CINCO CURIOSIDADES
1. Apertura
¿Con qué tema se abren las puertas del festival, instalado a orillas del lago Michigan y con los rascacielos de Chicago de fondo? Ni rock, ni trap, ni electrónica ni hit contemporáneo... Con un calor abrasivo que promete ir por más en los días siguientes, al mediodía, la apertura del festival fue nada más y nada menos que con el tema de apertura de Star Wars.
2. Souvenir.
Perry Farrell está en cada uno de los detalles de su criatura, sea musical o extramusical y se esmera para que todos se vayan contentos. Además de un amplio espacio para camarines, con ping-pong y barra para los músicos, el festival les regala a cada artista una remera de los chicago bulls, que pueden “tunear” con sus nombres y números favoritos. ¿El preferido? El 23.
3. Control.
El operativo de seguridad se ha reforzado luego del ataque de un francotirador en una fiesta en Las Vegas, el año pasado, en el que murieron 59 personas. Más allá de los estrictos puestos de control y de acceso, un helicóptero sobrevuela constantemente el predio y por las noches ilumina los rascacielos.
4. El Fortnite no podía estar ausente.
El juego del momento tuvo también su lugar de privilegio en esta edición del Lollapalooza y lo seguirá teniendo por el resto del festival: Tyler Blevins, mejor conocido como Ninja, uno de los gamers más reconocidos y el mejor jugador del mundo de Fortnite, transmitió en streaming y en pantalla gigante una de sus partidas. Ubicado con su computadora en la zona de backstage, disparó su juego para alegría de los miles de seguidores del Fortnite que dejaron una imagen inédita en un festival de música: una multitud mirando un escenario vacío en el que se proyectaba un videojuego de tiros.
5. Rockeros viejos, afuera.
Lo que en las últimas ediciones del Lollapalooza Buenos Aires se veía como una tendencia, aquí ya es realidad. El recambio generacional de público y artistas ha dejado afuera aquí a los rockeros mayores, de arriba y abajo del escenario. Son pocos los
+ 40 que deambulan por el predio en el Grant Park y la mayoría están acompañados por sus hijos. En un line up con cerca de
180 artistas, Jack White aparece como el más experimentado. Nada de reuniones de viejas bandas o leyendas de la estatura de Robert Plant.