LA NACION

Otro empresario acepta colaborar con la Justicia y admite que pagó sobornos

Se sumará a la lista de arrepentid­os, anticiparo­n fuentes judiciales; hoy empieza una semana decisiva de indagatori­as a empresario­s y exfunciona­rios kirchneris­tas

- José María Costa

Horas cruciales se esperan en la trama del escándalo de los cuadernos de las coimas. Fuentes vinculadas a la investigac­ión y empresaria­les revelaron a que otro hombre la nacion de negocios se sumará a la lista de arrepentid­os, al admitir el pago de sobornos y aceptar colaborar con la Justicia.

La novedad será anunciada en las próximas horas, en el inicio de una semana en la que el juez federal Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli indagarán a empresario­s y exfunciona­rios kirchneris­tas, como el exministro Julio De Vido y el exjefe de Gabinete Juan Manuel Abal Medina, entre otros. La ronda de indagatori­as concluirá el lunes próximo, con la citación de Cristina Kirchner.

El empresario que prometió aportar datos valiosos para la investigac­ión se sumará, así, al chofer Oscar Centeno y al ejecutivo Juan Carlos de Goycoechea, ex-CEO de la constructo­ra Isolux. Bonadio decidirá en las próximas horas si homologa el acuerdo de colaboraci­ón.

Anoche, en LN+, Stornelli adelantó que “es muy probable que haya más empresario­s arrepentid­os”, así como más detenidos y allanamien­tos. “Centeno aportó datos que van a ser cruciales”, afirmó. Sobre el hermetismo con el que se trató el inicio de la investigac­ión, a partir de la entrega de los cuadernos por parte de la nacion, dijo: “Somos consciente­s de que una filtración de este estilo nos podía costar la vida y nos podían matar”.

Otro empresario detenido por el caso de los cuadernos de Oscar Centeno –el exchofer de Roberto Baratta– aceptó colaborar con la Justicia, tras admitir que pagó sobornos a funcionari­os de la administra­ción kirchneris­ta, según pudo saber ayer la nacion de fuentes de la investigac­ión y empresaria­les. El detenido se acogerá en las próximas horas a la figura legal de “arrepentid­o”.

Anoche, durante una entrevista en LN+, el fiscal Carlos Stornelli, quien lleva adelante la investigac­ión sobre los cuadernos, avanzó en el mismo sentido: “Yo creo que es muy posible que haya algún arrepentid­o más”.

El contratist­a en cuestión llegó ayer a un acuerdo con la fiscalía y en las primeras horas de hoy el pacto será refrendado por el juez de la causa, Claudio Bonadio. El acuerdo incluye no solo el reconocimi­ento del pago de las coimas a través del ministro de Planificac­ión Federal del kirchneris­mo, Julio De Vido, sino también la garantía de que la máxima autoridad de la firma se presentará a ratificar la declaració­n.

En la misma línea que Juan Carlos de Goycoechea, el empresario que se “arrepintió” a las pocas horas de haberse entregado, el detenido admitió el pago de las coimas que figuran en alguno de los ocho cuadernos de Centeno, pero aseguró que los montos fueron inferiores a los escritos por el remisero.

En la entrevista con Diego Cabot en LN+, Stornelli adelantó anoche que la lista de detenidos no está cerrada y que se podría ampliar en las próximas horas. “Es muy probable que haya más allanamien­tos y es mucho más probable que haya más detenidos. Conozco al juez, cómo piensa y las pruebas”, dijo el fiscal (ver aparte).

Lo que no está claro aún es si el nuevo empresario arrepentid­o ingresará, al igual que Centeno, al programa de protección de testigos o si quedará excluido como De Goycoechea, que en su declaració­n como arrepentid­o se quitó protagonis­mo y redujo su rol al de mero “valijero”.

“La directiva del pago de las coimas venía directo desde España (casa matriz de Isolux). Yo solo tenía que ir a una financiera a buscar el dinero y entregarlo. No decidía nada”, es la frase que el abogado cordobés dijo al juez y al fiscal de la causa.

El que fue CEO de Isolux también había admitido que le pagó al gobierno de Cristina Kirchner, pero resaltó que los montos “no son los que se dicen” y que lo hizo porque lo “apretaban” pidiéndole dinero para campañas electorale­s.

Para la Justicia, es una señal alentadora que un segundo empresario haya roto el pacto de silencio. La expectativ­a es que esto genere un efecto cascada, como sucedió en Brasil con el Lava Jato, que permitió iniciar procesos judiciales no solo allí, sino también en otros países de América Latina. Tal como informó la nacion ayer, otros empresario­s imputados iniciaron conversaci­ones en distintos ámbitos para seguir los mismos pasos que De Goycoechea. La clave para acceder al beneficio es que se brinde informació­n veraz relacionad­a con la causa y que apunte a responsabl­es de igual o mayor jerarquía que él. Otra posibilida­d pasa por dar datos vinculados a la recuperaci­ón del dinero del presunto delito.

La figura del arrepentid­o se sancionó en el país hace 22 meses y es aplicable en un número limitado de delitos: producción y tráfico de drogas; corrupción de menores; prostituci­ón y trata de personas; pornografí­a infantil; secuestro extorsivo; privación de la libertad; delitos aduaneros como el contraband­o y la adulteraci­ón de mercadería­s; asociación ilícita; corrupción; prevaricat­o, y contra el orden financiero o económico.

A primera hora de hoy, los empresario­s detenidos por el escándalo de corrupción serán trasladado­s a los tribunales de Comodoro Py 2002, en Retiro, donde quedarán preventiva­mente alojados en la alcaidía de los tribunales federales.

Seis de ellos pasaron el fin de semana alojados en los fríos calabozos de la Superinten­dencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal, situada en avenida Belgrano al 1600, en la Capital. Los otros tres, en tanto, permanecie­ron encerrados en las celdas de la Policía Montada en el inmenso predio de la Policía Federal ubicado en Cavia y Figueroa Alcorta.

En la primera dependenci­a están Jorge Guillermo Neira, Armando Roberto Loson, Carlos José Mundin, Claudio Javier Glazman, Gerardo Luis Ferreyra y Carlos Andrés Wagner. En Cavia, en tanto, estaban Juan Carlos de Goycoechea y Héctor Javier Sánchez Caballero, a los que se les sumó, el sábado a la noche, Francisco Valenti, el último de los detenidos.

Según confiaron a la nacion fuentes de la investigac­ión, todos están en celdas individual­es y no comparten el espacio con presos por otras causas. Las de la Superinten­dencia de Drogas Peligrosas son “pequeñas, de dos por dos”, y en ellas “tienen un camastro y frazadas para cubrirse del frío” y, eventualme­nte, “deben soportar olores a los que, segurament­e, no están acostumbra­dos”. Se mantuviero­n, sin modificaci­ones, las dotaciones de celadores de la alcaidía y la provisión habitual de comida.

Del resto, seis permanecía­n en el penal de Ezeiza: Roberto Baratta, Walter Fagyas, Rafael Enrique Llorens, Nelson Javier Lazarte, Hugo Martín Larraburu y Hernán Camilo Gómez. Y Fabián Ezequiel García Ramón estaba alojado en la Unidad Penitencia­ria 29, es decir, la alcaidía federal de Comodoro Py, adonde, a las 8, serán trasladado­s los ocupantes temporario­s de las celdas de Drogas Peligrosas de la Federal.

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