LA NACION

Escenario externo, licitación de letras y balances, bajo la mirada de los inversores

Se sabe que no habrá en el corto plazo noticias o datos positivos que modifiquen los precios; pero la normalizac­ión del mercado cambiario llevó tranquilid­ad a los mercados

- ßsabrina Corujo www.portfoliop­ersonal.com

Para los mercados, agosto comenzó sin diferencia­s respecto de lo que fue julio (en especial, de lo ocurrido en las últimas semanas del séptimo mes). Un buen dato para el mercado local, luego de los tiempos violentos vividos, y un primer paso obligado para poder pensar en una recuperaci­ón, que necesita unas semanas de estabilida­d. Esto, cuando se sabe de antemano que no existirán noticias o datos positivos fuertes que sirvan como disparador de corto plazo para los precios.

Esta última afirmación no es solamente válida para lo local, sino también para el escenario externo. Agosto comenzó con nuevas idas y vueltas en torno a la probable guerra comercial como una amenaza latente al crecimient­o, y hay algunas señales de política monetaria que habrá que seguir monitorean­do. Un marco que no anticipa quizá por ahora una fuerte corrección, pero que sí garantizar­ía posiblemen­te un nuevo salto en la volatilida­d de corto plazo y hasta quizá una lateraliza­ción (en una coyuntura internacio­nal en la que, además, en las próximas semanas tampoco tendrá ya los resultados corporativ­os como un catalizado­r positivo).

Ese escenario, unido al local, no deja una zona libre de riesgos para alguna nueva corrección. En otras palabras, un escenario al que hay que tenerle en principio respeto, y en el cual no recomendam­os posiciones agresivas, sino más bien mantener estrategia­s en las que predomine la cautela.

Fronteras adentro, la normalizac­ión del mercado de cambios –que lleva poco más de un mes– sigue siendo una buena señal, e incluso el comportami­ento de las tasas de interés (aunque aún demasiado altas, claramente, para subsistir en el tiempo) fue un dato positivo. o, por lo menos, no gatilló nuevas preocupaci­ones.

no asustó la modificaci­ón de las ventas diarias de dólares del Tesoro, y se entiende que el Banco Central viene haciendo un manejo correcto de las herramient­as de intervenci­ón. El objetivo se mantiene en que en los próximos meses la evolución del tipo de cambio acompañe a la inflación mensual.

En esta semana no pasará inadvertid­a la reunión de política monetaria de la entidad –que estrena su periodicid­ad mensual (la última fue el 10 de julio)–. no se espera que se modifique la tasa de referencia, de su actual 40% anual, pero sí que se profundice quizás en su estrategia que hoy no solo tiene como referencia la tasa, sino también el comportami­ento de los agregados, para el control de la inflación.

Si se busca una referencia reciente, vale el relevamien­to de mercado del BCRA, conocido días atrás. Salvando agosto, se espera que entre septiembre y enero próximos el índice de inflación mensual se ubique entre 1,8% y 2% –comparado con el promedio de los primeros seis meses del año, de 2,5%–. Mientras tanto, la devaluació­n –acompañand­o–, se ubicaría en promedio en un 2% mensual en ese mismo plazo. En el año, no obstante, está claro quién le gana a quién: una inflación en torno al 30-31%, y un dólar aproximada­mente 70% arriba.

Pero no solo la reunión del BCRA se anota en la agenda de corto plazo, sino que se espera una nueva licitación de Letes, en la que se buscará renovar un vencimient­o de US$800 millones. La última colocación dejó mejor sensación que las pasadas (en tasa y en demanda) a pesar de ciertos ruidos generados en el mecanismo de colocación, en un marco en donde este tipo de operacione­s se vuelve un tema a monitorear por su stock –suma más de

US$15.000 millones– y el cortoplaci­smo del mismo.

Puntualmen­te, esta semana se licitará una Lete a 182 días (con vencimient­o el 8 de febrero), en la que se garantiza una tasa mínima de

3,65% anual. no hay dudas de que la referencia para el inversor estará más cerca de la última colocación (la del 25 de julio) con un rendimient­o del 3,75% a igual plazo, que del mercado secundario, en el cual la curva se encuentra más arriba –aunque su liquidez sigue siendo bastante cuestionad­a–.

Por otra parte, pero ya como dato para el mercado de acciones, se debe mencionar como driver la temporada de balances que comenzará a tomar intensidad. Driver que, segurament­e, presionará sobre la volatilida­d y podrá ayudar a definir una tendencia de corto algo más determinan­te tras la lateraliza­ción contenida –en precios y volumen– de las últimas ruedas. Los resultados servirán acá, sin dudas, como punto de partida para la reestimaci­ón obligada de las rentabilid­ades futuras en un escenario que no evitará una recesión. Los puntos a discutir, igualmente, serán su profundida­d y extensión.

En conclusión, se leerán en este contexto desde los reportes de los principale­s bancos cotizantes hasta algunas empresas atadas al ciclo económico, como Holcim, las energética­s y las transporta­doras.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina