Por los excluidos
Es motivo de satisfacción y al mismo tiempo de preocupación la activa participación de dirigentes barriales, muchos de los cuales no dudan en señalar su militancia, en las consignas de nuestro recordado padre Bergoglio, hoy papa Francisco. como nunca antes la iglesia se ha manifestado en marchas tan numerosas con dirigentes gremiales o políticos con posiciones políticas y religiosas diversas. Sus objetivos son sin duda positivos. Que otra cosa pueden hacer, solos, los excluidos, que enarbolar consignas pidiendo trabajo y alimentos. En el país son muchos miles los que carecen de un trabajo estable, una obra social y una cobertura que les garantice una jubilación en su vejez. Verlos en esas marchas con sus esposas e hijos, algunos en brazos, con el frío y la lluvia, me preocupa. Por otro lado, con la revolución tecnológica en marcha, el avance de la inteligencia artificial y la robótica, se deben analizar profundamente las áreas que esta revolución no afectará ni incluirá, y es por ello oportuno y necesario desarrollar e incrementar esos espacios. La iglesia católica, consciente de la grave situación social, podría poner a disposición las iglesias y parroquias del país para ese debate y la realización de estas actividades, de acuerdo con las particularidades de cada zona. Y solicitar fondos mínimos para otorgar minicréditos de palabra para jóvenes innovadores, para desarrollar su creatividad o iniciativa, crear la figura del aprendiz, etc. además, junto con el Ministerio de Desarrollo Social, poner en marcha las iniciativas que surjan de los debates, y con el de agroindustria, destinar predios rurales para hacer experiencias de granjas colectivas, con cursos para jóvenes, y plantar allí frutas de contraestación, flores, productos orgánicos, etc. Todo esto y mucho más puede hacerse con la ayuda de profesionales artesanos y técnicos con experiencia que donen su tiempo a este proyecto, buscando entre todos producir los bienes con trabajo, esfuerzo e inteligencia y lograr un país con paz social, orden democrático, bienestar y progreso, y para alejar a los jóvenes del flagelo de la drogadicción y del delito. Félix Juan Borgonovo felixjuanborgonovo@gmail.com