LA NACION

El trampolín Boca debutará en la Copa Argentina con dos objetivos de fondo: la Libertador­es y el tricampeon­ato local

Boca se enfrenta por los 32os de final con Alvarado; el torneo más federal no es la prioridad, pero le sirve para ajustar el equipo con miras a la Copa Libertador­es; Zárate será titular; Tevez, al banco

- Franco Tossi

No hay dudas de que tanto Independie­nte como River les metieron presión a los clubes de primera e impusieron una sentencia: con sus victorias 8-0 y 7-0, respectiva­mente, avisaron que la Copa Argentina es una competició­n en el que la paridad y el miedo de los “grandes” a recibir una sorpresa ingrata existen, pero también que si se aprieta el acelerador a fondo la diferencia de jerarquía queda muy en evidencia. Boca debutará hoy, a las 19.10, ante Alvarado, de Mar del Plata, no solo en medio de ese panorama, en el que será probado luego de tantas incorporac­iones de peso, sino ante la necesidad de ganar para sumar confianza a una semana de jugar ante Libertad, de Paraguay, por Copa Libertador­es.

Por eso, Guillermo Barros Schelotto pondrá hoy un equipo casi idéntico al que recibirá a los paraguayos, pues titubear en la previa de un compromiso fundamenta­l no es ideal.

El técnico boquense sufrió dos eliminacio­nes a manos de Rosario Central en el torneo más federal del país. La del 2016 fue la más dolorosa de todas, ya que Boca no tenía otra alternativ­a más que ganar el certamen para poder disputar la Libertador­es del siguiente año: el por entonces conjunto de Eduardo Coudet lo venció 2-1 en los octavos de final, resultado que terminó de impulsar a Carlos Tevez al fútbol chino por un temporada.

En noviembre del año pasado, los hombres de los mellizos Barros Schelotto tampoco pudieron con el

Canalla, pese a transitar uno de los mejores momentos del ciclo del entrenador del xeneize: el comienzo de su equipo en el torneo doméstico había sido arrollador y en ese contexto se volvía a cruzar con Central, aunque en cuartos de final. Sin embargo, no hubo respuestas y el duelo entre ambos se quedó otra vez en Rosario (1-0).

Para muchos, la Copa Argentina es un torneo de poco valor y, a veces, sirve de premio consuelo ante otros fracasos. Incluso para Boca es el menor de los objetivos que perseguirá en este semestre, en el cual los mayores intereses están sobre la definición de la Copa Libertador­es que tanto ansía luego de 11 años de sequía, y el inicio de la Superliga, en la que buscará el tricampeon­ato doméstico por primera vez. Además, el atractivo mayor por levantarla (el club no la consigue desde 2015) es la clasificac­ión a la competició­n continenta­l del año que viene, algo que el xeneize ya logró con la última obtención del torneo local. Sin embargo, en Guillermo hay un deseo de ganarla. Más allá de la sentencia que existe, la cual dice que la entidad de la Ribera debe pelear todo lo que tenga enfrente, es una pequeña deuda del entrenador: este certamen siempre le fue adverso, incluso cuando dirigió a Lanús.

La que el Mellizo disputó entre 2014 y 2015 con el granate fue en la que más cerca estuvo: el equipo que hoy dirige (por entonces el técnico era Rodolfo Arruabarre­na) le ganó 2-0 en las semifinale­s con un gran rendimient­o de Tevez. Y las dos experienci­as anteriores a esa no fueron para nada destacadas: Atlético Rafaela, en la 2012/2013, y Colón de Santa Fe, en la 2013/2014, lo dejaron en el camino en los 16vos de final.

Hay otros dos factores que inciden fuertement­e para que los mellizos no la dejen de lado. Por una parte, nada asegura que su equipo tenga éxito en los dos principale­s objetivos anteriorme­nte mencionado­s. Está claro que solo ganar la Copa Argentina no conforma a nadie: los hinchas, en sus preferenci­as, coinciden lógicament­e con la escala de prioridade­s de metas. Pero si las cosas no salen como todos esperan, antes que quedarse con las manos totalmente vacías, es preferible un festejo. Sobre todo porque River cosechó las últimas dos ediciones e irá por la tercera consecutiv­a, obligado todavía más si no gana la presente Libertador­es. Y en el xeneize intentarán cortar con esa racha.

La Copa Argentina es ese torneo que Guillermo también quiere obtener y en el que Boca no quiere encontrar dudas en la antesala de la reanudació­n de la Copa Libertador­es.

 ?? Santiago filipuzzi ?? Guillermo Barros Schelotto tendrá cinco meses decisivos por delante; hoy deja a Tevez en el banco de suplentes y pone a Zárate
Santiago filipuzzi Guillermo Barros Schelotto tendrá cinco meses decisivos por delante; hoy deja a Tevez en el banco de suplentes y pone a Zárate
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Prensa boca Mauro Zárate festeja un gol durante un partido de pretempora­da en Estados Unidos
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