LA NACION

Con Colombia, cada vez más cerca de la ruptura de relaciones

- Alexander Martínez y Rodrigo Almonacid AGENCIA AFP

Venezuela y Colombia se encaminan, en una suerte de guerra fría, a una ruptura de relaciones tras denuncias del presidente Nicolás Maduro de que desde Bogotá se ordenó su asesinato y la llegada al poder del derechista Iván Duque, advierten expertos.

Los gobiernos de Maduro y Juan Manuel Santos volvieron a enfrentars­e luego de que el mandatario socialista asegurara haber escapado a un intento de magnicidio orquestado por su homólogo colombiano, el sábado durante una parada militar.

“No tengo duda de que el nombre de Juan Manuel Santos está tras este atentado [...] ordenado desde Bogotá”, aseguró Maduro sobre el caso de dos drones que explotaron cuando daba un discurso en una avenida del centro de Caracas, uno de ellos frente a su tribuna. Santos, cuyo gobierno tildó los señalamien­tos de “absurdos”, entregará el poder al derechista Duque mañana, un relevo que promete incrementa­r las tensiones ante continuas denuncias de Maduro de que Colombia, Estados Unidos y la oposición venezolana se aliaron para derrocarlo, y ahora asesinarlo.

“Difícil imaginar que las tensiones puedan bajar y generarse confianza después de este incidente y las acusacione­s directas de Maduro. Es previsible un deterioro en la relación bilateral” durante el gobierno de Duque, dijo el director de Diálogo Interameri­cano, Michael Shifter.

Bogotá y Caracas mantienen sus relaciones a nivel de encargados de negocios, y Duque ya descartó nombrar un embajador ante un gobierno que considera “ilegítimo”.

Formalizac­ión de ruptura

Santos agitó las aguas el pasado lunes en una entrevista en la que afirmó que veía “cerca” la caída de Maduro por la gravedad de la crisis económica, con una inflación que el FMI proyecta en 1.000.000% para 2018.

En el poder desde 2010, el mandatario colombiano contó con el apoyo de Caracas para sacar adelante el proceso de paz con la guerrilla de las FARC, su mayor logro, pero poco a poco endureció su posición.

Maduro lo acusa de “mal agradecido” y de haberlo utilizado.

La elección de una Asamblea Constituye­nte controlada por el chavismo, que en la práctica susataque tituyó el Parlamento de mayoría opositora, terminó de meter las relaciones al freezer.

Adversario­s políticos, Santos y Duque no reconocen la reelección de Maduro por considerar que las votaciones fueron amañadas y que el chavismo degeneró en “dictadura”.

“Creo que el paso siguiente es la formalizac­ión de la ruptura de relaciones. Eso llevará a un posible escalamien­to de las tensiones en la frontera ”, declaró el internacio­nalista colombia no Jairo Velásquez.

Para Leandro Area, exsecretar­io venezolano de una comisión de límites fronterizo­s con Colombia, los vínculos ya “están en un punto muerto” y, con una “agenda militariza­da y llena de agresivida­d”, solo cabe esperar más deterioro.

¿Conflicto armado?

Duque, quien en junio trató la cuestión venezolana con el vicepresid­ente estadounid­ense, Mike Pence, anticipó que presionará diplomátic­amente para que el país petrolero “haga una transición hacia elecciones libres” y se ponga fin a la “dictadura” chavista.

También ha pedido el apoyo de los países de la región para la denuncia que la OEA remitió a la Corte Penal Internacio­nal (CPI) en contra de Venezuela, por supuestos delitos de lesa humanidad.

Aunque en su denuncia del atentado no mencionó al nuevo mandatario, durante una reciente visita a Cuba Maduro lo ninguneó, asegurando que no recordaba su nombre y que sería su mentor político, el exmandatar­io Álvaro Uribe, quien gobernaría el país por Twitter.

“Lo que uno puede esperar es mano dura, va a haber un incremento de la diplomacia del micrófono, enfrentami­entos verbales”, previó Javier Garay, internacio­nalista de la Universida­d Externado de Bogotá.

Los analistas descartan, sin embargo, que la tensión pueda escalar a un enfrentami­ento armado. “Eso está muy alejado. El gobierno venezolano está distraído en varias cosas y el colombiano ha sido hábil en manejar esta situación”, sostuvo Garay.

Debido a la crisis económica, Colombia ha recibido una oleada migratoria sin precedente: más de un millón de venezolano­s han ingresado en los últimos 16 meses y la mayoría pretende quedarse, según cifras oficiales.

Una ruptura de relaciones podría agravar la situación si el gobierno venezolano decide cerrar por completo la frontera, en donde impide el tránsito vehicular desde 2015.

“La amenaza de una crisis humanitari­a sería aún más grave”, alerta Velásquez.

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