Rostros cubiertos y una mochila, las novedades en la casa de Centeno
El domicilio del chofer registró ayer escaso movimiento; el imputado está acogido en el programa de protección de testigos
El poco movimiento que se registró ayer en la casa del chofer Oscar Centeno, ubicado en Olivos, se limitó a entradas y salidas de personas con el rostro cubierto para preservar su identidad.
En un momento del día, según pudo captar un fotógrafo de la nacion, una mujer con el rostro tapado salió de la vivienda donde vivía Centeno hasta la semana pasada para entregarle a un hombre que había llegado en un auto oficial una pequeña bolsa.
En otro momento, otra mujer se retiró de la vivienda también con el rostro cubierto.
Centeno se encuentra acogido al programa de protección de testigos e imputados del Gobierno, tras haber declarado como “arrepentido” en la causa que investiga los cuadernos de las coimas.
Según reveló la nacion en su edición de ayer, el chofer que anotaba en sus cuadernos con sumo detalle todos los viajes que hacía se encuentra custodiado por un grupo especial del Servicio Penitenciario Federal, formado especialmente para la tarea, llamado Los Lobos, que se encarga de velar por su seguridad.
Por eso, Centeno está alojado actualmente en un domicilio secreto junto a miembros de su familia, quienes también son custodiados por las autoridades.
Centeno quedó incorporado al programa de protección de testigos, luego de que el juez federal Claudio Bonadio homologó el acuerdo al que Centeno había llegado con el fiscal Carlos Stornelli. Lo hizo después de declarar como arrepentido y de aportar detalles trascendentales para la investigación.
En ese entendimiento, Centeno se comprometía a continuar entregando información valiosa a cambio de ser puesto en libertad en lo inmediato y de una reducción de la pena en el caso de que finalmente sea condenado en juicio oral y público por el entramado de corrupción. El viernes último, el juez Bonadio rubricó el convenio y Centeno fue liberado.