LA NACION

De Goycoechea. Los negocios del primer empresario arrepentid­o Contratos en estado de sospecha

La empresa Isolux les pagó a funcionari­os kirchneris­tas más de US$10 millones, según los apuntes de Centeno

- Maia Jastreblan­sky e Iván Ruiz

Cinco de septiembre de 2013.

“Lo llevé a Nelson a Maipú 741, Isolux. Lo esperaba Martín y entraron juntos a retirar dinero para llevárselo a Abal Medina ‘con conocimien­to de la presidenta de la Nación Argentina’, según dijo Nelson”.

La empresa española Isolux Corsán les pagó a funcionari­os del gobierno kirchneris­ta US$12,6 millones, según se desprende de los cuadernos de las coimas del chofer Oscar Centeno. También le entregó tres bolsos, una valija “de más o menos 40 kilos”, una mochila y una bolsa con cash, sin identifica­r cuánto dinero había dentro, un dato que ahora deberá corroborar la Justicia.

Esos sobornos, que se habrían pagado durante más de diez años, tienen sus correlato en proyectos de obra pública. El Estado le adjudicó contratos por unos US$6000 millones para realizar, por lo menos, 15 obras públicas, según un inventario que realizó la nacion. Integró consorcios para la construcci­ón de centrales hidroeléct­ricas, trenes de alta velocidad, líneas de alta tensión, rutas y centrales térmicas a lo largo y a lo ancho del país.

Algunas se terminaron y están en funcionami­ento, pero otros proyectos fueron adjudicado­s y nunca se hicieron, como un tren de alta velocidad que uniría Buenos Aires, Rosario y Córdoba. Otras iniciativa­s quedaron sin terminar, como el hospital del Bicentenar­io.

Isolux participó en algunas de las obras más emblemátic­as del kirchneris­mo como la construcci­ón de la central de generación eléctrica del Yacimiento de Río Turbio (con un presupuest­o de $2000 millones), la obra por la que permanece detenido el exministro de Planificac­ión Julio De Vido.

Pero también participó de otras con menos prensa, pero con suculento presupuest­o como la construcci­ón de una planta central de ciclo combinado en Loma La Lata, un contrato de US$600 millones.

Quien fuera su número 1 en la filial argentina, Juan Carlos de Goycoechea, se convirtió en las últimas horas en el primer empresario arrepentid­o del escándalo de los cuadernos de las coimas que la nacion sacó a la luz. Admitió que le pagó sobornos al gobierno de Cristina Kirchner, aunque por montos menores a los que figuran en la investigac­ión judicial. Según su versión, el exgobierno lo “apretó” pidiéndole plata para campañas electorale­s.

“De Goycoechea dijo cosas muy importante­s”, dijo ayer el fiscal Carlos Stornelli sobre su primera declaració­n ante la Justicia. El ejecutivo de Isolux aparece 16 veces en los cuadernos de la corrupción.

Isolux supo diversific­ar sus negocios durante la década kirchneris­ta, lo que lo llevó a asociarse con varias empresas para explorar nuevos rubros. Entre ellas, por ejemplo, aparecen negocios junto a Ángelo Calcaterra, el primo del presidente Mauricio Macri, que conducía el grupo ODS. Se asociaron en Líneas del Norte SA en 2007 y también en Corpus Energía SA en 2008, ambos proyectos del sector de la energía eléctrica.

“Nosotros lo conocimos recién por los parques eólicos”, dijeron desde Socma. Y aseguraron que los negocios que desarrolló Isolux junto a Iecsa ocurrieron cuando ya le habían vendido la empresa a Calcaterra.

Isolux ganó durante el kirchneris­mo las licitacion­es de los parques eólicos de Loma Blanca (Chubut), inversión que después le vendió en 2016 a la familia de los Macri. Socma, en medio de la polémica

Isolux en los cuadernos

La empresa española aparece mencionada 16 veces en los cuadernos en los que Oscar Centeno detalla recorridos para cobrar coimas durante más de una década

Empresario arrepentid­o

El expresiden­te de Isolux, Juan Carlos de Goycoechea se convirtió el viernes en el primer empresario arrepentid­o de la causa de los cuadernos

Durante el kirchneris­mo

Isolux ganó más de 20 grandes contratos por más de US$6000 millones. Integró consorcios para construir centrales hidroeléct­ricas, trenes de alta velocidad, líneas de alta tensión, rutas y centrales térmicas

Problemas en España

La firma quedó implicada por el presunto pago de coimas en Cataluña. Vivió una asfixia económica que a fines de 2016 derivó en el rescate de un grupo de bancos y bonistas que pasaron a controlar el 94,57% de la empresa por los conflictos de interés, volvió a vender esos parques eólicos, con una ganancia estimada de US$48 millones.

Los cuadernos

El Toyota Corolla de Centeno, según los registros de los cuadernos, solía retirar el dinero de Isolux por Maipú 741 1°B, un edificio antiguo estilo francés del microcentr­o. Otras veces, según el chofer, la recolecció­n ocurría en una esquina de Puerto Madero.

En la mayoría de las oportunida­des, el segundo de Julio De Vido en Planificac­ión, Roberto Baratta era quien recogía, en persona, los dólares de Isolux.

En uno de esos relatos, por ejemplo, el chofer relata una escena de película en un estacionam­iento de un edificio en Azucena Villaflor y Aimé Painé Puerto Madero. “Bajamos al segundo subsuelo. Estaba otra persona al lado de un Passat gris claro. Nos dicen que pongamos el auto nuestro a la par. Dice García que bajaba él a recibir el bolso con el dinero porque había cámaras. Luego se vuelve a subir con el bolso que tenía 1.300.000 dólares y salimos”, escribió.

Después relató una supuesta persecució­n con una camioneta que los estaba siguiendo. “El licenciado [Baratta] estaba preocupado por la camioneta y lo llamó a De Vido. El ministro dijo que tengamos los ojos bien abiertos”, escribió Centeno.

De Goycoechea se convirtió esta semana en el primer exponente de la obra pública en convertirs­e en arrepentid­o. Ayer el juez federal Claudio Bonadio homologó el acuerdo de colaboraci­ón. Su testimonio será crucial, porque permitirá cotejar la veracidad de los apuntes del chofer de Baratta.

No es la primera vez que a De Goycoechea lo golpea un caso de corrupción. El empresario, que llegó a ser director regional del grupo, fue despedido de Isolux a principios de 2017 luego de que el holding español, históricam­ente conducido por Delso, cambiara su conducción en medio de un proceso de quiebra.

El grupo quedó implicado en un caso de presuntas coimas a cambio de contratos en Cataluña. La empresa vivió una asfixia económica que a fines de 2016 culminó con el rescate de un grupo de bancos y bonistas que pasaron a controlar el 94,57% de la empresa.

La nueva conducción, que pasó a ser presidida por Nemesio Fernández Cuesta, realizó una investigac­ión interna que detectó “comportami­entos irregulare­s” en la Argentina, y una presunta malversaci­ón a través de la entrega de cheques posdatados. Toda la cúpula local, incluido De Goycoechea, fue despedida tras esa auditoría.

En la Justicia argentina De Goycoechea hizo frente a una causa en el fuero penal económico por dos transferen­cias sospechada­s de $3.000.000 y $1.911.800. Pero un peritaje arrojó que las firmas de los comprobant­es eran falsas.

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Archivo Cristina Kirchner, al inaugurar la usina de Río Turbio, que construyó Isolux
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De Goycoechea

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