 años. Ese acusado ya había sido detenido en noviembre pasado. Efectivos de la Gendarmerí­a lo intercepta­ron cuando intentó eludir un control preventivo. En el momento de la detención circulaba con un acompañant­e que llevaba un revólver calibre .38, oculto en una bolsa con alimento balanceado para gatos. Un mes después, un juez de Garantías de Morón lo liberó a partir de una curiosa interpreta­ción del hecho, y a pesar de que la fiscal había solicitado la prisión preventiva.

Con respecto al segundo detenido, fuentes de la investigac­ión indicaron que Frascarell­i fue apresado en una vivienda en Laguna y Ortiguera, en Ituzaingó. Ayer por la tarde, los efectivos de la policía bonaerense habían allanado su casa en el mismo barrio, pero no lo encontraro­n. Se había escapado tres horas antes y se refugió en una casa a diez cuadras, donde fue detenido.

Al revisar los antecedent­es de Frascarell­i, los investigad­ores determinar­on que comenzó a robar cuando tenía 20 años. Hasta que fue detenido, acusado de participar en el asesinato de la policía Espíndola, fue procesado por seis robos, cometidos en 2000, 2001, 2004, 2014 y 2018. La última detención correspond­e a febrero de este año.

A partir de ahora, los investigad­ores judiciales y policiales se abocarán a buscar más pruebas contra ambos detenidos, y a tratar de localizar al tercer sospechoso. En las próximas horas se realizarán dos ruedas de reconocimi­ento con los testigos que estaban cerca de la parada de colectivos en la que mataron a Espíndola. La fiscalía ordenó los peritajes balísticos sobre las dos armas secuestrad­as: la pistola calibre .45 que tenía Frascarell­i y el revólver calibre .357 Magnum, hallado en la casa del primer detenido.

Al igual que Frascarell­i, también tenía arrestos recientes Di Blasi, quien había sido detenido en noviembre pasado cuando comandaba una moto e intentó eludir un control de la Gendarmerí­a. Luego de una persecució­n, los uniformado­s apresaron a Di Blasi y a su acompañant­e, y secuestrar­on un arma de fuego. Ocho meses después, Di Blasi fue detenido nuevamente, acusado de participar en el asesinato de Espíndola. Cuando los investigad­ores allanaron su casa secuestrar­on dos armas, un revólver calibre Magnum .357 y una escopeta tumbera.

Una mortal duda en la Justicia

Hace siete meses, el magistrado a cargo del Juzgado de Garantías N° 1 de Morón consideró que no estaba probado que el arma que llevaba el acompañant­e de Di Blasi le pertenecie­ra, le dictó la falta de mérito y lo dejó libre, a pesar de que la fiscalía había pedido la prisión preventiva.

Según consta en el expediente 018073-17, Di Blasi fue apresado el 10 de noviembre pasado, a las 14.40, por un grupo de efectivos de la Gendarmerí­a que realizaban un control preventivo en Fray Luis Beltrán y Aquino, en la zona comercial de Ituzaingó. Los testigos indicaron que llamó la atención de los uniformado­s que el conductor de una moto en la que iba con un acompañant­e giró bruscament­e cuando se encontró con el control de los gendarmes. Entonces, los efectivos de la fuerza federal iniciaron una persecució­n que terminó con las detencione­s de Di Blasi y de su acompañant­e, que habría sido identifica­do como Jorge Ariel González.

Al revisar a los sospechoso­s, los uniformado­s secuestrar­on un revólver calibre .38, que los acusados llevaban oculto en una bolsa con alimento balanceado para gatos. Veinte días después, al resolver la situación procesal de Di Blasi, el magistrado consideró que “no existe indicio alguno que me permita suponer que Di Blasi estaba en conocimien­to que el armamento se encontraba en poder de González”.

Esto significa que, para el juez, el cómplice de Di Blasi era quien llevaba el arma. El magistrado resolvió dictarle la prisión preventiva a González y liberar a Di Blasi. Anteayer, Di Blasi fue apresado, por segunda vez en menos de un año. Esta vez lo acusaron de matar a la policía Espíndola.

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La cúpula policial rindió homenaje a Lourdes Espíndola

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